El procedimiento fue realizado por miembros de la Gendarmería (policía de frontera), cuando interceptaron en un control carretero a un vehículo en el que viajaban un hombre de nacionalidad belga y una ciudadana de nacionalidad francesa.

«Al efectuar la inspección sobre el vehículo, los funcionarios constataron que transportaban siete amonitas (caracoles fosilizados) y cuatro piedras conteniendo distintos restos en las mismas condiciones», informó hoy la Gendarmería en un comunicado.

Estos elementos, recordó la fuerza de seguridad, son considerados «objetos de patrimonio cultural», que tienen un valor por unidad en el mercado europeo de hasta 5 mil euros (unos 5 mil 700 dólares).

Los uniformados informaron al Juzgado Federal de la ciudad de Zapala, que ordenó el decomiso del material.