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¿La caída del cabello se puede revertir? Hallan mecanismo genético contra calvicie

viernes, octubre 22nd, 2021

Hasta ahora, se creía que, con el envejecimiento, las células madre que regeneran nuestro cabello morían al igual que el folículo, pero los resultados de este estudio apuntan a que es posible revertir este proceso.

Ciudad de México, 22 de octubre (RT).- Un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern (EU) ha descubierto el mecanismo genético que hace que vayamos perdiendo cabello cuando envejecemos. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para detener y revertir el proceso.

Hasta ahora, los científicos creían que, con el envejecimiento, las células madre que regeneran nuestro cabello iban muriendo, a la vez que se moría el folículo. Con su progresiva desaparición, el pelo se ponía primero blanco y luego moría.

Pero, usando un láser de longitud de onda larga para observar el crecimiento del pelo de los ratones a nivel subcutáneo, los investigadores descubrieron que esa teoría podría ser errónea.

En el artículo donde se explica el hallazgo, los investigadores examinaron los procesos genéticos que determinan esta actividad, e identificaron dos genes denominados “FOXC1” y “NFATC1”, responsables de atrapar las células madre en la protuberancia del folículo. Estos eran menos activos en las células más viejas del folículo piloso.

Para demostrar su teoría, el equipo cultivó ratones sin ninguno de esos dos genes. Tras solo cuatro o cinco meses, empezaron a perder el pelo. A los 16 meses, más o menos cuando los ratones alcanzan la edad adulta, habían perdido la mayor parte del pelo y solo les quedaban unos pocos mechones grises.

“Si no lo hubiera visto por mí mismo no lo habría creído”, dijo a The New York Times Rui Yi, profesor de patología de la Universidad Northwestern y líder de la investigación. “Es casi una locura en mi mente”, agregó.

Ahora, los investigadores intentan encontrar un método para salvar las células madre del pelo de los ratones viejos y que se siga reproduciendo. Este descubrimiento supone un gran avance que puede ayudar a diseñar nuevas terapias genéticas que impidan el proceso de envejecimiento y caída del cabello.

El equipo cultivó ratones sin ninguno de esos dos genes. Tras solo cuatro o cinco meses, empezaron a perder el pelo. Foto: Zhang, C., Wang, D., Wang, J. et al. Escape of hair follicle stem cells causes stem cell exhaustion during aging. Nat Aging 1, 889–903 (2021).

El estudio con la descripción del hallazgo fue publicado en la revista Nature Aging.

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¿Cómo distinguir los signos de envejecimiento normal del alzhéimer? Aquí 8 claves

miércoles, septiembre 22nd, 2021

¿Sabemos identificar las señales que marcan la diferencia entre el envejecimiento normal y los signos de Alzheimer? Muchas veces algunos de los síntomas normales de la vejez se confunden con los de la enfermedad, es por ello que dos expertos se han dado a la tarea de explicar en qué casos algunas de las acciones son normales en los ancianos y en qué momento puede ser síntomas de alerta.

Por Inés Moreno González
Profesora e Investigadora Ramón y Cajal en Enfermedades Neurodegenerativas, CIBERNED, IBIMA, Universidad de Málaga

José Antonio Reyes
Neurólogo. Hospital Regional Universitario de Málaga., Salud Pública Andalucía

Madrid, 22 de septiembre (The Conversation).- Nos guste o no, el paso de los años hace estragos en todos nosotros. Inevitablemente, el envejecimiento implica una serie de cambios considerados normales, que entran dentro de lo que llamamos envejecimiento exitoso.

Sin embargo, no es raro confundir algunos de estos signos de envejecimiento –sobre todo el despiste– con los primeros síntomas del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a numerosas funciones, principalmente la memoria y el aprendizaje.

Para que no haya espacio para la confusión, recopilamos ocho aspectos clave que permiten distinguir claramente los síntomas propios del alzhéimer de los cambios asociados al envejecimiento normal:

El envejecimiento implica una serie de cambios considerados normales, que entran dentro de lo que llamamos envejecimiento exitoso. Foto: Victoria Valtierra, Cuartoscuro

1. PÉRDIDA DE MEMORIA VS. OLVIDAR TEMPORALMENTE ALGO

Olvidarse de vez en cuando de nombres de personas y acordarse más tarde no es motivo de alarma. Pueden existir múltiples causas relacionadas con los problemas de memoria inmediata, a menudo por fallos de atención o de concentración. Estos déficits pueden ser transitorios y deberse a la ansiedad, al estrés o al efecto de algunos fármacos. En el caso de los pacientes de alzhéimer, la pérdida de memoria o amnesia es uno de los síntomas más comunes. No es transitoria y suele empeorar con el tiempo. Lo habitual es olvidar la información recién aprendida, como fechas o eventos, y preguntar por las mismas cosas una y otra vez.

2. DESORIENTACIÓN EN TIEMPO O LUGAR VS. NO ACORDARSE DE LA FECHA ACTUAL

Se considera dentro de la normalidad, y no sólo del envejecimiento, olvidarse puntualmente del día en que estamos. Bajo situaciones de estrés (o por deseos de que llegue pronto el fin de semana), confundimos el día en que vivimos. En pacientes con alzhéimer, por el contrario, se produce una desorientación tanto temporal como espacial. Eso implica que se olvidan fechas (muchas), incluso el año en que viven o nacieron. Pero también tienen dificultad para llegar a un sitio conocido, y con frecuencia no recuerdan dónde están ni cómo han llegado ahí, corriendo el riesgo de extraviarse.

3. AFASIA VS. OLVIDAR LA PALABRA EXACTA

A todos nos ha pasado que, en ocasiones, no nos acordamos de una palabra específica y la tenemos “en la punta de la lengua”. Generalmente, más tarde, o incluso al día siguiente, nos viene a la mente de repente el término. Nada alarmante…

En la enfermedad de Alzheimer, aparece la afasia, cuyos síntomas iniciales son dificultad para comunicarse y conversar. Eso afecta a la expresión de palabras (o no encuentran la palabra adecuada o se repiten mucho), y genera fallos en el orden de las palabras y la escritura.

Se considera dentro de la normalidad, y no sólo del envejecimiento, olvidarse puntualmente del día en que estamos. Foto: Paulina Negrete, Cuartoscuro

4. ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO VS. MAL HUMOR

¿Quién no ha tenido un mal día? El estrés diario, los problemas cotidianos y las preocupaciones pueden hacer que nos cambie temporalmente el humor, estemos irascibles o apáticos. A veces incluso nos enfadamos al vernos obligados a cambiar alguna de nuestras rutinas.

El alzhéimer va más allá. Puede provocar alteraciones psicológicas y del comportamiento, como ansiedad, depresión, agitación, agresividad, irritabilidad, cambios emocionales, delirios, alucinaciones, deambulación y hasta alteraciones del sueño y del apetito que no se pueden explicar por otros motivos.

5. OBJETOS FUERA DE LUGAR VS. PÉRDIDA PUNTUAL

¿Dónde he dejado las llaves del coche? Normal. Hacemos varias cosas a la vez y, a veces, de forma automática. Cuando queremos recordar dónde dejamos la llave, nos falla la memoria. Sin embargo, somos capaces de recordar lo que hicimos al entrar a la casa y caer en la cuenta que nos fuimos directamente a la cocina y, allí están, sobre la encimera.

Las personas que padecen alzhéimer suelen perder objetos, pero no son capaces de volver sobre sus pasos para encontrarlos. Es más, muchas veces incluso acusan a los demás de robarles porque no recuerdan que fueron ellos los que lo dejaron allí.

6. FALTA DE JUICIO VS. MALAS DECISIONES

Malas decisiones las tomamos todos, por falta de experiencia o por impulsividad.

Los pacientes con alzhéimer, por el contrario, presentan conductas anómalas o inapropiadas para la situación en que se encuentran, problemas en la planificación de sus tareas o finanzas y dificultades para la resolución de problemas. Es posible que gasten o incluso regalen dinero de forma injustificada o que le presten menos atención al cuidado personal.

Los pacientes con alzhéimer presentan conductas anómalas o inapropiadas para la situación en que se encuentran. Foto: Enrique Ordóñez, Cuartoscuro

7. APATÍA Y AISLAMIENTO SOCIAL VS. PERIODO DE CANSANCIO

Un día agotador, el cansancio o la falta de sueño por todas las obligaciones que tenemos nos puede convertir temporalmente en personas más hogareñas con menos ganas de participar en actividades sociales.

Eso no es lo que les pasa a los enfermos de alzhéimer, ni mucho menos. En su caso, realizar actividades sociales o deportivas supone todo un desafío. Incluso se pueden volver introvertidos en situaciones donde están expuestos a otras personas.

8. DIFICULTAD EN TAREAS HABITUALES VS. AYUDA CON TAREAS COMPLEJAS

Es normal que las personas mayores requieran ayuda para tareas complejas o a las que ellas no están acostumbradas, como el uso del teléfono móvil o la programación de un mando a distancia. Sin embargo, cuando afecta de forma significativa al desempeño de actividades cotidianas como realizar la compra, manejar dinero o cuentas bancarias, gestionar la medicación, asistir a las citas médicas u organizar un viaje, por ejemplo, podríamos encontrarnos en el inicio de un estado patológico. En etapas avanzadas, puede afectar a tareas más básicas incluyendo vestido, aseo, manejo en la cocina, etc.

DIAGNÓSTICO PROFESIONAL

Dicho esto, conviene aclarar que la presencia de uno solo de estos síntomas no es suficiente para sospechar de alzhéimer. Siempre se ha de acudir a un especialista para obtener un diagnóstico profesional.

Aunque a día de hoy no hay cura para el alzhéimer, su detección temprana es clave para un mejor tratamiento sintomático y para mantener una mejor calidad de vida durante el progreso de la enfermedad.

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¿Cómo vivir 105 años con un buen estado físico y mental? Aquí las claves

jueves, junio 17th, 2021

Los avances médicos han permitido que la humanidad viva por más años en comparación con sus antepasados, sin embargo, no sólo se busca llegar a los 100 años de edad, sino contar con el estado de salud más óptimo posible, tal como algunos ejemplos de personas centenarias, ¿cuál es la clave para que lo consigan? Un experto lo explica.

Por Francisco José Esteban Ruiz
Profesor Titular de Biología Celular, Universidad de Jaén

Madrid, 17 de junio (The Conversation).- De vez en cuando recibidos la noticia del cumpleaños de una persona centenaria y, cuando menos, esbozamos una tierna sonrisa al observar el buen estado físico y mental que suele mostrar. Pero, además, nos ponemos a cavilar sobre la posibilidad de llegar a esa edad.

Cómo es lógico, a los españoles nos alegra saber que la esperanza de vida en nuestro país es de 83 años. Una de las mayores del mundo, y sólo por detrás de Andorra y Japón. Cumplir un siglo, y sobrepasar esa edad, ya es otra cosa. Pero ocurrir ocurre, y principalmente se debe a los hábitos de vida, aunque también se ven implicados ciertos factores genéticos.

Hay estudios de heredabilidad que estiman que llegar más allá de los cien años depende en una tercera parte de nuestros genes. Los dos tercios restantes se deben a cómo vivimos, lo cual en parte también influye en la actividad de nuestro genoma a través de las denominadas variaciones epigenéticas.

LA CLAVE PARA VIVIR 105 AÑOS PUEDE ESTAR EN NUESTROS GENES

La ciencia no deja de sorprendernos, y esta vez lo hace a través de un trabajo recién publicado en el que se muestra qué hay de diferente, a nivel del código genético, en personas con 105 años o más cuando se comparan con individuos sanos de 68 años de edad.

Hay estudios de heredabilidad que estiman que llegar más allá de los cien años depende en una tercera parte de nuestros genes. Foto: Juan Ignacio Roncoroni, EFE

Pues bien, mediante técnicas de secuenciación del genoma en alta resolución, se han detectado cinco mutaciones genéticas en el ADN del grupo centenario. Se trata de mutaciones que principalmente afectan a dos genes (STK17A y COA1) implicados en cómo las células reparan el ADN dañado y en los procesos de oxidación y respiración celular. Ya se sabía que entre los mecanismos asociados a la longevidad están la capacidad de reparación del ADN y los procesos de estrés oxidativo. Pero en este estudio se presentan qué mutaciones en concreto están relacionadas con la longevidad.

LA EDAD BIOLÓGICA Y LA EDAD CRONOLÓGICA

Todos conocemos a personas que, con la misma edad, tienen un aspecto más envejecido o más joven, según el caso. Y es que no es lo mismo la edad biológica que la edad cronológica.

La edad biológica se podría definir como el mejor estimador posible que permite predecir el estado de salud y la esperanza de vida de una persona. La edad cronológica es, simplemente, el tiempo que transcurre desde el nacimiento.

Hoy por hoy no existe una única molécula o parámetro fisiológico que, como biomarcador, pueda identificar de modo inequívoco la edad biológica. El envejecimiento ocurre como un efecto acumulativo complejo en el que se ven alterados múltiples y diferentes procesos moleculares, fisiológicos y cognitivos. Además, todos esos procesos tienen lugar a distintos niveles; es decir, se ven alteradas nuestras células, los tejidos, los órganos y los sistemas, y no todos del mismo modo ni al mismo tiempo.

Así pues, llegar a estimar la edad biológica requiere un abordaje también complejo que permita integrar y extraer conclusiones de la multitud de datos que hoy día se pueden obtener de los análisis de todos los procesos que se ven afectados.

Probablemente, el procedimiento más popular y fundamentado para detectar la edad biológica es el denominado “reloj de envejecimiento por metilación del ADN” o “reloj epigenético”, a partir del cual hay resultados que muestran que se puede predecir el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad tales como la diabetes, las alteraciones cardiacas y algunos tipos de cáncer agresivos.

DIETA Y EL ESTILO DE VIDA PARA REDUCIR EN TRES AÑOS LA EDAD BIOLÓGICA

También es bien conocido que los hábitos de vida y el ejercicio están relacionados con vivir más y mejor.

El envejecimiento ocurre como un efecto acumulativo complejo en el que se ven alterados múltiples y diferentes procesos moleculares, fisiológicos y cognitivos. Foto: Ilse Huesca, Cuartoscuro

Un estudio reciente propone que, con llevar a acabo un programa de tratamiento de sólo ocho semanas, se puede reducir en unos tres años la edad biológica. La intervención se llevó a cabo en un grupo de 43 personas con edades comprendidas entre los 50 y los 72 años, y se centró en la dieta, el sueño, el ejercicio, la relajación y suplementos como probióticos y fitonutrientes.

A través del reloj epigenético, las prácticas de alimentación y el estilo vida se reflejan en los patrones de metilación observados en el ADN. Lo que significa que estos hábitos influyen sobre la edad biológica. No obstante, sería necesario llevar a cabo estudios de mayor escala y duración para confirmar los resultados que se indican.

ENVEJECER CON SALUD ES POSIBLE

Las personas centenarias y supercentenarias pueden presentar y mantener capacidades cognitivas y físicas extraordinarias. Aunque depende del país, el porcentaje de personas centenarias sin demencia parece estar entre el 20 por ciento y el 55 por ciento.

Ejemplos son el de la señora de 118 años que en, un test neuropsicológico, puntuó incluso ligeramente mejor a lo largo de los seis meses que duró la prueba. O el de la mujer de 113 años cuya puntuación en otro tipo de test era el equivalente al de adultos sanos de 60 a 75 años de edad. Cuando esta última falleció, a los 115 años, no se detectó ningún tipo de patología cerebrovascular ni ateroesclerosis significativa, y sólo una ligera cantidad de agregados que se suelen relacionar con demencias, aun no padeciendo demencia en vida.

Como se indica, un envejecimiento saludable y sin demencia es posible, incluso con la presencia de lesiones detectadas tras el fallecimiento. Por lo tanto, es necesario que se establezcan e implementen medidas e intervenciones adecuadas para estas personas tan longevas, de modo que se promueva al máximo su bienestar cognitivo, físico, social, cultural y emocional.

Dijo Santiago Ramón y Cajal que “la vejez es una enfermedad crónica, necesariamente mortal, que todos debiéramos evitar y que, sin embargo, todos deseamos”. Al menos, que envejezcamos con salud.

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Ageotipos: ¿Realmente podemos predecir la forma en que envejeceremos?

domingo, junio 13th, 2021

En 2020, un estudio planteó cuatro ageotipos, perfiles básicos de cómo envejecen las personas. La noticia abrió la posibilidad de posibles tratamientos enfocados al genotipo de cada persona para llegar de la forma más saludable a la edad adulta, sin embargo ¿realmente es posible confiar en los ageotipos para determinar cómo envejecemos? Dos expertos responden.

Por José T.Boyano
Profesor Asociado de Psicología. Orientador Educativo, Universidad de Málaga

Inés Moreno González
Profesora e Investigadora Ramón y Cajal en Enfermedades Neurodegenerativas, CIBERNED, IBIMA, Universidad de Málaga

Madrid, 13 de junio (The Conversation).- En una reunión de antiguos compañeros, el reencuentro después de tantos años hace que las comparaciones sean inevitables. En Gabi, apreciamos cierto sobrepeso. Irene, bastante más delgada, se queja de molestias intestinales. Zoilo se mueve con cierta dificultad. Andrea baila sin parar, sin duda conserva la vitalidad de “sus años mozos”.

No cabe duda de que el tiempo afecta a cada uno de forma diferente. Pero, ¿existen causas genéticas? ¿Podemos predecir nuestra forma de envejecer?

En 2020 se hizo viral una noticia sobre el envejecimiento. Llegaba desde California, del laboratorio de Michael Snyder. Un equipo de nueve genetistas había analizado patrones moleculares profundos en 106 personas durante cuatro años, tomando muestras cada tres meses. Algunos envejecían rápidamente, otros con lentitud, y otros mejoraban en algún aspecto con el paso de los años.

Con las muestras recabadas, elaboraron un perfil molecular de cada individuo. En cada persona encontraron marcadores moleculares específicos. A la vista de los resultados, Snyder describió cuatro formas básicas de envejecer:

-El tipo metabólico, que se caracteriza por deficiencias en el procesamiento y detección de los nutrientes. Y tiene propensión a enfermedades como la diabetes.

-El tipo inmune tiende a ver afectado su sistema inmunológico, que se debilita antes y eso hace que se inflame fácilmente.

-Los tipos hepático y nefrótico, que presentan disfunciones en el hígado o el riñón, respectivamente.

Según Snyder, en el futuro estos cuatro ageotipos podrían guiar los tratamientos, favoreciendo una medicina más personalizada. A su entender, si detectamos qué partes de nuestro cuerpo envejecen más rápido, podemos utilizar fármacos para enlentecer el proceso.

Sin embargo, aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo. Los procesos de envejecimiento son complejos, porque abarcan mecanismos genéticos (desgaste de telómeros, inestabilidad del ADN), procesos celulares (disfunción mitocondrial, senescencia celular y otros) y aspectos funcionales (inflamación y agotamiento de células madre).

Quizás demasiado complejo para encasillarnos en sólo cuatro modos de envejecer.

¿EN QUÉ CONSISTE ENVEJECER?

El envejecimiento es un proceso gradual, espontáneo. Se inicia desde que nacemos, prologándose toda la vida, e implica la disminución progresiva de habilidades motoras, intelectuales y fisiológicas. Los cambios que acompañan este proceso son, hoy por hoy, inevitables.

Es tremenda la cantidad de modificaciones que se producen en nuestro cuerpo al cumplir años. La piel se vuelve más delgada y pierde elasticidad, aparecen arrugas, el pelo se torna gris y tiende a caerse, la densidad de los huesos disminuye…

Simultáneamente, decaen los reflejos y la agudeza sensorial, sobre todo en vista y oído. El corazón bombea menos sangre, los pulmones tienen menos capacidad, el sistema reproductor sufre variaciones en los niveles hormonales y el sistema nervioso central se ve afectado. Además de que otros órganos internos también pueden sufrir disfunciones.

En cuanto al cerebro, el envejecimiento normal implica una pequeña atrofia cerebral (menor tamaño del cerebro), pérdida de determinados tipos de neuronas, disminución de la neurogénesis (capacidad de generar nuevas neuronas), así como la acumulación de sustancias nocivas.

Es tremenda la cantidad de modificaciones que se producen en nuestro cuerpo al cumplir años. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Asimismo, pueden darse cambios en la producción de hormonas y neurotransmisores, que afectan las conexiones neuronales y la capacidad de formar nuevas conexiones.

EDAD CRONOLÓGICA VS. EDAD FISIOLÓGICA

Esto es lo que, a grandes rasgos, implica envejecer. Sin embargo, no todos sufrimos el proceso de la misma manera. Hay personas que envejecen mejor que otras.

Por eso distinguimos entre la edad cronológica, que es la que figura en el DNI, y la edad biológica, que indica nuestro estado físico y mental. Las personas que parecen no envejecer, que “llevan mejor los años”, tienen una edad biológica similar que la cronológica. A esto se le ha denominado envejecimiento exitoso, frente al patológico. La razón, sin embargo, aún no está clara. Pero podría deberse a multitud de factores, tanto genéticos como ambientales.

Lo que parece indiscutible es que el envejecimiento está íntimamente ligado a la aparición de enfermedades, cuya incidencia y severidad se incrementan con la edad.

ESTRATEGIAS SALUDABLES

Estamos al principio del camino. Hemos iniciado la comprensión de las causas profundas del envejecimiento, pero aún no se conocen bien las bases moleculares del envejecimiento.

En cuanto a los ageotipos, tienen carencias importantes. De momento quedan fuera de la ecuación factores psicológicos y emocionales. Y también faltan por definir algunos ageotipos, por ejemplo el relacionado con la vulnerabilidad cardiovascular.

La buena noticia es que, sea cual sea nuestro ageotipo, hay una serie de actividades y hábitos cotidianos comunes a toda la población que le paran los pies al envejecimiento. La receta no es otra que controlar las enfermedades crónicas –cardiovasculares y diabetes sobre todo–, practicar ejercicio físico, apostar por la estimulación cognitiva, mantener las relaciones sociales, evitar el consumo de sustancias nocivas y optar por una dieta baja en calorías vacías.

Si nos comprometemos con un estilo de vida saludable, la bola de cristal le anunciará más años y, sobre todo, mayor bienestar y calidad de vida.

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Qué es el estrés oxidativo y por qué es el culpable de acelerar el envejecimiento de las personas

lunes, abril 5th, 2021

En el caso del estrés oxidativo, el cuerpo de los mamíferos (entre los que se incluyen los humanos) tiene mecanismos que se ocupan de controlar este “desafortunado” procedimiento. Es cierto que siempre nos oxidamos. La clave está en tener controlado el exceso de elementos nocivos. Dicho de otra manera, hay que mantener a raya lo que produce daños.

Por Rafael Franco
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Universitat de Barcelona

Estados Unidos, 5 de abril (The Conversation).– Cuando Rafael decidió pedir un plato de habas durante la cena de un congreso de trabajo, un compañero de profesión le comentó: ¡Hoy vas a hacer trabajar a tus eritrocitos (también llamados glóbulos rojos)!

El comentario le sorprendió, dado que siempre había entendido que las habas tenían un carácter antioxidante que ayudaba a mejorar los procedimientos del estrés oxidativo. Este se desarrolla en el cuerpo con el paso de los años. Pero la realidad muestra que las habas también contienen oxidantes o pro oxidantes como la vicina o la convicina, por lo que su consumo produce un incremento del estrés oxidativo.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS OXIDATIVO?

El estrés oxidativo es consustancial a la vida en el planeta Tierra. La vida animal existe porque hay oxígeno en la atmósfera. La oxidación produce efectos no deseables y, entre ellos, encontramos el denominado “estrés oxidativo”.

En primer lugar, hay que indicar que este procedimiento es tan normal como ir a la playa, bañarte y salir mojado del agua. Con el tiempo acabarás secándote. Evidentemente, el tiempo que tardes dependerá de si hace sol o está nublado, de si es invierno o verano y de si utilizas una toalla o permaneces bajo la sombrilla. Pero acabarás haciéndolo.

El estrés oxidativo tiene lugar cuando se producen en nuestro cuerpo compuestos que no son útiles para la vida (radicales libres, agua oxigenada, etc.). Cuando su presencia es excesiva, reportan consecuencias negativas porque alteran, por ejemplo, la funcionalidad de la membrana. Si las membranas se rompen, las células se mueren y la enfermedad aparece.

En un individuo sano y con unas pautas adecuadas de alimentación y de estilo de vida, el estrés oxidativo se puede minimizar. No por completo, pero se puede controlar.

EL ESTRÉS OXIDATIVO, LIGADO AL ENVEJECIMIENTO 

Cuando el organismo envejece, los mecanismos de control del estrés oxidativo dejan de funcionar correctamente. Ocurre lo mismo con el resto de mecanismos que mantienen las constantes vitales (el término correcto en la jerga científica es “homeostasis”). Ocurre algo similar en, por ejemplo, personas que tienen obesidad.

Por tanto, es una falacia que el hombre pueda ser inmortal. La muerte puede ocurrir, incluso, sin ninguna enfermedad. Podemos morir de vejez cuando los mecanismos de control de la homeostasis ya no pueden mantener a esa persona con vida.

Volviendo al ejemplo del principio, nos preguntamos: ¿es malo comer habas para controlar el estrés oxidativo? En absoluto, el proceso es más complejo ya que el estrés oxidativo que se produce a nivel de glóbulos rojos (y de otras células de nuestro organismo) se controla de manera automática. A mayor estrés oxidativo, mayor actividad de los mecanismos de control.

Hay una enfermedad, por ejemplo, que tiene que ver con problemas a la hora de gestionar el estrés oxidativo de los eritrocitos específicamente. Se llama favismo y se pone de manifiesto cuando se comen habas.

Los síntomas son mayores o menores según el tipo de mutación genética y de la cantidad de habas consumidas. Las crisis por consumo de habas producen una hemólisis aguda (desintegración de los glóbulos rojos) por destrucción de la membrana de estas células al tomar medicación oxidante.

La hemólisis en estos mismos pacientes se puede producir también por la ingesta de determinados medicamentos, como por ejemplo la cloroquina, que se utiliza contra la malaria.

 EQUILIBRIO PARA RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO 

Siguiendo con el ejemplo de bañarse en la playa, el favismo sería equivalente a no poder secarse por falta de toalla, de sol, etc. Si la persona no es capaz de secarse por sus propios medios, ha de acudir a un hospital para que le pongan remedio a la situación creada por la ingesta de habas o por tomar cloroquina.

Para hacernos una idea de cómo funcionan estos mecanismos de control que luchan contra el estrés oxidativo, podemos pensar en una balanza. Es decir, al mismo tiempo que producimos sustancias de estrés oxidativo (por ejemplo, radicales libres), activamos controladores específicos o producimos sustancias (reductoras) que inactivan las sustancias nocivas. Si el sistema deja de estar engrasado, como sucede durante la vejez, la balanza se desequilibra hacia la producción de sustancias pro oxidantes.

Al envejecer, el mecanismo de control del estrés oxidativo y de otras células en todo el cuerpo humano se resiente. Merece la pena recordar que el ser humano no tenía previsto vivir tantos años como lo hace ahora, por lo que debemos encontrar la manera de alargar la vida útil de los procesos de detoxificación.

CÓMO PROTEGERSE DEL ESTRÉS OXIDATIVO

Obviamente, los comportamientos sedentarios influyen negativamente en este proceso. Hay que tener siempre en marcha la maquinaria para que todo esté engrasado. Es importante caminar, hacer deporte, ejercitar el cerebro, etc. para ralentizar la oxidación y, con ello, el estrés oxidativo y la pérdida de homeostasis.

En resumen, el envejecimiento afecta a todos nuestros procesos orgánicos. Si no ponemos de nuestra parte, la dishomeostasis es más severa y el estrés oxidativo más abundante y dañino.

Para estar en forma hay que hacer ejercicio y, análogamente, hay que buscar la manera de estar preparados y tener engrasados los mecanismos innatos de detoxificación de los productos derivados del estrés oxidativo. Tomar el sol sirve para producir vitamina D, comer zanahorias para tener vitamina A y comer habas para que funcionen los mecanismos de detoxificación.

De momento, algunas pautas que sugerimos los científicos, como incluir antioxidantes en la dieta, no está dando los frutos apetecidos. Por tanto hay que llevar una vida sana y mantener una dieta equilibrada.

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Las personas de la tercera edad con mayor nivel educativo suelen envejecer mejor y con más salud

domingo, agosto 9th, 2020

La investigación ha evidenciado que las personas mayores con alto nivel educativo (con educación universitaria) tendrían hasta 10 puntos de salud más (sobre una escala de 100 puntos) que una persona mayor de su misma edad que tenga bajo nivel educativo.

MADRID, 09 de agosto (EUROPA PRESS).- Un estudio liderado por investigadores del King’s College London (Reino Unido) en el que participan múltiples instituciones de 11 países europeos, entre las que se cuentan la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Parc Sanitari Sant Joan de Déu y el CIBER en sus áreas de Salud Mental (CIBERSAM) y Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) ha demostrado que las personas mayores con mayor nivel educativo y renta suelen envejecer mejor y con más salud.

El trabajo, que forma parte del proyecto europeo “ATHLOS”, destinado a identificar los factores que llevan a un envejecimiento saludable y con calidad de vida, analiza múltiples factores asociados a la salud (capacidades físicas, salud mental, enfermedades crónicas o déficits sensoriales) en una muestra de más de 140 mil personas mayores de todo el mundo.

“El estudio pretende obtener una visión de lo que es envejecer, basada no tanto en la edad sino en la salud. El objetivo es extraer conclusiones a partir de estudios poblacionales de envejecimiento realizados a lo largo del mundo”, han explicado los autores, cuyo estudio ha sido publicado en la revista The Lancet.

En concreto, la investigación ha evidenciado que las personas mayores con alto nivel educativo (con educación universitaria) tendrían hasta 10 puntos de salud más (sobre una escala de 100 puntos) que una persona mayor de su misma edad que tenga bajo nivel educativo. Asimismo, una persona con alto nivel de ingresos podría presentar más de 8 puntos de nivel de salud que una persona con baja nivel de ingresos de su misma edad.

“Este efecto es universal detallan los autores, ya que se observó en personas mayores de todos los países estudiados, entre otros: España, Reino Unido, Estados Unidos y Japón. Asimismo, se corroboraron dos efectos clásicos cuando se mide la salud de personas mayores: generalmente a mayor edad peor salud, con un decremento acusado a partir de los 80 años; las mujeres mayores suelen mostrar mejores niveles de salud que los hombres de la misma edad”, han recalcado los expertos

El estudio parte de una metodología analítica que usa datos procedentes de ocho estudios representativos de la población de personas mayores de cuatro continentes (Europa, Asia, América y Oceanía). Además, el procedimiento estadístico usado permitió controlar los efectos de la generación, dado que había personas nacidas en diferentes décadas de finales del siglo XIX y casi hasta mediados del siglo XX, encontrándose así personas nacidas en época de posguerra y otras en épocas de bonanza.

“La principal conclusión que se desprende de este estudio es que la educación tiene una capacidad protectora en la salud cuando nos hacemos mayores. La educación suele conllevar, como ya se ha dicho, la búsqueda de mayores fuentes de ingresos y prosperidad económica”, han insistido los expertos, para señalar que una persona con mayor nivel educativo puede tener más recursos y mayor concienciación para poder resolver sus necesidades de salud antes, evitando así un agravamiento en la problemática que le acaecía.

Ambrosia, el ensayo clínico que inyecta sangre joven a personas de 60 años para combatir el envejecimiento

viernes, septiembre 1st, 2017

El revolucionario método ya ha provocado muchas dudas en la comunidad científica, que advierte de que el procedimiento no está probado y critica el experimento por no incluir un grupo placebo.

Según el médico, el tratamiento podría ayudar a mejorar cosas como el aspecto. Fotos: EFE

Ciudad de México, 1 de septiembre (RT/SinEmbargo).- Más de 100 personas ya se han sometido al ambicioso ensayo clínico de Ambrosia, una “start-up” californiana que ofrece transfusiones de sangre de adolescentes a pacientes con una edad media de 60 años.

Las transfusiones se están vendiendo por unos 8 mil dólares por inyección, y, según la compañía estadounidense, pueden ayudar a combatir el envejecimiento.

En el marco del estudio de la empresa, fundada el año pasado por el médico Jesse Karmazin, al paciente se le inyectan dos litros y medio de plasma procedente de los bancos de sangre, a poder ser una mezcla de varios donantes adolescentes.

“LA CIRUGÍA PLÁSTICA DEL INTERIOR”

Karmazin se ha mostrado satisfecho con los primeros resultados del experimento, señalando a The Sunday Times que el tratamiento es “como la cirugía plástica del interior” y afirmando que los pacientes tienen mejor aspecto “después de un solo tratamiento”.

Según el médico, el tratamiento podría ayudar a mejorar “cosas como el aspecto o la diabetes o el funcionamiento del corazón o la memoria”, que son “aspectos del envejecimiento que tienen una causa común”.

“No estoy en posición de decir que nos proporcionará la inmortalidad, pero creo que está muy cerca”, apunta Karmazin.

“ESTÁN ABUSANDO DE LA CONFIANZA DE LOS PACIENTES”

Sin embargo, el revolucionario método ya ha provocado muchas dudas en la comunidad científica, que advierte de que el procedimiento no está probado y critica el experimento por no incluir un grupo placebo, así como por obligar a los pacientes a pagar por participar en el estudio.

Además, aunque el estudio se apoya en una investigación de 2014 que sugiere que el plasma de ratones jóvenes inyectado en ratones viejos mejora su memoria y la capacidad de aprender, el propio autor de ese estudio, el neurocientífico Tony Wyss-Coray, sostiene que no hay “pruebas clínicas” de que el tratamiento sea beneficioso.

“Básicamente están abusando de la confianza de la gente y de las emociones que suscita este tema”, señaló Wyss-Coray a la revista Science el año pasado.

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¿Cómo envejecer saludablemente en México? Por primera vez se aspira a más de 60 años, dice estudio

martes, diciembre 6th, 2016

El envejecimiento es un fenómeno complejo que conduce a la diversidad, que tiene que ver con determinantes genéticos, ambientales, económicos y sociales. El tema en México pone en relieve los desafíos a los que se enfrenta el país para un envejecimiento saludable.

Con respecto al reporte presentado por el Inger, la doctora Marcela Agudelo explica que se trata de una oportunidad para poder visibilizar el tema del envejecimiento en México. Foto: Cuartoscuro

Con respecto al reporte presentado por el Inger, la doctora Marcela Agudelo explica que se trata de una oportunidad para poder visibilizar el tema del envejecimiento en México. Foto: Cuartoscuro

Por Carmen Báez

Ciudad de México. 5 de diciembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Lo declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través del Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud publicado en 2015: por primera vez en la historia, una gran proporción de la población puede aspirar a vivir hasta los 60 años o más; mientras que para 2050 habrá más personas octogenarias.

El acelerado incremento del envejecimiento a nivel mundial es un fenómeno considerado por los especialistas como “el mayor y más fuerte cambio demográfico de las últimas décadas”. Estimaciones de la Secretaría de Salud (SSA) indican que dentro de 15 años uno de cada cuatro mexicanos tendrá 60 años o más, situación que obliga a tomar acciones e impulsar la cultura del envejecimiento saludable.

El término del envejecimiento saludable consiste en fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Marcela Agudelo Botero, doctora en ciencias médicas e investigadora del Instituto Nacional de Geriatría (Inger), indica que el concepto, el cual ha evolucionado a través de los años, no se limita a los aspectos relacionados con la salud y las condiciones físicas y mentales de la población, sino que involucra las oportunidades que este grupo poblacional tiene para su desenvolvimiento.

En México, el Inger realiza estudios sobre el envejecimiento poblacional y el desarrollo de elementos que conjunten las capacidades de profesionales para contribuir a la resolución de la problemática de salud que presentan las personas adultas mayores. En 2010, formó la Red Temática sobre el Envejecimiento, Salud y Desarrollo Social, conformada por alrededor de 160 investigadores miembros, y cuyos grupos de trabajo han contribuido a la generación de información que dé sustento a la apertura de nuevas vías de investigación alrededor de la gerociencia, un nuevo concepto que pretende comprender la relación entre los procesos biológicos y la enfermedad durante el envejecimiento.

De acuerdo con Luis Miguel Gutiérrez Robledo, doctor en ciencias médicas y director del Inger, uno de los objetivos de estas iniciativas es cerrar la brecha que hay entre la esperanza de vida actual, que es de 75 años para los mexicanos, y la esperanza de vida en salud, que es de 13 años.

Como parte de estas actividades, recientemente el Inger publicó el documento Hechos y desafíos para un envejecimiento saludable en México, información que evalúa el estado de las personas adultas mayores y pone en relieve los desafíos a los que se enfrenta el país para un envejecimiento saludable.

UN RETO PARA MÉXICO

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, quien también es miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), admite que el reto más importante para el sistema de salud en México es reconocer el envejecimiento como tal: un reto.

Aunque en el ámbito de la salud se habla cada vez más del tema, Gutiérrez Robledo reconoce que no se han realizado acciones concretas en respuesta al fenómeno del envejecimiento. A pesar de que en México se creó la especialidad de geriatría en 1995, en la actualidad hay menos de 200 espacios de consulta especializada en todo el país, aun cuando hay 600 especialistas.

“Necesitaríamos 10 veces más para cubrir las necesidades, pero es un número muy razonable con respecto al resto de América Latina. Nos toca desde el instituto crear un espacio de formación para promotores de salud, profesionales de atención primaria de personas mayores; estamos generando un programa de formación en cuidados paliativos y así poco a poco ampliamos nuestra oferta académica”, indica el médico internista y geriatra.

LINEAS DE ACCIÓN PARA ENVEJECIMIENTO SALUDABLE

El Instituto Nacional de Geriatría, basado en el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud de la OMS, ha propuesto cinco estrategias para propiciar el envejecimiento saludable en México. La primera de ellas tiene que ver con los cambios demográficos que han ocurrido para que el contingente de adultos mayores represente aproximadamente 10 por ciento de la población.

La doctora Marcela Agudelo Botero explica que las siguientes líneas estratégicas están enfocadas en “conocer la carga de la enfermedad y el impacto que tiene en los años de esperanza de vida, así como la carga económica y social que representa para los países desarrollados. El tercer punto tiene que ver con el impacto de la mortalidad y discapacidad”.

En este sentido, Marcela Agudelo Botero, candidata a investigadora del SNI, expresa que la población adulta mayor, al igual que otros grupos poblacionales, tiene una importante carga de padecimientos crónicos degenerativos en los que coexisten aquellos que son altamente prevenibles o evitables.

Las principales causas de mortalidad para 2014 en la población de 60 años o más fue la diabetes mellitus, seguida por las enfermedades sistémicas. Sin embargo, afirma, los padecimientos crónicos en esta población representan alrededor de 65 por ciento. “Esto nos habla de una importante concentración de ciertas patologías que son claramente identificables en el perfil”.

Otro de los puntos estratégicos tiene que ver con crear entornos amigables con las personas mayores; eliminar los prejuicios y estereotipos negativos acerca de este grupo poblacional.

En este punto, la investigadora del Inger explicó que en México hay un carga de la percepción muy negativa de los adultos mayores, principalmente porque son considerados poco útiles para la sociedad. Este tipo de estereotipos negativos daña su bienestar físico y emocional. “A partir de que llegan a un umbral de edad —en este caso para México es de 60 años—, incluso los adultos mayores se sienten viejos mucho antes de llegar a la sexta década de la vida”, dice.

Para la especialista en estudios de población por El Colegio de México (Colmex), posiblemente una de las formas de cambiar estos estereotipos es pensar la vida como un curso continuo sin limitaciones por condiciones, características y edad y no como un periodo de vida. “Las segmentaciones son límites que la sociedad ha fijado para determinadas cosas, y que de alguna manera se han malinterpretado; cuando una persona ha cumplido 60 años asumimos que ya no puede hacer sus actividades cotidianas y, por tanto, necesita de cuidados. De alguna manera pasa a tratárseles como niños y creamos una carga social innecesaria”, explica la especialista Marcela Agudelo.

En este sentido, señaló que en México 70 por ciento de las personas de 60 años o más son totalmente autónomas, es decir, continúan con sus actividades de manera normal e independiente, mientras que el otro 30 por ciento de la población llega en condiciones desfavorables de salud.

“La edad no importa, importa la capacidad intrínseca y cómo esta se expresa como capacidad funcional, dependiendo de las características del entorno que puede ser adverso o favorable. Hemos modificado el entorno a nuestro favor y ganado mucho en capacidad intrínseca y por eso nuestra esperanza de vida se ha duplicado”, detalla la especialista.

Otra de las propuestas del Inger para el envejecimiento saludable es el desarrollo de un sistema nacional de cuidados, y es que la falta de un sistema de cuidados de largo plazo relega esta responsabilidad a los hogares. De acuerdo con la especialista Marcela Agudelo, 80 por ciento de las cuidadoras son mujeres, esto implica que tiene que dejar de trabajar. “Un 17 por ciento del PIB es destinado a cuidado, es decir el gasto no remunerado. Esto es equiparable con el gasto de hospitalización de esta población”, agrega.

FACTORES QUE CONDICIONAN EL ENVEJECIMIENTO

El envejecimiento es un fenómeno complejo que conduce a la diversidad, que tiene que ver con determinantes genéticos, ambientales, económicos y sociales.

“En general, se admite que el peso relativo de los determinantes económicos y sociales es de 70 por ciento. El 25 por ciento tiene un determinismo genético y hoy hay un consenso respecto a que el fenómeno no es un fenómeno biológico programado, no es que estemos programados para envejecer, sucede como resultado de una serie de condiciones que se van suscitando a través del tiempo, que se manifiestan como estocásticos técnicamente aleatorios, que afectan el proceso de cada quien de una manera distinta”, comenta.

Sin embargo, afirma que esto tiene sus excepciones pues se han percatado que los supercentenarios tienen una proporción mayor de determinismo genético y una mayor probabilidad de alcanzar los 105 o 110 años que el resto de la población. Para quien tiene un familiar de más de 105 años, tiene 30 por ciento de probabilidades de llegar a esa edad. Pero para quien tiene un familiar de 90 años, sus posibilidades de alcanzar la misma edad es de tres por ciento.

UNA MIRADA AL TEMA DEL ENVEJECIMIENTO

Con respecto al reporte presentado por el Inger, la doctora Marcela Agudelo explica que se trata de una oportunidad para poder visibilizar el tema del envejecimiento en México.

“Lo que sigue es profundizar de manera muy concreta las cinco estrategias antes mencionadas y seguir generando evidencias desde la perspectiva de curso de vida, y predecir cómo se conjugan los aspectos sociales, económicos y culturales en el envejecimiento. No hay una manera de envejecer, la forma en la que cada uno llega a esa etapa de la vida dependerá de muchos factores. Es un poco entender cuáles son los elementos que facilitan un envejecimiento saludable”, comenta.

Actualmente, el grupo de investigación del Instituto Nacional de Geriatría, en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública, trabaja en la estimación de la carga de la enfermedad y la discapacidad de las personas mayores de cada entidad federativa.