En 2018 se prevé que las gigantes petroleras como Exxon Mobil, Shell y Chevron vendan gasolina en México y compitan con las 11 mil 439 estaciones que tiene Pemex distribuidas en el país. Asimismo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que 2016 arrancará con un precio de gasolina magna de 13.16 pesos por litro, 13.98 la premium y el diésel en 13.77 pesos.
Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– En septiembre pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció el plan para liberar el precio de los combustibles con base en el mercado internacional y en el Paquete Económico 2016 se estableció que se realizaría gradualmente hasta el 2018. Asimismo, la Reforma Energética estableció la comercialización de gasolina extranjera en el país, por lo que en un contexto de bajos precios de petróleo, México se prepara para la entrada de las grandes petroleras.
El Gobierno federal anunció que parte del proyecto para reducir el precio de la gasolina contempla que a partir de enero de 2016 inicie la libre importación de combustible en territorio mexicano, aunque los resultados podrían verse dentro de dos años.
«Si se tiene una entrada voraz de estaciones de servicio se tiene más competencia y precios más bajos”, y ante la futura implementación de gasolineras “es una cuestión de que haya un trazo urbano racional» para su distribución, comentó Miriam Grunstein, académica de la Universidad de Nuevo León y especialista en mercado de hidrocarburos, a SinEmbargo.
Por su parte, la Dirección Comercial de Pemex Transformación Industrial anunció que ya negocia con grupos de empresarios locales el suministro de gasolinas con el objetivo de poder instalar nuevas gasolineras que competirán con las 11 mil 439 que tiene Petróleos Mexicanos (Pemex) distribuidas en el país y que abastecerán del energético importado, el cual es cada vez es más necesario para alimentar el parque vehicular ya que México se ha convertido en un país netamente importador de este combustible.
Datos de la Balanza Comercial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) detallan que de enero a noviembre de 2015 las importaciones petroleras sumaron un total de 30 mil 613 millones de dólares, contra 22 mil 218 millones de dólares registrados por exportaciones ya que Estados Unidos, su principal comprador, se ha vuelto más independiente mediante la producción de esquisto.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) reveló que en tan sólo una década, el país vecino del norte se convirtió en el principal exportador neto de petróleo y México en su principal comprador.
De acuerdo con una publicación de Bloomberg de octubre pasado, “Estados Unidos se convirtió en el principal exportador neto de petróleo a México por primera vez en 20 años, debido a que la producción de los yacimientos de esquisto empujó al mayor consumidor del mundo hacia la independencia energética”.
Según el Gobierno federal, con el inicio de la libre importación de gasolinas las empresas productivas, así como los órganos reguladores, se preparan para la implementación ordenada de la Reforma Energética.
En esta apertura de comercialización de energéticos se espera la entrada de las grandes petroleras como Exxon Mobil, Shell, Chevron, entre otras, que aún no han sido reveladas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de este país ni su dinámica de precios.
En ese sentido, la especialista Miriam Grunstein explicó que “las reglas de competencia serán las de mercado abierto; los permisos para crear estaciones de servicio los va a otorgar la CRE y tendrá que sacar disposiciones administrativas, asimismo tendrá que ver también la Comisión Federal de Competencia Económica y ahí sí será un precio de libre mercado”.
LOS GIGANTES PETROLEROS
De acuerdo con cifras de Pemex, al cierre de septiembre de 2015 la demanda diaria de gasolina en México fue de 786 mil barriles, de los cuales el 47 por ciento se producen en las refinerías de la petrolera mexicana y el 53 por ciento restante se trae del extranjero. Ante este panorama se prevé que las empresas que dominan el mercado energético se interesen por establecer en territorio su propio abastecimiento del combustible.
Exxon Mobil
De acuerdo con la lista de las 15 empresas más importantes del mundo en el mercado de hidrocarburos de Forbes, la estadounidense ocupa el lugar número uno tras registrar un monto de 420 mil millones de dólares en ventas y un valor de mercado por 400 mil mdd y opera en 40 países con 29 mil estaciones de servicios.
La compañía se formó en 1999 tras la fusión de Exxon y Mobil, ambas firmas ya consolidadas en las exploración, producción, refinación y distribución de petróleo crudo, gas y derivados.
Royal Dutch Shell
La holandesa comenzó a operar en 1980. Tiene un valor de mercado por 213 mil millones de dólares, de acuerdo con Forbes; cuenta con 467 mil millones de dólares en ventas y está presente en 70 países.
En 1919 Shell compró Petróleo el Águila y dos años después conformó Shell Mex LIimited. Diez años más tarde Shell-Mex fusionó sus operaciones de mercado en el Reino Unido con las de la British Petroleum y creó la Shell-Mex and BP, pero ambas marcas se separaron en 1975.
De acuerdo con Forbes, Shell opera en más de 70 países, cuenta con alrededor de 87 mil empleados y 50 por ciento de su producción es de gas natural.
En octubre de 2013, la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) reveló que “Shell afirmó que hay más oportunidades de explotación de nuevos campos de petróleo en el mundo que recursos financieros para desarrollar esos proyectos y que las compañías líderes tienen gran interés en participar en México, aliadas con un Pemex fuerte”.
Chevron
La firma estadounidense se formó desde 1911 en California, opera en 180 naciones y tiene ventas por 222 mil millones de dólares con un valor de mercado por 232 millones de dólares.
Chevron figura en la lista de las compañías más importantes de la industria petrolera y de gas natural en el mundo. Sus subsidiarias son Dynergy, con el 27 por ciento de participación; y Texaco Inc y Unocalr corp, ambas con el 100 por ciento.
“Estaría bien tener una mayor afluencia de gasolineras porque el usuario puede elegir quién te da servicio, con qué calidad y a qué precio […] y habrá que ver qué servicios relacionados brindan las estaciones para hacerlo atractivo. Finalmente la calidad del hidrocarburo es algo que el usuario sabe poco y generalmente las personas se van por el precio”, dijo la académica de la UNL.
Es posible la llegada de gasolineras de América Central en zonas de Chiapas o QuintanRoo, agregó. “Como los centroamericanos no tienen refinación, cuentan con estrategias logísticas muy eficientes de suministros de hidrocarburos; lo único que necesitan es cruzar la frontera y tener el permiso de importación. Son verdaderos empresarios que armaron sus propias cadenas logísticas”, expuso.
LAS REGLAS DE COMERCIALIZACIÓN
A partir de 2016, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) puede emitir permisos para la instalación de gasolineras.
El Artículo Transitorio Décimo Primero de la Ley de Hidrocarburos, indica que «la CRE es la entidad facultada para emitir los permisos de transporte, almacenamiento, distribución, expendio al público o comercialización de petrolíferos, permisos que deben ser obtenidos antes del 31 de diciembre de 2015 por todas las instancias, tanto públicas, como privadas, para que el 1 de enero de 2016 puedan seguir siendo suministradas y no sean acreedoras de sanciones por parte del Órgano Regulador Coordinado en Materia Energética”.
El órgano regulador detalla que la CRE podría cobrar para el presente ejercicio fiscal, el cual contempla una cantidad de 29 mil 648 pesos para obtener el permiso de estación de servicio para expendio de combustibles con hasta 6 módulos despachadores, así como de 4 mil 941 pesos por módulo adicional.
El permiso tiene una vigencia de hasta 30 años e implica el pago anual de un aprovechamiento por el concepto de “supervisión” de alrededor del 80 por ciento del valor del documento autorizado en 23 mil 244 pesos por la Secretaría de Hacienda y el Congreso de la Unión.
De acuerdo con el Tercer Informe de Labores de la Secretaría de Energía (Sener) 2014-2015, “la política de precios máximos al público prevé ajustes congruentes con la inflación esperada así como mecanismos de ajuste que permitan revisar el alza en los incrementos de los precios, de manera consistente con la evolución del mercado internacional”.
LIBERACIÓN DE PRECIOS
Eduardo Camero Godínez, jefe de la unidad de ingresos no tributarios de la Secretaría de Hacienda, dijo en noviembre pasado que habrá un mercado más amplio de gasolinas, pero explicó en aquel momento que para llegar a ello “hay que generar las condiciones para lograrlo” y explicó el esquema de cobros.
De acuerdo con el discurso oficial, la incursión de las privadas ayudará a que los mexicanos paguen un menor precio por el combustible que mueve a uno de los sectores más importantes del crecimiento de este país, el automotriz. Pero mientras llega el 2018, los consumidores seguirán pagando lo establecido por Pemex, el monopolio que vende la gasolina más cara en México, la cual en Texas ofertó este mes la gasolina sin plomo de 95 octanos en 1.54 dólares por galón; es decir, alrededor de 6.93 pesos por litro. En contraste, si bien no es el mismo tipo de gasolina, aquí vende la Magna y la Premium entre los 13 y 15 pesos.
En ese contexto, Hacienda informó que los precios de las gasolinas y el diésel disminuirían en 2016, pero sólo 50 centavos ya que el precio de la gasolina magna será de 13.16 pesos por litro (menor al precio de este año en 41 centavos por litro), el de la Premium de 13.98 (menor en 40 centavos), y en el caso del diésel, de 13.77 (menor en 43 centavos).
En cuanto al régimen fiscal, la SHCP explicó que el impuesto a los combustibles automotrices (IEPS) será de un monto fijo por litro de combustible y agregó que de esta manera sirve se fomenta la competencia y se evitan que surjan de nuevo subsidios regresivos, por lo que la Secretaría estableció una banda de precios máximos y mínimos que se calculará al sumar o restar al precio actual de la gasolina el 3 por ciento de la inflación anhelada para el siguiente año.
“El Estado mexicano, como ha tenido un empuñamiento tan fuerte sobre lo que han sido los precios de energéticos (tarifas eléctricas y precios de combustibles), está agotando una medida extrañamente intermedia entre una liberalización verdadera de mercado y un precio controlado por Hacienda”, opinó al respecto Grunstein.
La especialista amplió que esta medida proviene de una exigencia social por los altos costos del combustible y agregó que “todo precio y toda tarifa que no sea representativa de los costos de producción, más una utilidad razonable es malo porque manda señales muy equivocadas tanto a los productores como a los consumidores. A los primeros se les inhibe de invertir y consumidor paga más”.
Por su parte, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria alertó que con el nuevo esquema de cobro, el precio de las gasolinas podría aumentar en 2016 hasta un 18 por ciento si se toma en cuenta el precio máximo estimado al que el combustible podría aproximarse, y por los cambios avalados en la Ley de Ingresos que realizó el Congreso de la Unión.