México, 11 Jun. (Notimex).- La actuación daña el desarrollo integral de los infantes, al no permitir que construyan su propia identidad, desarrollen su imaginación y socialicen con los de su edad, afirmó la psicoterapeuta Mónica Batres Boni.
La especialista en desarrollo humano y Gestalt explicó a Notimex que aproximadamente a los ocho años, el niño o la niña comienza a construir su identidad, por lo que convivir todo el tiempo con personas adultas externas a su núcleo más cercano, puede afectarle sobremanera.
«Lo anterior depende mucho de la personalidad del infante, del ambiente en el que se desarrolla y el apoyo que su familia le brinda para que ejerza como actor», dijo en el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora este 12 de junio.
Indicó que en un set de grabación, ya sea en telenovela o cine, el menor de edad comparte su tiempo con otros actores, cuya conducta del personaje a realizar suele ser demasiado violenta o de difícil entendimiento para él.
«La actuación le priva la oportunidad de convivir con niños y afecta en la parte de socialización, porque los pequeños tienen que aprender prematuramente a desarrollar habilidades que aún no les corresponde hacer», señaló la también psicoterapeuta en juego con niños.
Aunado a esto, destacó el ambiente de estrés que genera el entorno de una producción, ya que, subrayó la experta, al pequeño actor «se le sobreestimula en tiempo y se le sobreexige que haga algo».
«Cuando en realidad para su crecimiento sano es importante la parte lúdica. Ellos necesitan jugar con infantes de su edad para identificarse, compartir, hacer uso de su creatividad e imaginación, la cual se les limita cuando un director de escena les dicta cómo decir las cosas y comportarse», indicó.
Mención aparte, subrayó, son las extenuantes jornadas de trabajo en lugares inapropiados, pues deben estar de pie o en una sola postura bajo un potente equipo de iluminación y frente a las cámaras, cuando su cuerpo continúa desarrollándose y su piel es más delgada, por lo que absorben las sustancias tóxicas con más facilidad.
Asimismo, respiran de forma rápida y profunda, de modo que inhalan más polvo y agentes patógenos transmitidos por el aire. Se deshidratan con mayor facilidad debido a una mayor exposición cutánea; además, absorben y retienen los metales pesados sin mayores obstáculos, entre otros factores.
Batres Boni también hizo énfasis en la importancia de dormir en un horario adecuado y tiempo necesarios (entre nueve y 10 horas al día) para que el menor reponga energías.
«Cuando al niño se le agrega el extra de que debe aprenderse líneas o diálogos, su mente se distrae de su principal enfoque: la escuela y el juego, por lo que muestra cansancio y sueño. Además, estas tareas le generan angustia».
Conforme avancen los proyectos para los que fue contratado, dijo, deberá viajar constantemente a locaciones. Incluso, las grabaciones se prolongan y en ocasiones no puede asistir a la escuela, por lo que comienza a retrasarse en las tareas y a reprobar exámenes.
Sin embargo, no todo es negativo, pues la psicóloga consideró que al trabajar el niño se hace responsable más rápido y alcanza un grado de maduración en corto tiempo.
«La actuación le permite desarrollar habilidades o destrezas a las que un niño normal no tiene acceso, aunque éstas no son propias de la actuación, pues se pueden establecer dinámicas de este tipo con la mamá, el papá u otros familiares», resaltó la egresada de la Universidad del Valle de México Campus Tlalpan.
Destacó la importancia de que los padres le hagan ver al niño que la actuación es una fantasía y que una vez que el director diga: «¡Corte! y ¡queda!», el niño debe regresar a su mundo en la escuela, los juegos y sus amigos.
«A los niños actores a veces se les somete a escenas de mucha agresión, por eso se recomienda que reciban atención psicológica a fin de que puedan expresar sus sentimientos ante este mundo falso y lo superen pronto, ya que se les adelanta a un ambiente que no tendrían por qué conocer todavía», indicó.
Finalmente, Mónica Batres Boni, quien suma cuatro años de experiencia como terapeuta, recomendó a los padres escuchar a sus hijos, ya que ellos no siempre desean dedicarse a la actuación.
«Por lo regular, son los papás quienes desean ver realizados sus propios sueños a través de sus hijos, lo cual es muy común en todas las áreas, no sólo en la actuación», puntualizó.