El excandidato presidencial del PAN acusó que se han tirado miles de árboles y que se ha cambiado tres veces la ruta durante la construcción del Tren Maya a pesar de que el mandatario federal prometió que no se tiraría ninguno.
Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).- El excandidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya Cortés, aseguró que la construcción del Tren Maya, proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es un ecocidio para el sureste del país.
En su crítica semanal publicada en sus redes sociales, el panista aseguró que miles de árboles han sido tirados para construirlo a pesar de que el Presidente López Obrador prometió que no se tiraría ni uno.
“Piensa en una cancha de futbol profesional del tamaño del Estadio Azteca. Mide menos de una hectárea. [López Obrador] Lleva 485 mil hectáreas deforestadas”, comparó el político.
El excandidato panista reiteró que encima del «ecocidio» y del «tiradero de dinero», han cambiado tres veces la ruta del Tren Maya que «se diseñó en una servilleta». «Pero no en los planos, sino cuando ya habían tirado los árboles y las cosas ya estaban construidas. El gobernante que no respeta la Ley, por definición, es un autoritario”, agregó.
Las consecuencias del cambio climático están a la vista de todos. El mentiroso de AMLO prometió que con el tren maya no iba a tirar “ni un árbol” (hay video). Lleva 485,000 hectáreas deforestadas. Ahora lo declara asunto de “seguridad nacional”. Además de mentiroso, autoritario. pic.twitter.com/oazARFTG6H
— RicardoAnayaC (@RicardoAnayaC) July 25, 2022
Por ello, Anaya Cortés llamó «necio» al mandatario federal, quien decretó esta obra como un asunto de seguridad nacional, por realizar obras que agravan el cambio climático, refiriéndose a la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, y al Tren Maya.
Ante este contexto, Anaya Cortés propuso que México debe asumir la responsabilidad de cuidar el planeta, aprovechando los recursos para generar obras que le sirvan a todas y todos.
En consecuencia, planteó que el país debe transitar hacia las energías limpias, iniciando con un cambio en Petróleos Méxicanos (Pemex) por algo como «Solmex», aprovechando, por ejemplo, la energía solar con recursos obtenidos de la venta de combustibles.
