La publicidad de las empresas como Lala, Nestlé, jugos del Valle, Ruffles, galletas de la marca Gamesa y refrescos como Coca-Cola, Fanta y Sprite se transmite a través de las plataformas digitales de “Aprende en Casa”, denunciaron organizaciones e hicieron un llamado a la SEP para revisar sus canales, los cuales se han convertido en la única forma de estudiar para los niños y adolescentes desde que llegó la pandemia a México.
Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo).– Las plataformas digitales de “Aprende en Casa”, donde se transmiten las clases a niños de preescolar, primaria y secundaria, están plagadas de publicidad de comida chatarra, con al menos 10 anuncios cada día, incluso de bebidas alcohólicas, denunciaron organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria.
Las empresas que más expusieron su publicidad en estas plataformas fueron: Lala, Nestlé, jugos del Valle, Ruffles, galletas de la marca Gamesa y refrescos como Coca-Cola, Fanta y Sprite.
El 20 de abril de 2020, la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó el programa “Aprende en Casa”, una estrategia del Gobierno mexicano para mantener, a distancia, los servicios educativos durante la pandemia. Este programa tiene como base los libros de texto y la transmisión de clases vía televisión, por la aplicación y en YouTube, sin embargo, en estos canales la industria de la comida chatarra ha encontrado un medio de publicidad.
Así lo revelaron las 35 organizaciones que conforman la Alianza en la presentación del “Estudio exploratorio de la exposición de la infancia a la publicidad de comida chatarra en las plataformas digitales de ‘Aprende en Casa’”, el cual se basó en un monitoreo de dos plataformas digitales: YouTube y la aplicación de “Aprende en Casa”.
El primer levantamiento se llevó a cabo del 12 al 18 de diciembre de 2020 y la segunda muestra fue del 9 al 15 de febrero de 2021. El monitoreo de las plataformas fue realizado con ayuda de estudiantes activos de escuelas públicas de nivel primaria y secundaria.
Liliana Bahena Espina, coordinadora del proyecto Escuelas Saludables en El Poder del Consumidor, explicó que en el primer levantamiento todos los estudiantes tuvieron una exposición a esta publicidad con una gran cantidad de anuncios, de los cuales, el 28.6 por ciento eran de alimentos y bebidas de bajo valor nutricional, principalmente bebidas azucaradas, lácteos y comida rápida.
En el caso de YouTube, el estudio arrojó que en esta plataforma los niños están más expuestos a este tipo de publicidad en comparación con la aplicación “Aprende en Casa”.
“En esta plataforma, siete de cada 10 niños que la utilizan pueden ver más de 10 anuncios, sin embargo, la publicidad de alimentos y bebidas es muy alta, con 76.2 por ciento”, explicó en conferencia de prensa vía zoom. “Mientras los alumnos estaban viendo la clase de Vida Saludable, había publicidad de comida chatarra”, dijo.
Para el segundo levantamiento, que fue en el mes de febrero, los resultados fueron similares.
En el caso de la aplicación “Aprende en Casa” se encontró que siete de cada 10 niños que la usan están expuesto a hasta seis anuncios cada día, 22 por ciento de ellos de alimentos y bebidas. En YouTube, casi el 80 por ciento de los escolares encuentran más de 10 anuncios, de los cuales, el 60 por ciento son de alimentos y bebidas.
En este levantamiento de febrero las organizaciones encontraron que también se promocionaban bebidas alcohólicas. Los padres de los estudiantes de primaria y secundaria que participaron en el estudio contaron a las organizaciones cómo aparecía esta publicidad mientras tomaban sus clases.
“Aparecía abajo el icono de Nutella y de galletas, entonces él (su hijo) se sentía atraído, también me pasó con el jugo. Fuimos ese día a la tienda y me pidió un juguito porque apareció en una clase”, narró una madre de familia del estado de Oaxaca.
Otra madre de familia de San Luis Potosí pidió a las autoridades quitar este tipo de anuncios de sus plataformas: “Uno se da cuenta que realmente sí los bombardean y en páginas oficiales como ‘Aprende en Casa’ en donde se supone que van a estar libremente tomando clases, nos damos cuenta de que no, porque las están utilizando para ser parte de este consumismo”.
Las organizaciones denunciaron que la industria alimentaria se está aprovechando de los vacíos en estas plataformas digitales para comercializar sus productos.
LLAMADO A LA SEP
El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) hicieron llegar este estudio a la SEP, ente del gobierno en el cual recae toda la responsabilidad de los contenidos, para su revisión, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
No obstante, aseguraron que la dependencia a cargo de la maestra Delfina Gómez debe atender este llamado con responsabilidad y proteger a los menores de la exposición a este tipo de publicidad.
Javier Zúñiga Ramiro, coordinador del área legal de El Poder del Consumidor, señaló que debido a la pandemia, los espacios digitales actualmente son la forma en que aprenden los niños y adolescentes y estos espacios son equiparables a los planteles educativos, por lo tanto tendrían que tener el mismo estándar de la Ley General de Educación.
“Se debe aplicar este estándar de revisión como la prohibición de cualquier tipo de publicidad ajena al proceso educativo, y prohibición de utilizar contenidos y plataformas educativas con fines de lucro y para la difusión de publicidad”, destacó.
Zúñiga agregó que desde la sociedad civil se puede exigir a la SEP para revisar sus canales y también solicitar una investigación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para revisar esta publicidad.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de REDIM, señaló que la SEP tiene la obligación de regular estas prácticas en sus plataformas educativas para proteger el derecho a la salud de las infancias.
«Los resultados de esta investigación muestran la fragilidad del Estado de Derecho, y la falta de ética de la industria de ultraprocesados que ha colocado sus intereses por encima de la vida y los derechos de la niñez», explicó.
Las organizaciones recomendaron a la SEP:
–Restringir toda la publicidad de productos de bajo valor nutrimental en las plataformas y contenidos educativos oficiales.
–Prohibir las diversas prácticas publicitarias a los infantes por nexos de contenido oficial educativo, sin importar la plataforma digital y privado que lo replique.
–Garantizar el acceso y contenido educativo en plataformas digitales oficiales de “Aprende en Casa” para educación secundaria y bachillerato.
–Asegurar contenidos y transmitir mensajes que fomenten hábitos de vida saludable.
–Incorporar contenido en materia de derechos de la infancia a la información, así como las afectaciones del consumismo y la publicidad en la sociedad.