Pese a las modificaciones en las regulaciones del mercado bursátil de México, hace un par de años, que buscó fomentar la participación de mujeres en los consejos de administración de las empresas, hoy sólo hay una directora general entre las 35 empresas más importantes dentro del IPC: Tania Ortiz como CEO de Ienova.
Ciudad de México, 8 de marzo (Economía Hoy/SinEmbargo).- Solo el 4 por ciento de los consejos de administración de las empresas que cotizan en el mercado de valores corresponde a mujeres, lo cual indica un estancamiento respecto al año pasado, cuando solo existía una bolsa de valores en México (la BMV) y el porcentaje de consejeras era de 7 por ciento entre las empresas que conforman al IPC (S&P BMV IPC).
El bursátil no es el único sector corporativo en donde las mexicanas están subrepresentadas además de ganar menos y tener menores probabilidades de obtener ascensos que los hombres.
A pesar de que hace dos años hubo un cambio en la regulación de México para fomentar que las mujeres formaran parte de los consejos de administración de las empresas, sólo hay una directora general entre las 35 empresas más importantes dentro del mercado bursátil mexicano con la llegada en septiembre de 2018 de Tania Ortiz como CEO de Ienova.
Otro avance en medio de estas desalentadoras cifras, es el hecho de que la segunda bolsa de valores que llegó a México el año pasado, sea dirigida por una mujer, María Ariza, quien comenta que «hay un espacio enorme para incorporar mujeres en las empresas que son públicas… sólo el 4 por ciento de los consejos de administración son mujeres, y es necesario que la política empuje a las empresas a incluirlas».
Durante la presentación del estudio «Inversión con enfoque de género» La directora de BIVA también señaló que sólo un 9 por ciento del capital invertido por los fondos de capitales en México está colocado en empresas que tienen mujeres en puestos de dirección.
Estas cifras persisten a pesar de que las empresas que cotizan en bolsa y tienen mayor representación femenina registran un rendimiento 44 por ciento superior sobre las inversiones que realizan, de acuerdo con Gema Sacristán, Directora General de Negocios de BID Invest.
¿A qué se debe? En parte a que alrededor del 82 por ciento de las mujeres de todas las edades dijeron que pensaban que los hombres sabían más sobre inversiones y planificación financiera, de acuerdo con una encuesta de UBS, lo que contribuye a que las mujeres no se atrevan a incursionar en el sector o a emprender.
Karina Ojeda, directora de estructuración en Capital Índigo (empresa que apoya a empresas de emprendimiento), expresa que, a pesar de estar en cosntante búsqueda de financiar proyectos dirigidos por mujeres, no es fácil encontrarlos.
Por otra parte, cuando los directivos se encuentran con proyectos enfocados en mujeres, no logran entenderlos del todo, refiere María Ariza.
INVERSIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
No es sencillo medir el avance de la incorporación de las mujeres a las empresas, lo que dificulta invertir con perspectiva de género. Muchas empresas (no todas) publican sus prácticas corporativas y en algunas se puede consultar el número de mujeres en sus consejos. No obstante, «sin estudios como los realizados por McKinsey y el BID, no podríamos tener algo más sólido» comenta Ariza.
La inversión con enfoque de género se caracteriza por invertir en empresas dirigidas por mujeres, que promueven la igualdad de género en el lugar de trabajo y que desarrollan productos y servicios que impactan positivamente a las mujeres, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sin embargo, en México y América Latina son escasos los instrumentos de inversión con perspectiva de género. Incluso a nivel mundial, existen sólo cinco tipos de «bonos sociales» (aquellos cuyos recursos se utilizan para programas con fines sociales) en los cuales se incluye alguna parte referente a género, pero no de forma exclusiva. En México, sólo existe un bono social colocado por Nacional Financiera.
Otra forma de invertir con perspectiva de género es mirando a las prácticas de gobierno corporativo de las empresas para saber si ejercen prácticas responsables en materia de equidad de género y saber cuántas mujeres, si es que las hay, tienen en sus consejos de administración.