En los últimos dos años -según cifras oficiales-, sólo en Mexicali se registró un promedio de 1.6 feminicidios cada bimestre, se denunció la violación de una mujer cada dos días; fueron víctimas de acoso, hostigamiento o abuso sexual 16 por semana, y cada mes, más de 2 mil sufrieron agresiones físicas o verbales severas por violencia familiar. Sólo por ello podría considerarse una sociedad hostil para su género.
El año 2018 cerró con cifras nunca antes registradas en cuanto a agresiones sexuales -191 violaciones y 468 abusos-, la mayoría de los denunciados, perpetrados por integrantes del núcleo familiar o personas muy cercanas. Sin contar los casos de niñas y niños, “omitidos” por las autoridades ministeriales en las cifras oficiales.
Mexicali/Ciudad de México, 26 de febrero, (Zeta/SinEmbargo).- 32 feminicidios en 25 meses, más de 860 abusos sexuales y 361 violaciones en dos años, son datos oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado que bastarían para considerar a Mexicali un municipio peligroso para la mujer. Al menos eso le parece a la psicóloga e integrante del colectivo Centinelas, Angélica Medina. Sin embargo, a raíz de los últimos intentos de plagio de féminas en diversas zonas de la mancha urbana, la situación ha generado una alarma -justificada-, mas no por los motivos correctos
Zaida es una joven normalista de 22 años de edad que presta su servicio social en las instalaciones del Jardín de Niños “Héctor Terán Terán” en el fraccionamiento Villas del Rey, una comunidad al sur de la ciudad.
Como cada mañana, se trasladó al plantel educativo en autobús, descendiendo sobre Calzada Héctor Terán Terán, a unas calles de su destino. El reloj rondaba las 8:15 am del miércoles 20 de febrero cuando la normalista llevaba ya medio camino recorrido; desde ese punto se observaba el kínder a la distancia.
Ese trayecto menor a un kilómetro y que recorre de forma recurrente, fue elegido por al menos dos sujetos que aprovecharon su distracción para interceptarla e intentar subirla a un vehículo tipo sedán, color rojo y de reciente modelo, “de esos que parecen Uber”, comentó una empleada de la tienda a la que acudieron los responsables momentos antes del ataque y de donde la Policía Ministerial extrajo imágenes de los que serían los presuntos autores.
Zaida fue tenaz. El agresor comenzó a jalarla de diversas partes del cuerpo, pero la joven giró y logró zafarse de las manos captoras. Corrió y gritó sin ver atrás, hasta que llegó a la escuela sumamente alterada y pidiendo el auxilio de las profesoras.
Patricia Lozada Zavala, directora del kínder, comentó que nunca había ocurrido un incidente como éste, pero considera que las autoridades deben dejar de minimizarlos y ponerse a trabajar para dar con los responsables.
Son varios los reportes generados en días pasados con similares características. El primero de ellos en agravio de una estudiante de la Facultad de Odontología, mientras que el otro afectó a una joven de la Universidad de Durango. En los tres casos, las víctimas son universitarias y los hechos tuvieron lugar en las inmediaciones de planteles educativos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha recibido tres denuncias de manera formal, pero el subprocurador Fernando Ramírez Amador, descarta se trate de una banda dedicada a la sustracción de mujeres, e incluso sugiere que podría tratarse de intentos de robo.
Por su parte, el alcalde Gustavo Sánchez Vázquez no lo considera un tema menor, por lo cual se reunió con el rector de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Daniel Valdez Delgadillo, para coordinar y reforzar la seguridad en zonas adyacentes al campus y sus diversas facultades, ante los últimos sucesos donde jóvenes han sido agredidas por desconocidos.
SUSTRACCIONES, LA PUNTA DEL ICEBERG
Para Angélica Medina, maestra en estudios socioculturales e integrante del grupo feminista Centinelas, la psicosis que se ha generado debido a supuestos intentos de sustracción de mujeres, revivió el debate sobre los peligros, la violencia y discriminación de la mujer, pero el tema está mucho más allá de estos presuntos “plagios”.
En los últimos dos años -según cifras oficiales-, sólo en Mexicali se registró un promedio de 1.6 feminicidios cada bimestre, se denunció la violación de una mujer cada dos días; fueron víctimas de acoso, hostigamiento o abuso sexual 16 por semana, y cada mes, más de 2 mil sufrieron agresiones físicas o verbales severas por violencia familiar. Sólo por ello podría considerarse una sociedad hostil para su género.
El año 2018 cerró con cifras nunca antes registradas en cuanto a agresiones sexuales -191 violaciones y 468 abusos-, la mayoría de los denunciados, perpetrados por integrantes del núcleo familiar o personas muy cercanas. Sin contar los casos de niñas y niños, “omitidos” por las autoridades ministeriales en las cifras oficiales.
La más reciente agenda mediática que describe a Mexicali como un municipio peligroso para las mujeres puede ser correcta, pero quizá se ha motivado por causas equivocadas.
“Estamos aislados, hemos aprendido a vivir con violencia”, comentó la psicóloga, quien agregó que la psicosis generada en redes sociales se debe en gran medida a la falta de respuesta de las autoridades ante la incertidumbre generada por noticias falsas, aunada a la urgencia de llevar a cabo acciones concretas para contrarrestarla.
COMERCIOS Y SUS CAMPAÑAS DE MERCADOTECNIA
A raíz de los dos feminicidios registrados en enero y febrero de 2019, un grupo de comerciantes adoptó un movimiento proveniente del interior de la República, cuya intención era brindar seguridad a mujeres que se sintieran inseguras en la calle. El negocio se comprometía a dar protección y apoyo a cualquier fémina, lo cual fue bien visto por un sector de la población.
La iniciativa llegó a los oídos del Congreso del Estado y, el 14 de febrero, la diputada Patricia Ríos emitió un exhorto al Instituto de la Mujer de Baja California para que apoye a los comercios locales en la generación de un protocolo de atención en caso que una mujer solicite ayuda urgente por una situación de peligro.
Aunque se argumentaba que era una medida de apoyo a la ciudadanía, los colectivos feministas no dan mucho crédito a estas acciones. A su consideración, luce más como una estrategia de mercadotecnia que como una preocupación real para la protección de las féminas.
“Las mujeres venden, los temas de mujeres venden, el morbo está presente en la sociedad. Qué bueno que existan comercios que hagan esto, pero es una mínima acción, creo que si los empresarios estuvieran comprometidos, presionarían al gobierno para que hiciera algo en concreto”, opinó Medina.
Estas acciones de comerciantes pueden tener una buena intención, pero es insuficiente, sobre todo porque la mayoría de los ataques que sufre una mujer se dan entre las cuatro paredes donde reside y el agresor habitualmente es integrante de su familia.
“Prácticamente se duerme con el enemigo”, planteó Angélica Medina, quien señaló que existe una urgencia por comprender que lo que ocurre en la escena privada debe considerarse de carácter público, máxime cuando la mayoría de los feminicidios y otros ataques, son cometidos por integrantes de la familia o amigos.
Como ejemplo de ello, el mismo miércoles 20 de febrero que se atacó a la joven de 22 años, a menos de dos kilómetros de donde ocurrió el ataque a Zaida, una mujer llamada Yesenia, de 46 años, fue baleada por su ex pareja en el cruce de las calles Laguna Xochimilco y Laguna Viesca del fraccionamiento Juventud 2000.
Pasaba la 1:30 pm cuando Francisco -su ex consorte- se le acercó de forma violenta y le disparó en varias ocasiones a corta distancia; la dama se desvaneció por los impactos en el tórax, mientras su verdugo -de quien se había separado tres meses atrás- escapaba a bordo de un vehículo Nissan Tsuru color blanco de reciente modelo, perteneciente a la línea Taxi Élite, con número económico 1205.
Policías municipales y ministeriales rastrearon la unidad gracias al equipo de geolocalización satelital, y llegaron al cruce de Bulevar Lázaro Cárdenas y Calle Lombardo Toledano en Infonavit Cucapah, donde el agresor abandonó el vehículo y se perdió entre las calles sin que nadie pudiera capturarlo.
SON CASOS AISLADOS: PGJE
Aunque en un lapso de dos semanas se han registrado tres denuncias, entre otros reportes en la ciudad y el Valle de Mexicali, para el subprocurador Fernando Ramírez Amador, no hay suficientes elementos para determinar que existe una banda de delincuentes que sustrae mujeres.
En un principio se puede establecer que no existe un solo caso detectado donde la mujer haya sido plagiada en esas condiciones. De igual forma, aseveró que por lo menos en dos casos, uno denunciado y otro no, todo parece indicar que la intención de los agresores era perpetrar un robo, aunque todavía no pueden establecerlo con certeza.
Acorde con el funcionario, en los otros dos casos tienen elementos para confirmar que hubo tocamientos lascivos, pero no han podido establecer en qué condiciones.
Referente a la psicosis generada, pidió prudencia a la sociedad, ya que muchas veces se comparte información falsa, lo que genera confusión -y a su vez- genera más reportes que resultan ser falsos.
“Hasta el momento no hay relación, son vehículos y personas distintas, y si hay una vinculación lo comentaremos. Policía Ministerial está recolectando datos. Solicitamos un manejo responsable, no son bandas, no hay relación”, insistió Ramírez Amador.
Para concluir, estableció que son dos casos que han recibido de esa naturaleza, y han tenido conocimiento de hechos similares que tras indagarlos a profundidad, se estableció que la intención de los victimarios era cometer un abuso sexual -tocamientos-, un caso de violencia intrafamiliar o un robo.
