Alianzas de AMLO / El final de la verdad histórica / Karime: el cerebro de la transa

Alianzas de AMLO
En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “desde que Andrés Manuel López Obrador abandonó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para fundar su partido, me quedó claro que para atrás, aliarse con su pasado, ni para tomar impulso. Y así lo sostuvo a lo largo de los años de vida de Morena, donde una y otra vez reiteró que con el PRD, y los demás ex aliados electorales, Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, ni a la esquina […]. Pero hace unos días, cuando va arriba en todas las encuestas de cara al 2018, y su candidata al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, en el promedio de las encuestas, mantiene un empate técnico con el priista Alfredo del Mazo, López Obrador hizo una declaración, para mí, sorprendente y lanzó un ultimátum a los partidos que ha despreciado desde Morena […]: si no se alían con él para estas elecciones del próximo 4 de junio, olvídense de una alianza para las presidenciales del año que viene, lo que contrasta con lo que había sostenido en el sentido de que en los estados de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, iría solo. Algo debe haber visto López Obrador, que a esto de la política le entiende, que le llevó a cambiar su estrategia. ¿Qué fue? No lo sé, no lo alcanzo a ver, pero él sí y por eso el volantazo. Debo decir, bueno, repetir, que desde un principio vio las elecciones en el Estado de México como la etapa central de su ya larga campaña presidencial para 2018, pero, ya sin limitación alguna y que el medio era Delfina Gómez, que creció como no imaginaron, nadie la conocía fuera de su localidad, y prendió el fuego de la esperanza del triunfo que sería formidable para su proyecto. Pero, insisto, no alcanzo a entender su ultimátum a quienes fueron sus aliados y luego despreciables y despreciados partidos, su ahora o nunca. Pero el giro es por algo”.

En el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “en México, las encuesta no le otorgan a ninguno de los candidatos presidenciales —ni siquiera al favorito López Obrador— ni el 30 por ciento de los votos. Es decir, el triunfador sólo tendría el sufragio de tres de cada diez mexicanos. Ese porcentaje es un riesgo para la gobernanza. Se lo escuché algún día a Manlio Fabio Beltrones. Lo comparto al 100. Es evidente que el futuro en nuestro país son los gobiernos de coalición o la segunda vuelta en las presidenciales. Pero ya no hay tiempo para una Reforma Electoral con modificaciones a la Constitución. Nuestros políticos no se pudieron poner de acuerdo en la segunda vuelta. Es un peligro para ‘El Peje’ y para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Les aterra la posibilidad que les echen montón. Significa una derrota segura. Lamentable. La segunda vuelta vuelve a erigirse como valladar contra el populismo, la demagogia y el discurso barato”.

En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “la tribu más antilopezobradorista del PRD, Los Galileos, presentará este martes una contrapropuesta de alianza opositora para enfrentar y vencer al PRI. La corriente encabezada por Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán responderá fuerte al ultimátum de AMLO, que el fin de semana llamó a las izquierdas a declinar a favor de Morena desde ahora y “deslindarse” del Presidente, como condición para coligarse rumbo a la sucesión de 2018”.

En El financiero, el columnista Pablo Hiriart, escribe que: “de pronto aparece López Obrador con la urgencia de ir aliados para vencer a la ‘mafia de poder’. Eso era lo que le planteó el PRD en su momento. AMLO lo rechazó con insultos y lo puso en el mismo costal del PAN y el PRI ‘por haber firmado el Pacto por México’. Acusó a los perredistas de dar su aval al ‘gasolinazo’, y les dijo a todos que Morena iba solo. Cambió de opinión al cuarto para las doce. Y la verdad es que no pide una alianza, sino que los demás partidos de izquierda declinen por Morena, con todo lo que ello implica. Les exigen a PRD, PT y MC que dejen tirados a sus candidatos, le entreguen a Morena sus votos y sus prerrogativas económicas. O sea, la ‘alianza’ que plantea AMLO es la desaparición de los demás partidos de izquierda para irse detrás de los candidatos de Morena. ¿Qué alianza es esa? ‘Déjenlo todo y síganme’. ¿Así o más mesiánico? Lo novedoso es que lo proponga a tres semanas de los comicios. Tal vez está muy nervioso porque va abajo en el Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz. No va a deshacer al PRD como estaba en sus planes”.

En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “Andrés Manuel López Obrador ha hecho la pregunta, más bien la petición, que va a marcar no solo estas elecciones estatales, sino la presidencial de 2018 […]. Partamos de que hoy parece imposible —por lo que sabemos de quiénes y con quién quieren ser candidatos— que nadie alcance 38 por ciento de la votación nacional. Se darán por bien servidos con 30 por ciento. Esto quiere decir que el próximo Presidente llegará con poca autoridad, poco consenso nacional, con minorías legislativas. Un país dividido lo podría ser más. Hay fórmulas democráticas para solucionar esto. La segunda vuelta […], que al menos alinea a los votantes con una de dos opciones, […] y estas alineaciones contienen alguna negociación de los punteros con las fuerzas que habían perdido para atraer a sus votantes. La otra es el gobierno de coalición, […] que une a partidos a partir de un programa de gobierno compartido. La otra forma es la que ahora propone López Obrador para que gane su partido. Es informal y no está clara su efectividad. Declinar por otro candidato no quita al abanderado que declina de las boletas, ni pasa dinero de campaña de un partido a otro, y supongo que alguien se quejaría si en los spots de, digamos, el PT se promueve a un candidato de otro partido. Tampoco hay, por lo menos hasta ahora, en la propuesta de López Obrador algún principio programático más allá de que no gane el PRI, lo cual se vale, pero quien sabe si sea suficiente para quien esté tentado a declinar. El PRD y el PAN lo hablaron antes de la elección del Edomex y no llegaron a nada. Si Delfina queda cerca, pero pierde, tal vez abra la puerta para que López Obrador flexibilice sus posturas frente a otros partidos de izquierda. Si gana, habrá que buscar las alianzas por otra parte. O no. Y entonces, podríamos tener a uno de los presidentes más débiles de nuestra historia contemporánea”.

Debilidades
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “dice la Senadora Dolores Padierna que el PRD debe recobrar autoridad política y esforzarse por mantener el respaldo ciudadano conseguido en la Ciudad de México y otras regiones. La coordinadora perredista en el Senado dijo que de cara al 2018, ‘el PRD se juega su futuro’. Y es cierto. En Guerrero, Alejandra Barrales, líder del partido, insistió en la fortaleza del sol azteca y comentó que su partido va a ser pieza clave en las elecciones presidenciales. Suena bien, pero se les olvida que el PRD está dividido y no podrán ser opción de gobierno así. Hay tiempo para rectificar el camino. Veremos si se ponen de acuerdo o siguen con sus diferencias de siempre”.

Iglesia con Delfina
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “los obispos del Estado de México andan con el Jesús en la boca, debido a que la guerra sucia electoral amenaza con salpicarlos. Según se comenta en tierras mexiquenses, hay quienes pretenden denunciar un supuesto apoyo indebido de la iglesia católica en favor de Delfina Gómez. Y eso, dicen los prelados, está muuuy lejos de la realidad. La versión del presunto respaldo de la jerarquía católica surge por un asunto anecdótico; y es que la candidata de Morena en su juventud fue ¡catequista! Aunque la acusación se ve endeble, los obispos mexiquenses ya están haciendo sonar las campanas antes de que los acusen de un pecado que no cometieron”.

El final de la verdad histórica
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “el documento elaborado por el ex visitador general de la PGR, César Alejandro Chávez Flores […], es el golpe definitivo que termina de derrumbar la cuestionada ‘verdad histórica’ del ex procurador Jesús Murillo Karam y toda la investigación oficial del gobierno mexicano que se tejió y se construyó sobre ilegalidades […]. La denuncia interna, hecha por Chávez Flores, la cual le costó su separación del cargo en septiembre de 2016, fue conocida en su momento por la Procuradora Arely Gómez y por el Presidente Enrique Peña Nieto; tras entregar el documento, al visitador general le pidieron ‘retirar o modificar’ su documento, en el que ya denunciaba las irregularidades […]. Pero ante la negativa de César Chávez […], el Presidente Peña Nieto ordenó su destitución y el nombramiento de una nueva visitadora, y en lugar de proceder legalmente en contra de Tomás Ruiz […], el Presidente le ordenó a la Procuradora Arely emitir un comunicado anunciando su ‘renuncia’ de la Agencia de Investigación Criminal y ‘reconociéndole su trabajo’, al mismo tiempo que desde Los Pinos salía, con unas horas de diferencia, otro comunicado en el que Peña premiaba a Zerón y lo invitaba como Secretario del Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Presidencia de la República. Se sellaba así […] la impunidad de Tomás Zerón […]. Y de paso, el gobierno peñista confirmaba una vez más que detrás de todo el entramado de ilegalidades, mentiras y violaciones sobre el que se construyó su ‘verdad histórica’ del caso Ayotzinapa, estaba la intención de ocultar, de desviar y de enterrar los verdaderos sucesos y responsables involucrados en la desaparición de los 43 normalistas en septiembre de 2014. Hoy que se revive el documento elaborado por Chávez Flores […] no sólo queda en evidencia que durante los últimos 2 años y 8 meses las investigaciones de la PGR no sirvieron para esclarecer ni los móviles ni las razones por las que desaparecieron con tanta saña a 43 jóvenes, sino que además tergiversaron evidencias y siguieron pistas y declaraciones forzadas que no necesariamente dijeron la verdad sobre todas las personas, grupos criminales o instituciones que participaron o fueron cómplices, ya sea por acción o por omisión, en la detención, secuestro, desaparición y asesinato de los normalistas […]. Y entonces sí, 32 meses después, el Caso Ayotzinapa volvería a empezar de cero. Y tal vez esta vez ya no sea el gobierno federal quien investigue, sino las instancias internacionales a las que tanto se criticó y se atacó por su colaboración en este caso impune y paradigmático”.

Karime: el cerebro de la transa
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “desde que se supo que se estaba armando el caso contra Javier Duarte, a distintas oficinas llegaron empresarios que habían hecho negocios con él para confesar, devolver el dinero y pedir clemencia de las autoridades. El caso más notable […] es el del gigante de las gasolineras Hidrosina, que pactó con los gobiernos federal y veracruzano la devolución de muchos millones de pesos al erario con el argumento de que ellos no sabían que era dinero sucio. También brotaron prestanombres […]. Pero lo más notable es que el primer círculo de cómplices del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, fue doblando las manos. Prestanombres, amigos, cómplices, se fueron quebrando uno a uno […]. Los operadores del ex mandatario coinciden en una cosa: ellos le reportaban a Karime Macías Tubilla, no a Javier Duarte. La que llevaba el día a día de los negocios, del dinero, la que daba órdenes, era la esposa del Gobernador. Coinciden también en que su trato era déspota, rudo, que los humillaba, los insultaba, se los traía cortitos. Karime era el cerebro de la transa. Así lo cuentan los integrantes del primer círculo de Javier Duarte. Al saber esto, pregunté a las autoridades federales por qué no han actuado contra ella. Lo que me dicen es que, por más que han indagado, Macías Tubilla tomó la precaución de no poner nada a su nombre y como era la esposa, siempre puede declarar en tribunales que el dinero era de su marido y ella no sabía que era ilícito. Me aseguran que varias veces se les han caído casos así. Les insisto en que algo tendría que podérsele imputar, sobre todo con los testimonios de los prestanombres. Me contestan que peculado no porque no era funcionaria ni pasaba por sus manos dinero público. Defraudación tampoco porque no firmó nada. Ni lavado porque no le han detectado cuentas ni delincuencia organizada porque al ser la esposa, tiene muchas salidas. Pero que le siguen buscando. Oficialmente, no tienen nada en su contra  […]. Veremos qué pasa con ella. Y qué obtienen los cómplices de Duarte a cambio de hablar”.

La UNAM y la historia de Lesvy
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “en el caso del asesinato en Ciudad Universitaria de Lesvy Berlín Osorio, de 22 años, las autoridades de la UNAM hicieron más de lo que se sabe. Nos explican que personal de vigilancia de la Universidad tuvo conocimiento del crimen a las 5:45 de la mañana. Desde ese momento comenzaron a trabajar y revisaron todos los videos disponibles. Localizaron al novio de Lesvy y a las 11 de la noche lo presentaron ante el Ministerio Público. Ahora, nos dicen que hay molestia dentro de algunos funcionarios de la máxima casa de estudios, pues al no dar a conocer públicamente esta información alguien podría pensar que las autoridades de la UNAM no reaccionaron con prontitud, o incluso, que hubo alguna omisión. ¿Quién no quiso contar la historia? ¿Por qué?”

 

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