La película “Crepúsculo sobre Birmania: Mi vida como una princesa Shan”, misma que critica el golpe de estado acaecido durante los años sesenta en el otrora Estado de Birmania y que relata un hecho de la vida real sobre una sargento de origen austriaco quien se casó con el príncipe de Hsipaw llamado Sao Kya Seng, fue censurada por el gobierno de Myanmar bajo el alegato de que podría debilitar los esfuerzos para la promoción de reconciliación nacional debido a su representación negativa del ejército.
Por Mong Palatino y Adrián Valera
Ciudad de México, 26 de junio (GlobalVoices).- Una película que critica el golpe de estado de 1962 en Myanmar (Birmania) fue prohibida en el festival internacional de cine de derechos humanos para la dignidad humana en Yangon, la capital del país.
La junta de clasificación de películas del gobierno comentó que la película “Crepúsculo sobre Birmania: Mi vida como una princesa Shan” podría debilitar los esfuerzos para la promoción de reconciliación nacional debido a su representación negativa del ejército.
Myanmar era conocida en el pasado como Birmania.
La película relata un hecho de la vida real sobre una sargento de origen austriaco quien se casó con el príncipe de Hsipaw llamado Sao Kya Seng.
El príncipe era uno de los líderes étnicos detenidos por la armada durante el golpe de estado de 1962. Su muerte sigue siendo un misterio.
El festival internacional de cine de derechos humanos para la dignidad humana debutó en el año 2012 para «promover conciencia de derechos humanos en Myanmar mediante el uso del poder cinematográfico, la fuerza persuasiva de la comunicación audiovisual y la creación de un espacio para el incentivo de discusiones de derechos humanos entre el público en general en Myanmar».
Más de cuarenta películas fueron incluidas en el festival de sesenta días de duración el año en curso.
Una junta militar gobernó Myanmar hasta el año 2010.
Subsecuentemente fue reemplazada por un gobierno civil respaldado por militares el cual implementó algunas reformas tales como la liberación de prisioneros políticos, abolición de censura de medios de comunicación y celebración de elecciones libres.
El partido político respaldado por militares, el cual apoyaba la transición de Myanmar a una democracia moderna, perdió en las elecciones del año pasado.
Myanmar posee más de 100 grupos étnicos, de los cuales algunos han estado instigando a la guerra por la independencia en décadas recientes.
El gobierno firmó un acuerdo de cese de fuego con grupos étnicos armados el año pasado; no obstante, disputas intermitentes continúan obstaculizando el proceso de paz.
El nuevo gobierno, liderado por el partido de la ganadora del premio de la paz Aung San Suu Kyi, planea convocar una conferencia nacional en la que se inviten a todos los grupos étnicos a discutir sobre la paz.
El gobierno teme que la proyección de la película ‘Crepúsculo sobre Birmania’ pueda arruinar la conferencia nacional de paz, debido a que puede instigar al odio contra la milicia.
Los organizadores del festival de cine se disculparon ante el público por no proyectar ‘Crepúsculo sobre Birmania’.
Muchos no se esperaban la resolución de último minuto de la junta de revisión de cine, debido a que el nuevo gobierno está liderado por un partido que combatió la represión militar y la censura mediática.
Igor Blaževič, un defensor de los derechos humanos y miembro de jurado del festival de cine, recordó a las autoridades de Myanmar que la reconciliación no puede conseguirse por medio de la supresión de la verdad:
«Si Myanmar genuinamente desea abordar los abusos de derechos humanos; se debería incentivar a la cultura, el arte y los medios de comunicación a revelar la verdad, las historias dolorosas y los delitos de ahora y del pasado».
El director de cine Waing se sintió decepcionado al descubrir que la censura se continúa ejecutando en el país:
«Este proceder luce horrible bajo un gobierno civil. El nuevo ministro de información claramente desconoce la película. La junta de censura se mantiene igual a la del gobierno anterior. Revela que no existe libertad para los cineastas».