El Estado mexicano no ha sido efectivo para gobernar. Las muestras de su ineficiencia las vemos todos los días y en prácticamente en todas las áreas.
Sin embargo, los grupos que gobiernan este país insisten en sus logros, presumen sus éxitos y de tanto repetirlos, al parecer se creen que, al menos en su cabeza, sí existe un México de progreso y que se mueve hacia el desarrollo.
Pero la realidad está ahí. Y las omisiones son muchas, por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le hace al Gobierno federal nuevos señalamientos sobre sus errores en el caso Ayotzinapa, y el Gobierno responde con la negación.
Es decir, las omisiones y los errores no son sujetos de crítica, no pueden recriminarse, y de todas formas el Gobierno o los negará o simplemente volteará hacia otro lado para no ver el problema, para no darle importancia.
El Estado mexicano, entonces, no ha hecho bien su tarea. Y no la hará mientras se siga concentrando en logros que son mínimos y deje de lado u omita enfrentar los problemas que se han convertido ya en una crisis.
Muy bonita teoría, pero la realidad es que hoy x hoy,ese grupito si puede controlarnos y de hecho lo esta haciendo, y fácilmente ocuparamos un buen lugar en el libro de récord guines,como la sociedad mas grande manipulada por un pequeño grupito, lamentablemente
Excelente Reflexion. Saludos
La muestra mas representativa, mas punzante, mas incisiva, de la preocupacion presidencial por los escandalos de corrupcion que “han cimbrado” a su administracion,, la dio en el fresquito tercer informe de gobierno, asi que todavia calientita va para consumo de la plebe.
Entre los invitados especiales destacan por la deferencia presidencial sus amigos de OHL, Grupo Higa, su compadre el senor San Roman, creo, quienes aparte de ocupar un destacadisimo lugar como mecenas del ejecutivo, destacan tambien como contratistas, tanto del estado de Mexico como del estado Mexicano. Ademas desde luego de estar en primerisima fila del susodicho informe.
Destacan tambien por impudicos, descarados y procaces, por su groseria, su desaseo moral y su deshonestidad declarada, y por su absoluto valemadrismo por el pensar y el sentir de la bola de envidiosos que los critican.
El presidente dejo claro cuanto le importan los senalamientos de que ha sido objeto.