El país no es lo que es, sino lo que queremos que sea.
Y no nos referimos a nuestra gran voluntad para cambiar a México, sino a nuestros grandes deseos de vivir en un país habitable. Y si no lo es imaginamos que lo es y ya vivimos felices. Al menos así asumen su vida un 85% de la población y… fueron felices para siempre.
Porque finalmente solo tenemos una vida y no vamos a gastarla a la europea, ni a la japonesa.
Así que ahora que desde el primero de diciembre la nave retoma el rumbo, nosotros los mexicanos vamos a dejar atrás el stress de los últimos doce años y a mirar pasar los tiempos esperando que pasen frente a nuestro zaguán nuestros enemigos, antes de que pase nuestro ataúd frente al de ellos, pero si así fuera pues ¿qué problema? ¡Ya no hay tal! Pues con la muerte se acaban los problemas de la vida.
Así pues reflexivo lector, no te preocupes por la privatización de PEMEX, que al fin y al cabo no es tuyo, es de ellos y si venden la gallina de los huevos de oro, ellos son los que se quedan sin oro.
No te preocupes por los grupos de ciudadanos armados en grupos de auto defensa, SIEMPRE han estado armados, y se han defendido solos, únicamente que hoy han decidido hablar y apantallar a los carteles de su zona. No hay de que preocuparnos. Así como la guerra entre malos no perjudica a los buenos, la guerra entre michoacanos de tierra caliente. No perjudica a los otros Estados o ciudades, y si nos convertimos en daño colateral, por nuestra mala suerte, pues no pasamos de morirnos, y como la muerta acaba con los problemas de la vida, pues se acabaron nuestros problemas.
No nos preocupemos por Raúl Salinas ni por Caro Quintero, que al fin y al cabo la lana del primero ya se la habían llevado, así que no perdimos nada, y al pobre de Caro Quintero lo tuvieron 29 años en la cárcel, con un Juicio imaginario, que no se habían fijado del error de origen ninguno de los muchos agentes del Ministerio Público, ni los jueces, ni los políticos, es más ni los gringos. Entonces, para un error de procedimiento, esta bien con 29 año.
Así que viendo bien las cosas, aquí en México no pasa nada, lo que quiere decir que sí esta pasando algo, pero como no lo alcanzamos a percibir, entonces NO EXISTE. Y no hay razón para preocuparnos por lo que no existe. Así que sigamos siendo felices porque nos podrán robar Pemex, el dinero público, el castigo a los criminales, los Derechos Humanos, pero la sonrisa fácil a diente pelado, nadie nos la puede robar.
