Existen distintas plataformas para facilitara los jóvenes la programación de sus propias aplicaciones y sofware. Aquí algunas de las alternativas existentes en la actualidad:
Por Alberto Iglesias Fraga
Ciudad de México, 27 de marzo (SinEmbargo/TicBeat).– ¿Quién dijo que la programación era cosa de profesionales? Cada vez más usuarios «amateurs» se atreven a desarrollar sus propias aplicaciones y programas, aprendiendo sobre la marcha y ampliando sus horizontes conforme van progresando en el apasionante mundo de la programación. Y, por supuesto, los niños no permanecen ajenos a este fenómeno.
En ese sentido, programar puede ser una actividad de ocio más para los pequeños de la casa, con la que, además de dar vida a sus originales y creativas ideas, podrán desarrollar habilidades muy valiosas para su formación académica y personal, desde el pensamiento abstracto hasta la perseverancia, pasando por la gestión de proyectos o la alfabetización digital, no sólo como usuarios nativos de tecnología sino también como creadores de la misma.
Sin embargo, en muchos casos la programación es una tarea tediosa y complicada, que se escapa a la mente inquieta y a los conocimientos que han adquirido los niños. Por ello, han ido proliferando en los últimos años distintas plataformas para facilitar esta introducción en la programación a los jóvenes. Analizamos algunas de las alternativas existentes en la actualidad:
Scratch
Es la opción más conocida y utilizada en todo el mundo, con más de siete millones de usuarios activos. No en vano, Scratch cuenta con el aval del MIT, institución que comenzó este proyecto con el que los más pequeños de la casa pueden comenzar a programar sin apenas saber conceptos técnicos ni el uso de los comandos más habituales.
Con Scratch, tan sólo es necesario ir colocando bloques de contenido a los que se les asignan determinados atributos, los cuales permitirán llevar a cabo acciones e interacciones entre ellos. Desde minijuegos hasta pequeñas aplicaciones, todo es posible con esta plataforma, en la que poco a poco irán descubriendo cómo funciona realmente la programación y adentrándose en tareas más complejas.
Tynker
Si las posibilidades de Scratch se nos quedan cortas, el siguiente paso es Tynker. Se trata de otra plataforma de programación para niños, muy similar a la anterior en cuanto a su concepción e interfaz, pero algo más compleja ya que incorpora más posibilidades y atributos con el fin de construir desarrollos más completos, desde minijuegos hasta películas de animación.
Tynker tiene muchas opciones que pueden abrumar al principio, pero existe una amplísima documentación en Internet para ayudarnos en los primeros pasos. Asimismo, Tynker cuenta con una app móvil con la que los más pequeños de la casa podrán aprovechar cualquier momento y lugar para programar sus primeras aplicaciones.
Codea
Codea es un entorno más avanzado para escribir y ejecutar programas, que permite crear simulaciones y juegos, o cualquier idea visual que tengan los más jóvenes del lugar. Codea es un editor de código sencillo que permite modificar cualquier parámetro simplemente arrastrándolo o clicando sobre él, todo ello sobre el lenguaje de programación Lua.
Move the Turtle
¿Se imaginan programar desde un iPad y que una tortuga sea la que nos guíe en el proceso? Aunque suene inverosímil, eso es posible con Move the Turtle, una aplicación móvil en la que podremos llevar a cabo proyectos de programación básica en los que una divertida tortuga nos ayudará a dibujar formas e ir estableciendo interacciones entre objetos, sin apenas introducir comandos en texto.
Alice
Alice es un entorno de programación 3D de código abierto, impulsado en distintas vertientes por la Universidad Carnegie Mellon, que persigue enseñar a los niños a crear aplicaciones en base a la programación orientada a objetos y eventos. En ese sentido, los estudiantes pueden animar cualquier objeto mediante el arrastre de cuadros gráficos y, finalmente, construir su propio programa.
