En México, «parques y áreas verdes están constantemente bajo la amenaza de la miopía e ignorancia de la industria inmobiliaria y de la construcción», que al parecer ven estos espacios «sólo como terrenos baldíos esperando ser cubiertos con concreto y asfalto», denunció la organización internacional.
Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).- Cerca de cinco mil metros en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec se encuentran amenazados por la Inmobiliaria Trepi S.A. de C.V., la cual planea construir edificios de lujo, a pesar de que desde 1992, la zona fue declarada Área Natural Protegida. Ante esta situación, Paloma Neumann, campañista de Megaciudades en la asociación internacional Greenpeace, dijo en entrevista para SinEmbargo:
«No nos podemos dar el lujo de perder ni un metro cuadrado más de área verde, menos aún de áreas tan importantes en términos de servicios ambientales y aspectos culturales y sociales como es en este caso el Bosque de Chapultepec, entonces, por ningún motivo debería darse la autorización, menos aún para construir departamentos de lujo que no están orientados a la reducción del problema de vivienda, están simplemente orientados a ser una fuente más de negocio para la inmobiliaria y eso es todo, o sea, no le aporta ningún beneficio a la población en general y sí a unas pocas personas».
Por si fuera poco, el caso del parque urbano más grande de América Latina no es único ni aislado: «nuestros parques y áreas verdes están constantemente bajo la amenaza de la miopía e ignorancia de la industria inmobiliaria y de la construcción, que parecen ver las áreas verdes sólo como terrenos baldíos esperando ser cubiertos con concreto y asfalto», acusó en el texto Chapultepec es de todos, la también bióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Situaciones similares ocurren en otras ciudades mexicanas, como en Guadalajara, donde el Bosque de la Primavera constantemente se encuentra bajo presión de las inmobiliarias; y en Nuevo León, en el municipio de Guadalupe, donde el Fomento Económico Mexicano (Femsa) y el Club de Fútbol Monterrey sí lograron construir un estadio en un área de 25 hectáreas.
Ante ello, la campañista, quien colabora desde 2007 en Greenpeace, reconoció y agradeció los esfuerzos que los vecinos de la delegación Miguel Hidalgo han mostrado para evitar que la zona se convierta en otra plancha de cemento. Asimismo, exhortó a la ciudadanía a valorar el trabajo que hacen los habitantes e hizo una invitación a apoyarlos y mantenerse informados para evitar que esto ocurra allí y en otras partes de la República Mexicana.
«Es muy importante que todos participemos de manera autónoma y proactiva, nos organicemos para recuperar espacios públicos que no están en uso y así crear espacios verdes porque son fundamentales para nuestra salud y nuestro bienestar», dijo. Y advirtió que «mientras más superficie de concreto y asfaltada tengamos, –ya que en la Ciudad de México no se captura el agua de lluvia–, tendremos volúmenes cada vez más grandes que se van a drenaje y que se vuelven cada vez más incontrolables, por eso cada año vemos más problemas de inundaciones».
En Tajamar «la ciudadanía ‘tomó al toro por los cuernos’ y se ha puesto a denunciar lo que está ocurriendo. En ese caso fue muy evidente que las autoridades facilitaron el paso de las constructoras, en cambio el tema de Chapultepec ha sido por abandono del Gobierno de la Ciudad de México que ahora está reaccionando bien», sin embargo, Neumann comentó que en diversas ocasiones los vecinos han reclamado por la situación de descuido en que se encontraba la zona del bosque, ya que «genera un escenario muy propicio para que la inmobiliaria aproveche para presionar que se genere el cambio de uso de suelo», agregó.
ONG PIDE A MANCERA «NO DAR SU BRAZO A TORCER»
La inmobiliaria Trepi pretende obligar al Gobierno de la Ciudad de México y a las autoridades dejarse torcer el brazo, para que se les otorgue autorización y puedan construir departamentos de lujo en un terreno de tan importante valor para toda la población, comentó.
Por ello, la activista pide Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, «que no se dejen presionar por el inmobiliaria, el área está protegida por instrumentos legales (…) Nos parece muy positivo que estén tratando de subir el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para fortalecer la protección del bosque» y subrayó la importancia de no abandonar el tema.
Al Presidente Enrique Peña Nieto le exige «hacer cumplir los decretos y los instrumentos legales que protegen la superficie. Es importante que muestre un interés y apoyo a la ciudadanía para tener una buena calidad de vida y salud en la ciudad, que es en la que además él vive».
¿CÓMO PERJUDICARÍA A LOS MEXICANOS LA DESAPARICIÓN DEL BOSQUE?
«Los bosques urbanos, sobre todo, los de superficies grandes como el de Chapultepec, son fundamentales para garantizar la calidad de vida, la salud y la seguridad también, aunque a veces eso no nos parezca tan evidente. (…) Estas áreas nos proveen de servicios que ninguna otra cosa nos puede dar, como la generación de oxígeno, la captura de gases contaminantes y de partículas suspendidas», acotó.
El investigador del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Carlos Carlos J. Vilalta compartió con la organización, los resultados preliminares de un estudio estadístico realizado en un cuadrante de la colonia Roma el año pasado, acerca de los factores asociados con el incremento o la reducción de casos de violencia, entre ellos se incluyeron los delitos de tipo sexual, asalto con violencia, robo a casa habitación y otros. El grupo de investigadores mostró que los parques públicos tienen un impacto positivo en la reducción del índice de delitos violentos, a diferencia de las cámaras, que no mostraron tener un efecto positivo ni negativo.
«Tienen un efecto neutro, es como si no estuvieran», dijo la activista.
Otros importantes beneficios que otorga el bosque en la urbe, son: la recarga de los mantos acuíferos que ayudan a mitigar las inundaciones; la captura de contaminantes del aire y la producción de oxígeno; la regulación del clima local, y la reducción del efecto de isla de calor que provocan el concreto y las áreas pavimentadas, el amortiguamiento y reducción en los niveles de ruido. Además, estos espacios proporcionan hogar a especies locales de vegetación y fauna, y albergan especies de aves migratorias.
Lo anterior sin dejar del lado que el importante pulmón de la ciudad contribuye a reducir el estrés, generar sensación de paz, además de proveer un espacio para el esparcimiento y la cultura.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) deberían existir 9.2 metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante en una ciudad, y en la capital mexicana hay apenas 5.3 metros cuadrados por ciudadano, y la distribución no es equitativa, ya que en la delegación Miguel Hidalgo, precisamente donde se encuentra el Bosque de Chapultepec, hay un promedio de 12 metros cuadrados por habitante, mientras que en Iztapalapa apenas cuentan con un metro cuadrado por habitante.