Cientos de miles de mexiquenses llegaron desde la madrugada al terreno cercano a la Unidad de Estudios Superiores de Ecatepec, un predio conocido como El Caracol y cercano a Las Américas, donde el Papa Francisco oficio una misa multitudinaria. Bajo un fuerte dispositivo de seguridad, el Santo Padre arribó al municipio mexiquense tras un viaje en helicóptero desde la Ciudad de México.
El Papa Francisco a su llegada a Ecatepec. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).– El Papa Francisco arribó este día a Ecatepec, en el Estado de México, donde oficióla que se espera sea la misa más multitudinaria de su visita. El Máximo Pontífice viajó en helicóptero desde el Campo Militar Marte, en la Ciudad de México, para dirigirse al predio de El Caracol donde miles de personas atendieron el exhorto que hizo para convertir a México en “una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”.
Cientos de miles de mexiquenses llegaron desde la madrugada a Ecatepec. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
Muchos feligreses resistieron las bajas temperaturas para esperar el arribo de Francisco. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
El helicóptero que transporta al papa Francisco sobre vuela Ecatepec. Foto: AP.
El Papa Francisco saluda desde la ventana de su helicóptero al llegar a Ecatepec. Foto: AP.
El Papa Francisco saluda desde el papamóvi tras aterrizar en el Edomex. Foto: AP.
El Papa minutos antes de arribar a El Caracol, en Ecatepec. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo.
El Máximo Pontífice en su trayecto hacia El Caracol. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
Todo tipo de artículo se vendieron durante el paso de Francisco por Ecatepec. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
Minutos antes de su arribo a El Caracol. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
Miles de personas salieron a las calles para darle la bienvenida. Foto: Cuartoscuro.
El Papa Francisco a su arribo a la Unidad de Estudios Superiores Ecatepec. Foto: Cuartoscuro.
El Papa Francisco se para delante de una imagen de la Virgen de Guadalupe en el comienzo de la misa en Ecatepec. Foto: AP.
El Papa Francisco celebra la misa en en Ecatepec. Foto: AP.
La hostia que encarna la prehistoria religiosa; la simbiosis entre Tótem y Tabú y que ahora, está presente en el País de manera descarnada; su presencia atestigua el oportunismo y el olvido de la historicidad; “la amnesia” de las luchas progresistas para romper el absoluto dominio de un clero político anquilosado y ruin; ahora ella, la hostia, se erige como símbolo, en la reconquista de los espíritus y de la “Cosa Publica”. La clerigalla está de fiesta, brinca y baila de gusto; la “clase política” de una nación en desastre se vuelca en el oropel, que por cierto, no enseño su Mesías. Jesús de Nazareth no debería tener tan cruel destino: ser aniquilado por una pandilla de miserables tragahostias!!!!