Lisboa, 23 oct (EFE).- El número dos de la coalición conservadora vencedora de las elecciones en Portugal, Paulo Portas, atacó hoy tanto a socialistas como al resto de fuerzas de izquierda por anunciar su intención de derribar en el Parlamento el nuevo Gobierno de centroderecha.
“En 40 años de democracia constitucional, siempre fue designado como primer ministro el vencedor de las elecciones, es la regla y es de sentido común”, recordó a la prensa Portas, para quien la decisión de la izquierda sentaría un peligroso precedente.
Portas acusó al Partido Socialista luso (PS), al Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugués (PCP), estos dos últimos encuadrados en el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, de reflejar con su actitud una “sed de poder excesiva”.
“Creo que la tradición tiene un valor cuando nos permite vivir en conjunto pese a tener ideas diferentes gracias a unas reglas estables. Si ponemos en riesgo las reglas básicas entre quienes ganan y quienes no ganan, se abren precedentes y se agrava la calidad de la democracia”, alertó.
Los conservadores ganaron los comicios legislativos del pasado 4 de octubre con seis puntos de ventaja sobre los socialistas, aunque no lograron reeditar la mayoría absoluta con la que contaban desde 2011.
El jefe del Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, encargó la formación de Gobierno a la coalición de centroderecha en detrimento del tripartito que plantean -el acuerdo todavía está en negociaciones- socialistas, marxistas y comunistas, que juntos contarían con superioridad en la Cámara.
Por ley, el nuevo Ejecutivo debe presentar su programa ante el Parlamento en menos de diez días desde que tome posesión, momento en el que la oposición puede presentar una moción de censura que, de ser aprobada por mayoría, supone la disolución inmediata del Gobierno y devuelve el expediente al presidente.
La izquierda ya avanzó que pretende hacer caer el Ejecutivo a través de esa iniciativa, lo que sería inédito en el país.
Portas calificó el discurso de Cavaco Silva de “valiente” y coincidió con él a la hora de alertar de los riesgos para el país que entrañaría un tripartito de izquierdas, debido a las divergencias existentes entre los socialistas y sus otros dos socios, sobre todo en materia de compromisos internacionales.
El Bloque de Izquierda aboga por la renegociación de la deuda y por la salida de Portugal de la OTAN, un objetivo que comparten con los comunistas, quienes también defienden el fin del euro, aunque han abandonado sus planteamientos más radicales para llegar al acuerdo.
“Vivimos en las reglas del euro, y si nos saliésemos de la moneda única sería un desastre”, incidió el número dos de la coalición conservadora. EFE
