Photoshop se asocia comúnmente al mundo de la moda, pero ¿que ocurre cuando la NASA se vale también de este software?
Ciudad de México, 5 de octubre (SinEmbargo).- Incluso las maravillas del universo requieren de una «mano de gato» de vez en cuando. A pesar de que nos sorprendamos con las imágenes que constantemente llegan a la Tierra, procedentes de equipos que se encuentran en otros lugares del espacio como el Telescopio Espacial Hubble o el Rover Curiosity, lo cierto es que el material que recibimos es algo distinto a como es enviado originalmente. A veces se tratan de arreglos breves que sirven para crear un panorama (como ocurre con lo que nos llega desde Marte), pero otras veces se trata de un proceso es más complicado.
Para muchos es un misterio por qué en muchas ocasiones las primeras imágenes que podemos ver de un objeto estelar son de una calidad que queda por debajo de las expectativas correspondientes a la tecnología empleada en cada misión. Sin embargo, los resultados rara vez se ponen en duda cuando estas son espectaculares. La verdad es que todo tiene un filtro previo antes de ser presentadas ante nuestros ojos.
Robert Hurt, astrónomo y experto en Photoshop que trabaja en el Centro de Análisis y Procesamiento Infrarrojo del Instituto de Tecnología de California (Caltech) dice que cuando se procesan imágenes de galaxias y nebulosas su trabajo es el de convertir datos en algo visible.
La sola mención de Photoshop se asocia generalmente al mundo de las modelos que, gracias a las maravillas del software, son convertidas en criaturas de otro mundo en revistas. Sin embargo, estas publicaciones no son las únicas que recurren a las magias del retoque, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) también está utilizando el programa de Adobe, aunque cabe aclarar que para fines muy diferentes. ¿Cómo utiliza la agencia espacial el Photoshop?
«Básicamente tomo los datos de escala de grises en bruto de diferentes partes del espectro infrarrojo y luego los remapeó en colores visibles –normalmente con capas rojas, verdes y azules de Photoshop– para crear imágenes que son exactamente representante de los colores infrarrojos que los ojos humanos no pueden ver», dice Hurt. «Pienso en ello como un proceso de traducción visual».
Hurt dice que las imágenes que ayuda a producir no sólo tienen que ser visualmente atractivas, sino también ciertas de acuerdo con los datos científicos. «Las ópticas de la cámara pueden crear artefactos que a un observador ingenuo le podrían parecer como algo real del universo», dice. «Pero estas son cosas que queremos dejar fuera de la imagen, porque no queremos que la gente piense que hay un extraño planeta flotando por ahí cuando no lo está».
Why the sky is blue in this Mars pic? It’s white-balanced to help the team with analysis http://t.co/Be7vWtjaAB pic.twitter.com/BbQH6YB0XT
— Curiosity Rover (@MarsCuriosity) octubre 2, 2015
El resultado final es usualmente un archivo masivo de múltiples gigabytes de peso que contiene capas de información tomadas de diferentes telescopios. En el caso de imágenes de algunas galaxias, por ejemplo se trata de una composición a partir de varias imágenes, como el caso de la galaxia M104 (conocida también como la Galaxia del Sombrero) que está conformada a partir de una toma en infrarrojo del Telescopio Espacial Spitzer y otra más proveniente del Telescopio Espacial Hubble.
«Mi flujo de trabajo general para esto es tomar el dato observacional original del telescopio el cual es parecido a una toma de alta definición del espacio», dice Hurte. «A veces también jalo fotos de la misma región astronómica con luz visble del Hubble y cubro con una capa de datos del Spitzer encima de ellos para crear imágenes resaltando los contrastes interesantes entre las diferentes partes del espectro que el público general puede disfrutar y entender.
Todo este proceso responde a casos particulares como el de telescopios como el Hubble, el cual es conocido por proporcionar hermosas imágenes a color y a menudo extrañas de las galaxias, planetas y nebulosas.
¿Las fotos que vemos realmente reflejan los colores que estos objetos tendrían si los visitamos en una nave espacial? De eso se encarga Hurt y otros especialistas que nos permiten disfrutar las maravillas del espacio y darnos una idea más precisa de lo que se encuentra fuera de nuestra atmósfera.