Por Nevin Thompson, traducción de Ana María de la Torre Bermúdez
Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo/GlobalVoices).- El viernes 5 de junio, en la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, tuvo lugar el congreso “Seguridad y desastres en la cultura popular japonesa a partir de la catástrofe de Fukushima”, una jornada de debates que presentó una mesa redonda abierta al público.
El 11 de marzo de 2011, Japón sufrió un «triple desastre» consistente en un terrible terremoto y un devastador tsunami, los cuales dieron lugar a la tercera crisis de la central nuclear de Fukushima. Esta serie de cataclismos es a menudo denominada como 3:11.
Global Voices entrevistó antes del evento al Dr. Bryce Wakefield, un profesor de la Universidad de Leiden experto en ciencias políticas y relaciones internacionales de Japón. Wakefield organizó el congreso del 5 de junio y presentó, el mismo día, su conferencia sobre el manga y la energía nuclear tras el desastre de Fukushima.
Nevin Thompson (NT): ¿Qué tan significativo ha resultado ser el suceso del «3:11» para Japón?
Dr. Bryce Wakefield (BW): El terremoto, el tsunami y el accidente nuclear supusieron toda una vuelta de tuerca para la sociedad japonesa de la época. Corrían rumores sobre la puesta en marcha de ambiciosos proyectos de reconstrucción de las áreas dañadas por estos desastres, los cuales eran considerados como el inicio de un nuevo renacimiento de Japón que reafirmaría la alianza militar entre Estados Unidos y este país entre otros progresos. De inmediato, hubo una serie de consecuencias políticas y sociales tras estos desastres. Antes de la catástrofe, las relaciones entre Estados Unidos y Japón se habían visto deterioradas por una discusión sobre las bases militares de Okinawa, por lo que las labores de rescate por parte de ambos bandos inmediatamente después del desastre encaminaron dicha discusión hacia la posibilidad de una alianza.
El Partido Liberal Democrático (PLD), el cual ha ostentado el poder casi sin ninguna interrupción desde 1955 hasta 2009, ha intentado aprovecharse del desastre para mostrar la debilidad e inexperiencia del nuevo gobierno del PDJ (Partido Democrático de Japón), llevando en parte a la victoria del PLD en 2012. El énfasis dado a algunos asuntos específicos como la valía del voluntariado y la preparación civil ante el desastre, así como el papel de la energía nuclear en la sociedad japonesa, se volvieron más prominentes en el debate nacional.
De todas maneras, eventualmente un montón de debates sobre el desastre fueron absorbidos por otros asuntos ya existentes en Japón. Actualmente, Fukushima y la recuperación tras el desastre son aún unos tópicos muy en boga en el debate nacional, pero el gran cambio en cuanto a perspectivas políticas y sociales que muchos habían previsto no llegó a constituirse como resultado de la catástrofe.
NT: ¿De qué manera la cultura pop se ha visto afectada por el accidente de Fukushima?
BW:Depende de lo que entiendas por «cultura popular». Como he mencionado anteriormente, la participación en el voluntariado se ha incrementado tras el desastre. Esto podría ser un área de la cultura popular muy valiosa para la investigación.
Una de las definiciones de cultura popular es aquella que concierne las actividades de la vida cotidiana como, por ejemplo, la manera con la que la gente interactúa con los medios masivos. Durante nuestro evento, Barbara Holthus de la Universidad de Viena mostrará como los padres, preocupados por la salud de sus hijos, están coordinando una serie de actividades y utilizado los medios de comunicación, incluyendo los sociales, de nuevas maneras.
De igual manera, Mire Koikari de la Universidad de Hawái se centrará en cómo las nociones de masculinidad se han reafirmado en los populares intentos de hacer a los ciudadanos japoneses más conscientes de la necesidad de una defensa de la población civil.
Otra conferenciante, Katja Valaskivi de la Universidad de Tampere, ha criticado en sus escritos los intentos del gobierno para incorporar nociones de elasticidad a su diplomacia pública tras el desastre de Fukushima.
La cultura popular es un ámbito muy amplio y, dadas las habituales imágenes de anime y manga que a la gente le viene a la cabeza cuando escucha hablar sobre la «cultura popular japonesa», es necesario que examinemos este fenómeno popular a mayores rasgos.
NT: ¿Cómo el manga y el anime han enfocado el accidente nuclear?
BW: Antes del desastre nuclear, el manga y el anime eran a veces utilizados por las tácticas publicitarias para apoyar la idea de que la energía nuclear era segura.
Aunque hay varios mangas que tras el desastre de Fukushima han sido etiquetados como propaganda a favor de la energía nuclear, también ha habido voces críticas al respecto. Estas opiniones inconformistas, sin embargo, encajan mejor con los ámbitos más amplios de la posguerra en el manga y el anime. Estos temas hacen hincapié en el lado oscuro del progreso científico.
Así mismo, algunas obras más oscuras a menudo son pesimistas, dentro del ámbito de la sociedad y la política japonesa, en cuanto a sus relaciones con la energía.
La presentación de Mari Nakamura, por ejemplo, se centra en los aspectos relacionados con las medidas de seguridad en el reciente anime Psycho-Pass. Durante los dos últimos años, también ha habido una serie de obras críticas que han surgido para despertar la desconfianza en las declaraciones del gobierno acerca de la energía nuclear. El manga y el anime ya han discutido sobre otros importantes asuntos en el pasado, y así continuarán sacando otros temas relacionados con Fukushima.
De todas maneras, estos temas se presentan de manera que no contengan un contenido muy fuerte, como es el caso de la radiotoxemia, por respeto a los supervivientes.
NT: La segunda parte del debate se centra en las «medidas de seguridad», donde el Estado Islámico surge como tema principal. ¿Cuáll es su conexión con el desastre de Fukushima?
BW: En su presentación, Mattew Penney de la Universidad Concordia hablará sobre la relación entre el debate público y la cultura popular en Japón en el contexto de la reciente discusión sobre el Estado Islámico.
Se centra en la idea de que los debates sobre política son una manera de representar la cultura popular, y que los especialistas que participan en ellos se han documentado mediante las redes sociales.
Se considera que estos son expertos en una amplia variedad de temas pero, dado que su red intelectual es tan amplia, es muy cuestionable si, acerca de un gran número de esos asuntos, pueden ofrecer un análisis real en vez de un comentario matizado por las emociones.
De por sí, los especialistas a menudo son avasallados con ordenes del día de extrema izquierda o derecha, lo cual es muy evidente en el caso del debate sobre del Estado Islámico, por lo que ¿cuáles son las dinámicas de los medios masivos involucrados en dar autoridad a las voces de estos expertos?
Tal y como creo que Matthew describirá en su conferencia, en este asunto también existe una obvia conexión con el accidente de Fukushima y los debates que han surgido a partir de él.
NT: ¿Puedes hablarnos un poco sobre la conexión entre la Universidad de Leiden y Japón?
BW: Los Países Bajos, por supuesto, tienen una relación histórica muy importante con Japón. sobre todo por poseer derechos exclusivos para comerciar con él durante el periodo Edo. Hoy en día, Leiden es una ciudad hermana de Nagasaki, donde tuvieron lugar sus relaciones comerciales.
La Universidad de Leiden fue la primera universidad de fuera de Asia en establecer la cátedra de Estudios Japoneses en 1855. Actualmente, en términos del número de estudiantes de primer año matriculados, Estudios Japoneses es uno de los mayores programas de la gran Facultad de Humanidades.
Nosotros hemos estado mandando a nuestros estudiantes a la Universidad de Nagasaki desde la década de 1980. Todos los años, de 10 a 12 de nuestros mejores estudiantes acuden allí durante cinco meses. Cada estudiante matriculado en un programa de licenciatura tenía la oportunidad de ir a Japón como parte de su carrera. Realmente, es un buen programa.
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