Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).- La música puede ser un tema espinoso, sobre todo si se trata de preferencias y estas son aderezadas por brechas generacionales o ritmos contrastantes. Sin embargo, a pesar de este problema implícito en cualquier conversación entre melómanos y/o escuchas ocasionales, lo cierto es que, universalmente, la música es un punto de unión entre los seres humanos. Un vínculo que se comporta como un ecosistema vivo, de acuerdo con un nuevo estudio.
A esta conclusión llegaron investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, luego de examinar miles de canciones de la lista U.S. Billboard Hot 100, abarcando un periodo entre 1960 y 2010, dividiendo así estas cinco décadas en tres grandes saltos evolutivos: soul, disco y hip-hop.
Casi de manera automática, The Beatles son mencionados en todo el mundo como la gran revolución que cambió para siempre la manera de hacer y escuchar música y, básicamente, le dan autorización a cualquier persona que encaje en la generación baby boomer o generación X, para decir que fuera de los Beatles no hay nada más. Sin embargo, el nuevo estudio parece inclinarse por gustos un tanto diferentes a los de los fans habituales del cuarteto de Liverpool, dio a conocer el diario británico The Guardian.
Los hallazgos de los investigadores sugieren que, más allá de la «invasión británica» de la década de 1960, que significo una renovación de las listas de éxitos, el estilo musical de esas bandas -establecido por elementos como cambios de acordes y tonos– ya estaba establecido. Para los expertos, en cambio, la verdadera revolución llegó 30 años después cuando el hip-hop fue la corriente principal y comenzaron a apoderarse de las listas de éxitos en 1991, cambiando el paisaje musical para siempre.
El doctor Matthias Mauch, de la escuela de ingeniería electrónica y ciencias informáticas de esta universidad inglesa, cree que la investigación abre nuevos caminos en la forma en que se mide las tendencias musicales. «Por primera vez, podemos medir las propiedades musicales en grabaciones a gran escala. De hecho, podemos ir más allá de lo que los expertos de la música nos dicen o de lo que nosotros conocemos acerca de ellos, mirando directamente en las canciones… y comprendiendo la forma en que han cambiado», dijo.
Los investigadores emplearon el sitio web Last.fm para recopilar sus datos y emplearon métodos como el procesamiento de señales y minería de texto para analizar las propiedades musicales de las canciones. La música es en realidad altamente matemática y por lo tanto relativamente fácil de analizar y clasificar bajo este concepto. Cualidades como cambios de acordes, ritmo y timbre, por ejemplo, se tuvieron en cuenta a la hora de escanear los datos utilizando las herramientas mencionadas.
Una de las conclusiones más tranquilizadoras que Mauch hace en su estudio es que, contrariamente a la creencia popular, la diversidad de la música no declinó. Así, los datos muestran que no hay evidencia de homogeneización, pero –en cambio– las tendencias musicales tienen períodos de inmovilización seguidos de cambios rápidos. «Tomas algo que existe. Y eso, en biología, sería genes. Pero no son genes aquí. Sólo tomas algunos estilos. Los recombinas como los genes se recombinan y los cambias así, un poco, como si fuera una mutación», dice Mauch.
Por lo tanto, la idea de que la música pop se ha convertido en menos diversa también es disputada por el estudio y puntos en la línea de tiempo como 1983, año asociado a la llegada de bandas de synth pop de Reino Unido a las listas de popularidad estadounidenses, también es destacado por la presencia del country y la música disco en las mismas listas. Así mismo, el estudio señala a 1986 como el año menos diverso en la historia de EU (musicalmente hablando) lo cual se atribuye a la proliferación de las cajas de ritmos.
Para nadie es un secreto que la segunda mitad de los años ’80 fue un tiempo lento para la progresión de la música. Sólo que, de ser sabiduría popular, ahora es un hecho mucho más fundamentado. Para los investigadores, aquí –justo cuando la música se encontraba en medio de una depresión progresiva– la escena musical fue salvada por el rap y el hip-hop en 1991, con temas como «Mama Said Knock You Out» de LL Cool J que condujeron la mayor explosión de cambio en la música notada desde 1960.
«Esto es tan importante en nuestro análisis, porque buscábamos armonía, y el rap y el hip-hop no utilizan mucha armonía. El énfasis está en los sonidos del habla y el ritmo», dijo Mauch.
Sin embargo, dejando de lado la alegría que el estudio pueda darle a los detractores de los Beatles, también hay académicos que dicen que el estudio tiene fallas. Mike Brocken, catedrático de música en la Universidad Hope de Liverpool, argumentó: «La música popular no puede ser ‘medida’ de esta manera – ¿qué hay de la recepción, la economía política, las subculturas? Así que mis instinto primario es cuestionar cualquier estudio que utiliza el temido análisis de datos».
«No creo que el tipo de análisis musical formalista que se sugiere aquí ayude en absoluto», agrega Brocken. «Los Beatles ‘comunicaban’ cosas a la gente; si fue a través de un acorde de la menor o un acorde de la menor realmente no hace la más mínima diferencia. Los enfoques semióticos producen mucho más que las formas de acordes y compases», dice. Por cierto, Brocken dirige el grado de maestría en The Beatles en la Universidad Hope.
Por otra parte, si usted está preocupado y no se cansa de decir de que la música se está estancando, entonces no se trata de algo malo. Tal vez todo quiere decir que el mundo se aproxima la próxima revolución (musical). Así que, ¿por qué no mejor aprovechar esta «calma» para dar un repaso a la música de los últimos tiempos antes de que llegue el siguiente gran éxito?