Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).- La utopía de una ciudad limpia, es una protagonista eterna durante las campañas políticas, programas sociales, la educación básica y, en general, del día a día de los habitantes de toda urbe. Sin embargo, gracias a la huella de ADN que cada persona deja en los objetos que deshecha, puede conocerse el rostro de aquellos que contaminan las calles… Al menos en Hong Kong.
La innovadora campaña llevada a cabo en la región administrativa especial de China lleva el nombre de “The Face of Litter» (La cara de la basura), la cual se encarga de ponerle rostro a todos aquellos ciudadanos irresponsables que ensucian las calles con sólo una pequeña muestra de su material genético.
De acuerdo con Smithsonian Magazine, los retratos son exhibidos en anuncios espectaculares que se colocan en toda la ciudad, con lo que además de proporcionarle a las autoridades los rostros de los infractores, también apela a la vergüenza de estos al exhibirlos públicamente en parabuses, por ejemplo.
NanoLabs Parabon, la compañía con sede en Virginia que produce estos retratos de ADN, llama a esta tecnología «instantáneas» o «snapshot«, las cuales están dirigidas principalmente a la aplicación de la ley con el fin de buscar resolver los casos donde hay una muestras de ADN, pero no hay sospechosos o una base de datos de registros de ADN.
Con apenas 50 picogramos de ADN (la célula humana contiene en promedio unos seis picogramos de ADN) Snapshot puede crear un perfil compuesto de una persona, incluyendo el probable tono de piel, color de ojos y pelo, así como la forma de la cara y la ascendencia étnica. Sin embargo, a pesar de lo acertado que pueda ser el retrato, esta medida no aborda la prevención; otra parte importante del problema de los deshechos urbanos.
«Es un mensaje de servicio público agradable, pero es difícil imaginar que vaya a ser ampliamente utilizado para prevenir la basura», dice Steve Armentrout, fundador y director ejecutivo de Parabon.
Mientras que “The Face of Litter» puede estar más acerca de avergonzar a los infractores que de acercarlos a la aplicación de la ley, el ADN se utiliza cada más en todo el mundo para atrapar y procesar a los delincuentes menores. En Estados Unidos, por ejemplo, se utilizó ADN para identificar a un culpable responsable de destrozar establecimientos comerciales en Oregon y, en un caso en Iowa, a un responsable de proferir «palabras despectivas» dentro de un vehículo con un cuchillo.
Como la prueba de ADN se vuelve más barata y las bases de datos de material genético se hacen más grandes, es probable que el uso de ADN humano para atrapar a los delincuentes menores seguirá creciendo. Así, una colilla de cigarrillo en un bote de basura puede guiar a la policía a un arresto por posesión de drogas, una lata de pintura de aerosol a responsables de vandalismo y así sucesivamente.
Sin embargo, esta vigilancia biológica y su uso cada vez más frecuente comienza a preocupar también a los mismos ciudadanos, sobre todo en lo que corresponde a la pérdida de privacidad. Al respecto, grupos de vigilancia biotecnológica como GeneWatch en Reino Unido ya han hecho públicas sus inquietudes a raíz del uso de bases de datos de ADN para capturar a menores infractores. Así, el argumento es que el mal uso de esta tecnología puede conducir al acoso de familiares inocentes de criminales y terroristas, y a su utilización de forma desproporcionada contra las minorías.
De acuerdo con Yaniv Erlich, jefe del laboratorio de Investigación Biomédica del Instituto Whitehead del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), las bases de datos de ADN tienen un enorme poder positivo, tanto para la lucha contra la delincuencia como en la investigación científica, pero «nuestro trabajo muestra que hay limitaciones de privacidad», agregó.
Erlich, que hace dos años presentó un proyecto de investigación en el que aseguraba poder identificar a personas e incluso a sus familiares a partir de ADN anónimo, coincidió en las reservas que su descubrimiento podría llegar a generar. Mientras que gobiernos enteros se muestran optimistas y ya se apuntan para incluir dentro de sus sistemas legales métodos de reconocimiento basados en material genético, publicó CTV News.
Desde 2009, la agencia policial internacional Interpol hizo una lista de 54 países cuyas autoridades a nivel nacional cuentan con bases de datos de ADN. Entre los listados se encuentran Australia, Canada, Francia, Alemania y China, mientras que Brasil e India se encontraban considerando esta opción, mientras que los Emiratos Árabes Unidos pretenden crear la primer base de datos de un país entero. Todo esto, no puede representar otra cosa más que un foco de amenaza para defensores de los derechos civiles que tratan de evitar a toda costa el autoritarismo impulsado gracias a la vigilancia biológica.
Sin embargo, la postura por parte de las autoridades que pretenden seguir usando e impulsando esta tecnología es clara: dicen que las bases de datos genéticos han ayudado a resolver miles de crímenes, incluyendo asesinatos y violaciones. No obstante, en el otro extremo, hay cientos de miles de personas inocentes –incluyendo niños– que se sienten avergonzadas y discriminadas por su inclusión en una base de datos de presuntos delincuentes que, sin duda socava la presunción de inocencia que toda persona debe gozar.