Ciudad de México, 26 de abril (SinEmbargo).- En las últimas dos décadas, la mortalidad infantil ha bajado en un 35 por ciento en todo el mundo, a pesar de ello, las cifras más recientes de 2010 indican que más de 7 millones de menores de cinco años, murieron, dos tercios de ellas por causas que se pueden tratar y prevenir.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), éste es un gran avance pues en 1990 fueron 12 millones de niños los que fallecieron antes de llegar a sus primeros cinco años, por lo que entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se estipuló reducir la mortalidad infantil, por medio de intervenciones «de alta repercusión y bajo coste» tales como vacunas, antibióticos, suplementos nutricionales, mosquiteros tratados con insecticidas, prácticas mejoradas de lactancia y prácticas higiénicas seguras que «ya han salvado millones de vidas».
En el reporte de la Unicef, El Estado de los Niños en el Mundo (The State of the World’s Children) mencionan que la líder de las cinco principales causas de muerte entre la población infantil, es la complicación por un parto prematuro, la que ocupa el 17 por ciento del total de fallecimientos. A lo cual le sigue la neumonía, con el 15 por ciento, enfermedad que se puede prevenir mediante la vacunación, la lactancia materna exclusiva, la reducción de la contaminación del aire de interiores y una nutrición adecuada.
Las complicaciones en el parto, la diarrea y la malaria completan el cuadro en un mundo en el que poco a poco las tendencias van cambiando como sucede con los adultos, en donde las enfermedades no transmisibles – y en su mayoría prevenibles- como la diabetes, el cáncer y los ataques cardiacos han sobrepasado las padecimientos infecciosos.
«Ahora la televisión, los juegos, el teléfono celular, incluso las tabletas que ya utilizan niños de dos, tres o cuatro años, los mantienen en un sedentarismo demasiado prolongado con poca actividad física y además comiendo comida que no es nutritiva, la famosa comida chatarra […] que son los principales elementos que favorecen los depósitos de grasa, aunque son carbohidratos como no hay actividad física y no se queman, se convierten en grasa, se depositan y engordan», dice a SinEmbargo el pediatra y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Xavier Novales Castro.
México, que de acuerdo con datos del Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, tiene uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años con sobrepeso u obesidad y más de 4.1 millones de escolares conviviendo con este problema.
«Estos estilos de vida (llevar una buena alimentación y la actividad física) son fundamentales para mantener la salud en México, porque esto está ocasionando obesidad, sedentarismo y esto en el adolescente y el adulto empieza a tener enfermedades de ateroesclerosis, hipertensión y el infarto tempranamente, ya tenemos una frecuencia nada despreciable de infartos en personas de 30, 35, 40 años, lo que debería de ser en personas mucho mayores», continuó.
Pese a ello, en un mundo con más de dos mil millones de personas viviendo en condiciones de pobreza, la neumonía, la diarrea y la malaria juntas siguen cobrando la vida de tres de cada 10 niños que mueren antes de cumplir los cinco años, «muchas de estas muertes ocurren en niños cuyos sistemas inmunológicos ya están debilitados por la desnutrición», precisa la organización que además, a nivel global, la mitad de las muertes son atribuibles a la mala alimentación y tres cuartas partes de ellas se concentran en África y Asia Sudoriental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2012 había 162 millones de menores de cinco años que padecían retraso del crecimiento y 99 millones con insuficiencia ponderal.
Esta misma institución informa en sus «10 datos sobre la salud infantil», que el riesgo de muerte es más elevado durante el primer mes de vida, pues un nacimiento prematuro, la asfixia del parto y las infecciones causan la mayor parte de las muertes de los recién nacidos, contabilizadas en tres millones de fallecimientos al año.