Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).- Usualmente, el polvo brillante no es más que un incómodo aditamento para arreglos escolares o, bien, un icono de la época Disco. Sin embargo, no por su fama deja de tener interés hoy en día, aunque por motivos bastante opuestos entre sí.
Por un lado, se encuentra el aspecto viral, respaldado por su leal acompañante, el contenido de los canales de video, que se han encargó de develar la última tendencia exótica: ingerir cápsulas con diamantina para que las haces brillen, literalmente. Sin embargo, para aquellos que se espantan por la levedad de las tendencias en la red, el polvo brillante también tiene algo reservado.
De esta manera, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) planea utilizar nubes reflejantes de partículas parecidas a la diamantina en lugar de espejos para ayudar a encontrar las estrellas y los planetas más allá de nuestro sistema solar. Esto podría permitir obtener imágenes de alta resolución en una fracción de los costos que normalmente involucra la creación de espejos caros y estorbosos, dicen los investigadores en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California.
Comúnmente los telescopios suelen utilizar espejos sólidos para objetos distantes. Sin embargo, los grandes espejos, complejos requeridos para observar las estrellas son muy caros y difíciles de construir. De igual manera, su enorme tamaño y gran peso se suman a los retos para lanzar al espacio un telescopio espacial en primer lugar.
Los científicos del JPL se preguntaron si este concepto llamado Orbiting Rainbows podría ayudar a resolver muchos de estos problemas. Por tal motivo, proponen uso de nubes de estas partículas brillantes y reflejantes.
«Es una nube flotante que actúa como un espejo. No hay una estructura de soporte de acero alrededor de él, no hay bisagras; sólo una nube», dice Marco Quadrelli, Jefe investigador del JLP.
Por otra parte un telescopio hecho para el sistema Orbiting Rainbows sería mucho más simple de empacar, transportar y enviar al espacio en comparación con los convencionales. «Tú desarrollas la nube, la atrapas y le das forma», agrega Quadrelli.
En la naturaleza hay una gran cantidad de estructuras que tienen características de dispersión de luz y enfoque como el arco iris o las estelas de los cometas. La observación de estos fenómenos, así como recientes, experiencias exitosas de laboratorio con trampas ópticas y manipulación han contribuido a la idea de Orbiting Rainbows.
Mientras tanto, los científicos de este concepto tratan actualmente de identificar maneras para manipular y mantener la forma de una nube hecha de este material parecido al polvo, utilizando presión láser de manera que pueda funcionar como una superficie adaptativa con características electromagnéticas útiles, por ejemplo, en lo óptico o bandas de radar.
EVACUACIÓN BRILLANTE
Esta aplicación de materiales inspirados en la diamantina puede resultar en una gran mejora a los sistemas actuales de investigación estelar. Sin embargo, para aquellos a los que la exploración del universo no les resulte tan atractiva existen alternativas de mayor levedad para un material como la diamantina.
Es así que la nueva tendencia para ir al baño y hacer la experiencia más única se trata de ingerir píldoras llenas de polvo brillante, las cuales prometen hacer de las idas al baño una experiencia «brillante», literalmente.
Las píldoras están a la venta en Etsy y su precio va desde los 100 pesos hasta lotes de 100 con colores surtidos que cuestan alrededor de mil 300 pesos. Según la descripción del producto, todos los materiales que se utilizan son comestibles por no tendrían por qué dañar el sistema digestivo de quien las ingiera. No obstante, la curiosidad ha llevado a algunos a crear sus propias píldoras.
De acuerdo con el sitio Vocativ, la mera existencia de píldoras con brillo ha capturado recientemente la imaginación de Reddit, Twitter, Tumblr, Instagram y Pinterest, ya sea por la simple promesa de hacer brillar las heces o por un valor estético inherente a las pastillas como objeto. Sin embargo, esta idea no es exactamente nueva. En 2005, el artista Tobias Wong diseñó cápsulas de pan de oro de 24 quilates como una crítica a los artículos de lujo sin sentido. Mientras tanto, los expertos no podrían hacer menos que desaconsejar la ingesta de estos productos.
«No creo que [comer diamantina] sea médicamente aconsejable», dice David Cromwell, profesor asistente de medicina de la Universidad Johns Hopkins. «Tampoco creo que haya ninguna evidencia de que sea mal aconsejado.»
Según los informes, todas las pastillas que hasta ahora se han encontrado en línea se fabrican con materiales no tóxicos, pero es importante tener en cuenta que «comestible» y «no tóxico» no son la misma cosa. Mientras que «comestible» significa que el cuerpo va a digerir la sustancia normalmente, «no tóxico» significa que no es venenosa. Una sutil diferencia.