México, 3 Mar (Notimex).- La Cuaresma comienza con la imposición de Ceniza este miércoles 5 de marzo, en un acto que jerarcas católicos y un investigador universitario interpretan como un llamado personal y vigente a la conversión y al perdón, tradición que persiste aunque se transforma.
Lo que está claro es que se vive de forma diferente a como la vivían las abuelas, pero persiste como tradición que ni cercanamente tiende a desaparecer, advirtió el sociólogo e historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Traslosheros.
En entrevista con Notimex, el profesor titular del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) comentó que si la Cuaresma no tuviera sentido, no se vería la cantidad de gente que se aprecia en las celebraciones de Semana Santa.
Aunque “si entendemos por cuaresma comer pescado o tomar ceniza, entonces sí paso de moda; pero realmente la Cuaresma es el tiempo de preparación para la fiesta cristiana más importante de siempre”, se sigue viviendo con intensidad, aunque por la diversificación es natural que sea diferente en cada parte del país y en cada nación.
Hay también sectores sociales o académicos que ven la Cuaresma de distinta manera, «obviamente los formados con mentalidad antireligiosa o los que son indiferentes, no lo viven ahora, pero tampoco antes».
Para el historiador, será interesante ver cómo va a liderar El Vaticano las celebraciones en esta Semana Santa, y aunque es difícil medir el “fenómeno Francisco”, la percepción que existe en lugares de América Latina, y en especial en Argentina, Italia y Estados Unidos si parece ser que el papa está pegando.
Como indicadores, aunque no hay un “franciscómetro”, mencionó mayor frecuencia en los sacramentos, la confesión en particular; hay una percepción positiva por el mayor acercamiento del pontífice a lo tradicional, más popular que Benedicto, y eso “pega” donde la religiosidad popular es muy fuerte.
Para el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, la Cuaresma es una oportunidad para que los fieles respondan al llamado de Dios: «no nos escondamos, no huyamos, no nos hagamos sordos. Es fácil querer escabullirse», dijo en entrevista por separado.
La sociedad, expuso, vive distraída, prefiere el ruido que aturde y tiene miedo al silencio para no exponerse a escuchar la voz de Dios, ni la voz de la propia conciencia.
Justificó esas actitudes, porque “se requiere valor y confianza para buscar a Dios o, al menos, dejarse encontrar por Él”, por lo que llamó a la meditación durante la Cuaresma y la Pascua como mecanismo para la conversión que -dijo- supone libertad.
En su opinión, las fechas son propicias para acudir a la confesión, porque “Dios no se cansa nunca de perdonar”.
El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, expuso a su vez que la Cuaresma es tiempo privilegiado de preparación espiritual hacia las celebraciones festivas de la Pascua.
Una etapa, en la que los católicos deben disponerse de corazón, en la fe y la caridad, para vivir una verdadera reconciliación con el prójimo y una conversión sincera hacia Dios, citó en un comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicnao (CEM).
Su llamado para esta Cuaresma es profundizar en el tema de la pobreza de Cristo, porque «Dios se revela en la sencillez y en la pobreza, enviándonos a su Hijo; no lo hace mediante la riqueza y el poder del mundo».
Pidió retomar “la vivencia de la caridad, estando al pendiente de las necesidades de los hermanos, socorriéndolos con generosidad, no quedándonos como meros observadores de las miserias del mundo y lamentándonos”, y sí actuar con obras concretas que ayuden a superar y aliviar toda necesidad humana.
La Cuaresma, concluyó, es tiempo propicio para despojarse de toda superficialidad que atenta y destruye la dignidad humana, en la que no basta procurar sacrificios privándose de algún alimento, falta preguntarse qué se hará para ayudar a quien más lo necesita
La oficina de prensa de la Arquidiócesis Primada de México, confirmó que en la capital del país la misa por el Miércoles de Ceniza será encabezada por el cardenal Noberto Rivera Carrera a las 10:00 horas; posteriormente, impondrá la ceniza a los asistentes.
De acuerdo con la página católica Aciprensa, la Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, de preparación a la gran fiesta de la Pascua, arrepentirse de los pecados cometidos y cambiar algo en lo personal para ser mejores y vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena de Jesús, el Jueves Santo. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia.
La duración de la Cuaresma está basada en el simbolismo del número 40 en la Biblia, que habla de 40 días del diluvio, de 40 años de la marcha del pueblo Judío por el desierto, de los 40 días de Moisés y de Elías en la montaña, 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública y de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, con la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con más vigor en iglesias de oriente, la práctica penitencial se ha aligerado en occidente.
