Ciudad de México 9 de noviembre (SinEmbargo).- Los enfrentamientos del pasado fin de semana en Matamoros Tamaulipas pueden ser sólo el principio de otra “cruenta” guerra entre los Zetas y el Cártel del Golfo por el control de la plaza, luego de la captura del líder zeta, Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z40”, en julio pasado, advierte un análisis de la organización estadounidense Insight Crime, que investiga temas de seguridad en América Latina.
El domingo, el Grupo de Coordinación Tamaulipas confirmó que 13 personas perdieron la vida en Matamoros durante distintos enfrentamientos por el control de la plaza en Matamoros. La violencia comenzó cuando un grupo armado, identificado como «los Ciclones», fue perseguido por sicarios del Cartel del Golfo, luego de negarse a entregar las armas y ceder el corredor de narcotráfico.
Usuarios de redes sociales empezaron a reportar que en distintos puntos de la ciudad se estaban registrando tiroteos entre civiles armados, lo que posteriormente fue confirmado por el gobierno estatal.
Según la versión oficial, el domingo se registraron tres enfrentamientos:
El primer enfrentamiento sucedió poco antes del mediodía en el kilómetro 12 de la carretera Matamoros-Reynosa, a la altura de la colonia Esperanza, donde se enfrentaron civiles armados, quedando sin vida cuatro hombres y una mujer. Asimismo se aseguraron dos camionetas, una GMC Terrain modelo 2012 y una Ford Explorer modelo 2002, tres armas largas, una pistola automática, municiones y equipo táctico.
El segundo enfrentamiento se registró a las 16:05 horas en el kilómetro 2 de la carretera Matamoros-Reynosa, a la altura de un punto conocido como La Joroba. Se derivó de una persecución de elementos de la Marina contra civiles armados que se desplazaban en varias unidades. Cuatro agresores masculinos quedaron sin vida en el interior de una camioneta Cadillac Escalade de modelo reciente, asegurándose tres armas largas, municiones, chalecos y fornituras.
El tercer enfrentamiento ocurrió a las 16:20 horas sobre la Avenida El Niño, cuando elementos de la Marina se toparon con civiles armados, a quienes marcaron el alto. Fueron atacados y repelieron la agresión, con saldo de cuatro agresores masculinos sin vida en el interior del vehículo en que se desplazaban.
Un día después de los enfrentamientos, el gobierno municipal reportó que grupos armados estaban entrando a la ciudad por la carretera Reynosa-Matamoros, a bordo de algunos vehículos por algún enfrentamiento que al parecer es entre ellos mismos.
La Alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, pidió a la población no salir de sus hogares ante la posibilidad de más choques entre presuntos narcotraficantes.
«Les pedimos a población que se mantengan en sus casas, si no tienen a que salir, pues no salgan, mientras las autoridades federales terminan con este proceso», dijo Salazar Vázquez en entrevista para Radio Fórmula.
Después de la captura de Treviño Morales, alias el “Z40”, en julio pasado, varios análisis, entre ellos uno de InSight Crime, advirtieron que un consiguiente aumento de la violencia era una fuerte posibilidad. La eliminación de Treviño dejó territorio y poder en juego, por el cual se esperaba que lucharan organizaciones rivales como el Cartel del Golfo y los elementos en conflicto dentro de la estructura fracturada de los Zetas, en la que no todos están con el nuevo líder de Cártel, Omar Treviño Morales el “Z42”.
“Los tiroteos de Matamoros podrían ser un presagio de lo que vendrá para Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México. Los Zetas, que comenzaron como el brazo armado del Cartel del Golfo, se separaron de la organización en 2010. Ambos han estado luchando una feroz batalla territorial desde entonces”, dice por su parte el análisis del Think Tank estadounidense.
NUEVO LAREDO, LA CASA DE LOS ZETAS
Advierte que escenas como las que se observaron el domingo en Matamoros, cuna del Cártel del Golfo, podrían observarse también en otras ciudades tamaulipecas como Nuevo Laredo, bajo el dominio de los Zetas.
Otro de los organismos que había advertido una fuerte batalla en Tamaulipas por el control de las drogas es el Centro Woodrow Wilson que en julio pasado, en un análisis conjunto con Insight Crime, señalaba que uno de los retos para el “Z42”, era mantener ciudades tamaulipecas, como Nuevo Laredo, bajo control.
Los Zetas consideran a Nuevo Laredo como su casa. Es el lugar donde su modelo –controlar territorio, ‘cobrar piso’ y mover drogas (en ese orden)– tiene su manifestación más clara. También es su fuente de dinero más importante, sobre todo desde que perdieron el control de Monterrey.
La ciudad tiene también un significado histórico para el grupo delictivo: Fue donde crecieron el Z40 y su hermano Omar, y aún cuentan con familiares y una presunta base de apoyo allí. “El cambio de poder de un grupo a otro puede ser sangriento y funesto para cualquier residente de Nuevo Laredo que participe voluntaria o involuntariamente en las operaciones de los Zetas. Es allí donde los Zetas pasaron su primera prueba militar al resistir una ofensiva del Cartel de Sinaloa entre 2004 y 2006, consolidando su reputación”, concluye el análisis conjunto.
En Nuevo Laredo fue donde los zetas tomaron por primera vez el control de la policía, la oficina del Alcalde y la ciudad en sí. También donde lograron amordazar a la sociedad civil y a la prensa local, desarrollando medios para controlar los mensajes y la percepción pública en las áreas bajo su control. “Así mismo, parece ser la zona donde el último de la primera generación de los líderes de los Zetas, el Z42, puede llevar a cabo su batalla final, o evolucionar hacia algo parecido a un grupo criminal más caballeroso”, destaca el análisis.
“Los tiroteos de Matamoros podrían ser un presagio de lo que vendrá para Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México. Los Zetas, que comenzaron como el brazo armado del Cartel del Golfo, se separaron de la organización en 2010. Ambos han estado luchando una feroz batalla territorial desde entonces”, advierte Insight Crime.