Washington, 4 nov (dpa) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió hoy en la Casa Blanca con los enviados especiales designados por los Departamentos de Estado, Cliff Sloan, y Defensa, Paul Lewis, para el cierre de Guantánamo, ante quienes reiteró su compromiso de clausurar el centro de detención en territorio cubano.
Según informó la Casa Blanca, Obama «reiteró que sigue totalmente comprometido con el cierre del centro de detención en Guantánamo y dejó claro que los enviados especiales cuentan con su total apoyo en su trabajo para facilitar la transferencia de los detenidos».
Nada más asumir la presidencia en 2009, Obama prometió cerrar Guantánamo en el plazo de un año, meta que nunca consiguió cumplir.
A finales del pasado mayo, el mandatario renovó su compromiso y, en un discurso sobre defensa, anunció nuevas medidas para acelerar el cierre de Guantánamo, entre otros el levantamiento de la moratoria de traspaso de detenidos a Yemen y la designación de sendos «altos enviados» de Defensa y Estado para centrarse en la transferencia de los presos a terceros países.
La Casa Blanca subrayó hoy que «dentro de lo posible», el gobierno seguirá transfiriendo a aquellos detenidos que ya han recibido el visto bueno a otros países, y volvió a llamar al Congreso para que levante las restricciones a dichos traspasos que, destacó, «han limitado significativamente nuestra capacidad de reducir de forma responsable la población y cerrar la instalación en último término».
Hace exactamente una semana, organizaciones de derechos humanos que representan legalmente a algunos de los detenidos en Guantánamo denunciaron en una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que Estados Unidos no ha dado aún pasos concretos que permitan creer su promesa de cerrar Guantánamo.
«Actualmente no hay garantía alguna de que el Estado va a cumplir con su obligación de adoptar pasos concretos, decisivos para cerrar el centro de detención de Guantánamo de una vez por todas», denunció el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
«Justicia retrasada es justicia denegada y, al ritmo actual de transferencias (de presos) del gobierno, Guantánamo seguirá abierto en 40 años», advirtió el abogado de CEJIl Charles Abbott.
Por su parte, el relator especial sobre la Tortura la ONU, Juan Méndez, rebatió los argumentos «políticos» esgrimidos por el gobierno de Barack Obama para justificar el incumplimiento de su promesa de cerrar Guantánamo.
«Reconozco la presión política, pero en términos puramente legales y administrativos, está en manos del presidente de Estados Unidos cerrar ese centro de detención como ha dicho que intenta cerrarlo», sostuvo Méndez.
Actualmente quedan en Guantánamo 164 presos, 14 de los cuales continúan la huelga de hambre que adquirió grandes proporciones en los últimos meses y consiguió poner el cierre de la prisión de nuevo entre las prioridades de Washington.
En el comunicado de la Casa Blanca, se hizo referencia hoy al «daño» al prestigio de Estados Unidos que hace Guantánamo, así como a la «merma de sus recursos», ya que según cálculos oficiales, el país gasta casi un millón de dólares por detenido al año.