Por Rodolfo Rivera
Caracas, 4 Nov (Notimex).- La creación por parte del gobierno venezolano del Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo es una ironía propia de un «cínico», aseveró hoy el dirigente opositor Enrique Mendoza.
«Hasta Ripley, autor de ?Aunque Ud. no lo crea?, se sorprendería al enterarse de la existencia de un gobierno que destruyó un país y luego creó un viceministerio para alcanzar la Suprema Felicidad», añadió Mendoza en declaraciones a Notimex.
El diputado y secretario general del Partido Socialcristiano Copei en el central estado Miranda apuntó que «la creación de este viceministerio no deja de ser una ironía propia de un cínico o de alguien desprendido de la realidad».
La semana pasada, el presidente Nicolás Maduro sorprendió a todos los venezolanos con la publicación en la Gaceta Oficial del decreto número 511 donde anuncia la creación del Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo.
Mendoza señaló que «resulta obvio que el jefe de Estado, al fracasar en su gestión como gobernante, por no estar capacitado para ejercer esas funciones, trata de lograr por decreto lo que su corrupto, ineficiente y antidemocrático gobierno es incapaz de dar».
Indicó que ignora «en qué país vive Maduro ni de cuál felicidad habla, pues en las calles de Venezuela mueren asesinados más de 20 mil venezolanos todos los años y somos, tristemente, el país más violento de Sudamérica y el tercero más violento del mundo».
Precisó que el 97 por ciento los homicidios que se cometen en este país quedan impunes y los culpables siguen en las calles, «por lo que habría que preguntarles a los familiares de esas víctimas si se sienten felices con este gobierno», acotó.
«¿Cuál Suprema Felicidad de un pueblo que tiene que recorrer varios mercados para ver si por suerte consigue los productos de primera necesidad? ¿Será que nuestro pueblo está feliz porque hoy el país sufre la mayor inflación de los últimos 17 años?, se preguntó.
Agregó que este año los precios de los alimentos han aumentado más de 70 por ciento y que la mayoría de ellos no se consiguen «porque este gobierno, que busca la felicidad, destruyó el aparato productivo nacional y hoy importa casi todo lo que consumimos».
«Comprar los útiles escolares y uniformes representa más de dos sueldos mínimos y los hogares más humildes de nuestro país tienen que decidir entre darle de comer a sus hijos o ponerlos a estudiar con el estómago vacío», precisó.
Afirmó que el 70 por ciento de las camas del sistema de salud público está fuera de servicio y el déficit de insumos médicos supera el 40 por ciento, «por lo que la salud en Venezuela es un lujo que no todos pueden darse».
Frente a esta realidad, Mendoza exigió al presidente Maduro «alejarse un poco del poder para que pueda conocer lo que sufre el pueblo, pues decretando la felicidad de los venezolanos no logrará esconder una palpable realidad: que el pueblo no lo acepta».