De los naturalizados sólo «Sinha» ha respondido en el Tri

12/07/2013 - 3:40 pm

México, 12 Jul. (Notimex).- La naturalización de jugadores como Christian «Chaco» Giménez y Lucas Lobos ha abierto una vez más el debate sobre el llamado de los no nacidos en el país a la selección mexicana, por la cual han pasado 13 en estas mismas condiciones y de los cuales sólo Antonio Naelson «Sinha» ha respondido a las expectativas.

Esto no es nuevo en el balompié mexicano, el tema de los naturalizados data de hace 80 años, más específicamente a la mitad de la década de los años 30 cuando el peruano Julio Llores se convirtió en el primer naturalizado que vistió los colores de México, de 1935 a 1938, sin mayor trascendencia.

Durante esta misma etapa lo acompañó el español José López Herranz, de quien tampoco existen grandes estadísticas sobre su desempeño y aportación al equipo. De la misma forma se puede hablar de los argentinos Antonio Battaglia y Alfredo Acosta, quienes en 1952 fueron tomados en cuenta para el combinado nacional.

El español Carlos Blanco logró terminar un poco con esta intrascendencia al ser convocado para la Copa del Mundo Suiza 54, en la cual no vio acción y cuatro años después, en Suecia 58, estuvo presente en el empate ante Gales, el primer punto de México en esta competencia.

Carlos «Charro» Lara fue el siguiente elemento que gozó de esta posibilidad; el argentino brillo con luz propia en el eje del ataque del Zacatepec, equipo que lo catapultó al Tri, con el que jugó la parte final de la eliminatoria rumbo a Chile 62, además de dos partidos amistosos mas, pero no viajó al torneo internacional debido a una lesión.

Pasaron más de 30 años para que un jugador naturalizado fuera una vez más contemplado y este fue Gabriel Caballero, quien con respaldo del entrenador Javier Aguirre, que lo conocía muy bien luego de su paso por Pachuca, lo llamó en la etapa previa a la Copa del Mundo Corea-Japón 2002.

Su debut fue en marzo en un triunfo sobre Albania y a partir de ahí no volvió a salir de una convocatoria del «Vascoi» y, pese a la polémica que generó, entró en la lista de 23 jugadores para la justa mundialista, donde jugó los tres partidos de primera fase, ante Croacia, Ecuador e Italia, sin grandes cosas que recordar más que actuaciones cumplidoras.

El primer brasileño en vestir los colores del Tri fue Antonio Naelson «Sinha» que tuvo la confianza de Ricardo La Volpe para incluirlo en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, en la Copa Confederaciones Alemania 2005, en la cual marcó un gran gol a disparo de larga distancia que recientemente fue nombrado el mejor en la historia de este torneo, así como en la Copa del Mundo Alemania 2006.

«Sinha» tuvo una actuación bastante aceptable en suelo teutón, principalmente en el primer partido ante Irán, en el cual marcó un tanto y puso un pase para gol, lo que le valió elogios de la prensa internacional.

Guillermo «Guille» Franco fue un jugador que también tuvo el apoyo, primero de La Volpe, y posteriormente de Aguirre, lo cual lo llevó a disputar los Mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.

Jugó un total de siete partidos, en los cuales no marcó ningún gol, lo que le ganó severas críticas, a él y al «Vasco», no sólo por su carencia de poder ofensivo, sino por lo poco que ofreció en lo colectivo.

El fallido ciclo del técnico sueco Sven Goran Eriksson tuvo como característica el llamado de tres naturalizados, Leandro Augusto, Lucas Ayala y Vicente Matías Vuoso, quienes no tuvieron mucha suerte, aunque no se puede olvidar que el «Toro» marcó un gol (para el empate 2-2 ante Canadá) con el que se logró el pase al Hexagonal Final, pues de no haber sido así, México habría quedado eliminado de Sudáfrica 2010.

El argentino Damián Alvarez fue el último jugador naturalizado que ha vestido los colores de la selección mexicana y lo hizo el año anterior en un partido amistoso ante Colombia.

En sí, el tema no es exclusivo de México, pues un «gigante» como Alemania también ha recurrido a esta situación, con Claudemir Jerónimo Barretto «Cacau», quien nació en Brasil, y disputó el Mundial de Sudáfrica 2010, en donde marcó un gol.

Lukas Podolski es otro caso de alguien que no nació en Alemania, pero que viste los colores del cuadro germánico. El actual jugador del Arsenal vio la primera luz en Polonia, sin embargo, desde los dos años vive en Alemania, además que sus abuelos son ciudadanos alemanes.

Quizá el caso más sonado en los últimos años fue el del volante argentino Mauro Camoranesi, nacido y formado como futbolista en su país pero de ascendencia Italiana, lo que le permite tener la doble nacionalidad y por ello pudo disputar la Copa de Mundo Alemania 2006 con la escuadra «azzurra», en la que fue pieza fundamental para el título.

Portugal tampoco se ha salvado de esta situación pues entre sus filas ha contado con el defensa Kepler Laveran Lima ?Pepe?, Liedson da Silva, y Anderson Luis de Souza ?Deco?.

Y cómo olvidar a la «Saeta Rubia», Alfredo Di Stefano, quien como argentino deslumbró en España, selección a la que defendió en innumerables ocasiones ya como naturalizado.

 

Redacción/SinEmbargo
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