Brasilia, 10 jul (dpa) – Brasil no descarta la posibilidad de recurrir a la ayuda del ex informante de los servicios secretos de Estados Unidos Edward Snowden para obtener informaciones sobre las denunciadas prácticas de espionaje realizadas en el país por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana, afirmó hoy el canciller Antonio Patriota.
Según el ministro, la decisión sobre la necesidad de obtener declaraciones de Snowden -quien filtró los documentos sobre las prácticas ilegales- le corresponde a la Justicia brasileña.
«Esta es una decisión que será de la Justicia, (que definirá) cómo y cuándo serán escuchados los diferentes actores que pueden suministrar elementos importantes en este tema», expresó Patriota, quien declaró hoy ante el Senado sobre las denuncias según las cuales la NSA monitoreó millares de llamadas telefónicas y mensajes de e-mail en territorio brasileño en la última década.
Fuentes de la Cancillería consultadas por la agencia estatal brasileña ABR afirmaron que una posible indagación a Snowden podrá ser realizada en cualquier país donde se encuentre, ya que Brasil mantiene relaciones diplomáticas con todas las naciones del planeta.
En la audiencia, el ministro afirmó que se entrevistó con el embajador de Estados Unidos en Brasilia, Thomas Shannon, quien negó que su país haya monitoreado las comunicaciones de ciudadanos brasileños, tal como denunció el último fin de semana el diario «O Globo», en base a documentos de la NSA filtrados por Snowden.
«Él dijo que varias informaciones no son correctas», dijo Patriota, quien agregó que recibió de Shannon un documento en el que el gobierno de Estados Unidos se compromete a colaborar con las investigaciones sobre el tema.
Luego de la audiencia, el ministro sostuvo un rápido diálogo con periodistas, en el que reiteró que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff aguarda una respuesta oficial de Estados Unidos al pedido de explicaciones para verificar si son verdaderas las informaciones sobre el supuesto espionaje de NSA.
Según Patriota, las aclaraciones recibidas de Washington «no han sido satisfactorias hasta ahora», y por ello un grupo de trabajo formado por el gobierno trabaja en un nuevo cuestionario que será elevado a Estados Unidos.
El canciller evitó, por otra parte, comentar el impacto que tendrán las denuncias sobre la relación entre Brasil y Estados Unidos.
«Son relaciones amplias. Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil (después de China). Nosotros tenemos diálogo con Estados Unidos sobre numerosos asuntos», se limitó a afirmar.
Por su parte, el ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, admitió a los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional del Senado que el sistema de comunicaciones del país tiene «vulnerabilidades» y no está inmune a violaciones de privacidad.
«La situación en que estamos hoy realmente es de vulnerabilidad. La simple identificación de quienes se comunican con quienes ya es una información de valor analítico para cualquier adversario que tengamos fuera del país», afirmó.
Según Amorim, la vulnerabilidad se debe a la ausencia de un sistema de seguridad en los programas informáticos usados por las autoridades y por los funcionarios públicos, que usan en la mayoría de los casos computadoras fabricadas en otros países.
El ministro de Defensa apuntó, sin embargo, que esa «fragilidad» del sistema cibernético no es un problema exclusivo de Brasil, y recordó que Alemania también ha denunciado la práctica de espionaje en su territorio por agencias de seguridad estadounidenses: «Brasil no ha sido el único, Alemania y otros países también informaron (sobre las denuncias de espionaje)».
