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La postura que ha adoptado  Gustavo Petro es similar a la que ha establecido López Obrador desde que asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018. El Presidente colombiano apuntó este domingo que la política antidrogas sólo fortaleció a las mafias dedicadas al narcotráfico y “debilitó a los Estados”.

Ciudad de México, 8 de agosto (SinEmbargo).– Un “fracaso rotundo”. Así calificó ayer el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, la política antidrogas impuesta por Estados Unidos a Latinoamérica. Y anunció que cambiará urgentemente esta política, y de qué manera: “Ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados”.

Petro dijo que esa política no cumplió con su objetivo y que, contrario a esto, fortaleció a las mafias dedicadas al narcotráfico y “debilitó a los Estados”. Y como lo ha hecho el Presidente Andrés Manuel López Obrador —quien culpa directamente a Felipe Calderón Hinojosa—, denunció que ha llevado a los Estados nacionales “a cometer crímenes”.

“¿Vamos a esperar que otro millón de latinoamericanos caigan asesinados y que se eleven a 200 mil los muertos por sobredosis en Estados Unidos cada año?”, dijo Petro en su discurso inaugural, el cual fue interrumpido por los aplausos del público y los invitados.

“Claro que la paz es posible si se cambia, por ejemplo, la política contra las drogas, vista como una guerra por una política de prevención fuerte del consumo en las sociedades desarrolladas. Es hora de una nueva Convención Internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, que, ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados, durante estos 40 años, y que deja 70 mil norteamericanos muertos por sobredosis cada año. Que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”, añadió.

En junio de 1971, el entonces Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, le declaró la guerra contra las drogas y, con ello, contra los cárteles de la droga en Latinoamérica, principal productor y exportador del mundo. Hoy, sin embargo, esa guerra sigue en pie y, para muchos países, parece perdida.

Colombia, por ejemplo, sigue siendo el territorio con mayor presencia de cultivos de coca y el primer productor de cocaína en el mundo, consignó en enero El País. En este sentido, el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló que para 2020 el área sembrada con coca alcanzó 143 mil hectáreas.

Un hombre con una careta del nuevo presidente Gustavo Petro llega para asistir a su toma de posesión presidencial en la plaza de Bolívar en Bogotá, Colombia. Foto: Ariana Cubillos, Cuartoscuro.

Gustavo Petro apuntó este domingo que si quieren apoyar al país en cuestión de paz como se dice en todos los discursos, se debe cambiar «la política antidrogas que está en manos del poder mundial».

La postura que ha adoptado Petro es similar a la que ha establecido López Obrador desde que asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018. En marzo de 2019, por ejemplo, el Presidente mexicano criticó la política de seguridad implementada por el extitular del Ejecutivo federa Felipe Calderón, que se centró en el combate al narcotráfico.

“Se optó de manera irresponsable por pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero”, opinó López Obrador.

Durante un evento para reinstalar el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, en el Palacio Nacional, el mandatario reconoció en esa ocasión el reto de la violencia y se comprometió a seguir trabajando en contrarrestar los efectos negativos que dejó la declaración de la guerra contra el narcotráfico, medida que calificó de “irresponsable” porque el origen del problema es la desigualdad social.

La postura que ha adoptado Petro es similar a la que ha establecido López Obrador desde que asumió la Presidencia de México en diciembre de 2018. Foto: Presidencia.

“Se tomó la decisión de declarar la guerra a un problema que surgió básicamente por la falta del crecimiento económico, por la desigualdad social. Se optó de manera irresponsable por pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero”, expuso.

Esta no ha sido la única ocasión en la que el mandatario mexicano ha reprobado la ofensiva implementada por el expresidente Felipe Calderón (2006—2012). Recientemente, el pasado 4 de julio dijo durante su conferencia mañanera que el declararle la guerra al narcotráfico fue “un error grave”.

“En el tema de la violencia nosotros estamos convencidos de que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, no se puede enfrentar el mal con el mal. Estamos convencidos de que la paz es fruto de la justicia. Y estamos convencidos de que fue un error grave, un crimen, el haber declarado la guerra a la delincuencia al inicio del Gobierno de Calderón”, sostuvo.

El Presidente destacó que hay mejores resultados ahora que en administraciones anteriores. “Para que quede así claro, desde que estamos en el Gobierno hay una reducción de 30 por ciento de delitos del fuero federal, hasta en homicidios que es fuero común tenemos una reducción del cinco por ciento, lo más difícil que encontramos, pero también la politiquería está queriendo hacer campaña en contra, con estos temas”.

El exmandantario mexicano Felipe Calderón Hinojosa declaró el 6 de diciembre del 2006 la guerra contra el narcotráfico en México a través del “Operativo Conjunto Michoacán”, que consistió en el despliegue de corporaciones federales, estatales y municipales, que tendrían el objetivo de combatir al crimen organizado en la entidad “por cielo, mar y tierra”.

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Dicha estrategia condujo al país a más de 13 años consecutivos de guerra interna. En sus seis años de Gobierno se registraron 102 mil 859 homicidios, aunque las cifras no son claras respecto a los desaparecidos y desplazados.

AMLO CELEBRRA LEGADA DE PETRO

Andrés Manuel López Obrador celebró este lunes la toma de posesión de Gustavo Petro como Presidente de Colombia, hecho que calificó de “un cambio histórico” para el país.

En su conferencia de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo mexicano externó su alegría, pues señaló que su homólogo colombiano sabe la fórmula para atender al pueblo y enfrentar a los conservadores.

“Desde luego estamos muy contentos porque es un cambio histórico en Colombia. He hablado en otras ocasiones de lo que ha significado el conservadurismo en Colombia, muy fuertes, muy duros. Históricamente, han impedido que se den los cambios que se requieren en Colombia […] Es hasta ahora que con este cambio hay esperanza de que inicie una etapa nueva en Colombia, con Petro. Ojalá le vaya bien”, expresó.

Petro juró el domingo como el primer Presidente de izquierda en la historia de Colombia y prometió poner fin definitivo a la violencia interna y buscar una nueva estrategia en la lucha contra el narcotráfico.

En un acto colmado de simbolismos en la Plaza de Bolívar, centro político e histórico de Bogotá, Petro juró defender la constitución y las leyes junto a Francia Márquez, quien también hizo historia como la primera afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia de la nación.

El economista, de 62 años, recibió la banda presidencial de manos de María José Pizarro, congresista e hija del máximo comandante de la extinta guerrilla M-19, a la que perteneció Petro, asesinado cuando aspiraba a la presidencia.

Durante la ceremonia estuvo acompañado por la espada de Simón Bolívar, robada en enero de 1974 por el M-19 y que estuvo en su poder durante 17 años hasta que fue entregada al Estado en 1991 como un gesto de paz. Desde entonces permaneció guardada en una bóveda del Banco de la República y en 2020 fue trasladada al Palacio de Nariño, donde reside el Presidente.

“Que la paz sea posible. Tenemos que terminar, de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado. Convocamos, también, a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia”, dijo el mandatario ante una multitud que lo ovacionaba al tiempo que coreaba su nombre.

Petro encarna a una izquierda que ha sido marginada y en ocasiones estigmatizada por el peso de más de cinco décadas de un conflicto armado interno que dejó 50 mil 770 secuestrados, 121 mil 768 desaparecidos, 450 mil 664 asesinados y 7.7 millones desplazados forzosamente, según la Comisión de la Verdad.

Petro aspira a lograr una “paz total” que implique el sometimiento a la justicia de las bandas del narcotráfico —como el Clan del Golfo— y la reanudación de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en el país.

-Con información de AP y Open Democracy

Redacción/SinEmbargo

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