Martín Moreno-Durán
29/06/2022 - 12:03 am
2023: AMLO planea pedir licencia
«¿Estaría violando López Obrador la ley electoral de cumplirse este proyecto? ¡Por supuesto que sí! Sería una falta grave a las leyes del país. Empero, ¿esto le importaría a AMLO? Claro que no».
+ Proyección electorera
+ Promovería a Morena
Andrés Manuel López Obrador tiene planeado pedir licencia a su cargo como Presidente de la República en octubre de 2023, para recorrer todo el país a fin de pedir a los ciudadanos el voto para Morena rumbo a la presidencial de junio de 2024. Es una posibilidad real que evalúan en Palacio Nacional.
Lo que se estarían afinando en Palacio Nacional es determinar si, de concretarse este plan, sería una licencia formal al cargo, o AMLO plantearía, llegado el momento, una “licencia moral” que, a mano alzada, fuera aprobada por “el pueblo” en el Zócalo capitalino para autorizarle realizar giras nacionales, semana a semana, para apoyar a los candidatos de su partido, Morena, rumbo al 2024, pero sobre todo, a quien sea su candidato o candidata a la Presidencia.
Si fuera una licencia formal presentada ante el Congreso, López Obrador dejaría el cargo de Presidente de México.
Si fuera una “licencia moral” avalada por “el pueblo”, AMLO continuaría, de manera formal, ejerciendo la Presidencia, aunque en la praxis sería una Presidencia itinerante. Es decir: recorriendo los estados y ciudades del país para promover el voto a favor de Morena el domingo 2 de junio de 2024.
Fuentes políticas de alto nivel señalan a esta columna que el mes que tiene fijado López Obrador para pedir su licencia al cargo – de lograrse este plan político-electoral-, sería el de octubre del próximo año, a fin de dedicar, de hecho, seis meses a la promoción del voto desde el cargo de Presidente de la República.
¿Estaría violando López Obrador la ley electoral de cumplirse este proyecto? ¡Por supuesto que sí! Sería una falta grave a las leyes del país. Empero, ¿esto le importaría a AMLO? Claro que no. Es un personaje acostumbrado a ignorar las leyes para llegar al poder. Ejemplos: toma clandestina de carreteras y pozos petroleros, ser candidato en el 2000 a Jefe de Gobierno en la CdMx a pesar de no cumplir con los requisitos de residencia, impulsar a sus “corcholatas” (Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto López) a realizar campañas electorales anticipadas, y muchos ejemplos más de ilegalidad que tanto le gustan practicar al tabasqueño.
¿Qué no?
Allí están sus gritos de batalla:
Del: “Al diablo las instituciones”, hasta el reciente: “No me salgan con que la ley es la ley”.
Decidido a hacer cualquier cosa con tal de mantener a Morena en la Presidencia – de preferencia con su corcholata favorita: Claudia Sheinbaum-, López Obrador estaría dispuesto a seguir violando la ley, despilfarrar recursos públicos, utilizar la presidencia más para favorecer a Morena en lugar de gobernar para todos los mexicanos y, sobre todo, a realizar abierta campaña política, como si fuera candidato presidencial, en apoyo abierto, descarado e ilegal en favor de su causa suprema: que Morena permanezca en Palacio Nacional de 2024 a 2030.
Eso es lo que tiene proyectado AMLO. Este es el plan que se está analizando en Palacio Nacional: pedir licencia en octubre de 2023 -bajo una figura legal o una figura moral-, con tal de comenzar su campaña de promoción del voto en favor de Morena rumbo al 2024.
Y de darse esta posibilidad, además de violar la ley electoral, López Obrador estaría cometiendo una aberración máxima en contra de los mexicanos: claudicar prácticamente en su tarea constitucional como Presidente de México para erigirse, sin pudor alguno, en cabeza de un partido político para 20204. Desatendería sus deberes presidenciales, para mostrarse como cabecilla de un movimiento político. Descuidaría sus tareas de Gobierno, para asumirse como el jefe de campaña de Morena hacia el 2024.
¿En qué basaría AMLO su discurso de campaña rumbo al 2024? En cuatro premisas fundamentales:
Primera: en tratar de influir en el electorado en que es necesario que Morena permanezca, al menos, otros seis años en Palacio Nacional, y por ello deben votar por su candidato(a) a la presidencia.
Segunda: que será necesario que Morena gane para extender lo que AMLO denomina -de manera falaz y mentirosa-, el “proceso transformador” de México, que no es otra cosa que seguir empobreciendo a las mayorías para que dependan del Gobierno en cuanto a apoyos económicos. A mayor número de pobres, más votos para Morena.
Tercera: alertar sobre una falacia ya conocida: si otro partido, candidato o alianza política derrotan a Morena en 2024, los apoyos sociales desaparecerán y los dejarán desamparados.
Cuarta: votar por el candidato(a) de Morena a la Presidencia de la República, equivale a votar por López Obrador. Favor con favor se paga.
Esto es lo que tiene proyectado AMLO rumbo al 2024: volver a la brecha. A la campaña electoral.
Ya veremos si cuaja y se concreta. Depende de varios factores político-electorales.
*****
Hoy por hoy, sin duda y con base en los hechos, estamos ante un Presidente obsesionado, desbocado y descocado con tal de ganar el 2024: hacer cualquier locura con tal de preservar la Presidencia y hacer ganar por las buenas o por las malas a la Sheinbaum, a Ebrard, a Adán Augusto o a quien sea. AMLO está dispuesto a cualquier aberración para lograr su ambición personal: que Morena permanezca en el poder, y él seguir mangoneando desde donde se encuentre. Un maximato, pues.
Ese es su propósito.
La pregunta, es:
¿Se lo permitirán los votantes?
FB / Martín Moreno-Durán
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