Un fanático de 35 años comenzó a hostigar a la tenista de 19 años en su propia casa, por lo que la justicia británica le concedió una orden de restricción a Raducanu en contra del acosador.
LONDRES, 23 de febrero (AP).- Un hombre que fue declarado culpable de acosar a la tenista Emma Raducanu, campeona del Abierto de Estados Unidos, recibió el miércoles una orden de restricción por cinco años.
Amrit Magar, un repartidor de Londres de 35 años, también fue sentenciado a 18 meses de trabajo comunitario que incluye 200 horas de labor no remunerada. Estará bajo toque de queda por ocho semanas y monitoreado con un dispositivo electrónico.
Magar se presentó en la casa de Raducanu, de 19 años, en tres fechas distintas el año pasado, se quedó afuera, le dejó regalos y tarjetas no deseados y le robó algo de su pórtico, reveló el juicio que se realizó el mes pasado. En una ocasión decoró un árbol en su jardín con luces navideñas.
Man Walked 23 Miles to Stalk Teenage Tennis Star Emma Raducanu https://t.co/pukflNnKDr pic.twitter.com/CPAs7prYVE
— Magistrates' Blog (@MagistratesBlog) February 23, 2022
También le dejó un ramo de flores con una nota personal y en otra ocasión, dibujó un mapa para mostrarle los 37 kilómetros que había caminado desde su casa.
Magar fue arrestado después de que el padre de Raducanu recibió una alerta de la cámara en el timbre y encontró que había robado su zapato del pórtico. El juzgado de Bromley lo encontró culpable.
Raducanu saltó a la fama el año pasado al consagrarse en el Abierto de Estados Unidos en septiembre.
En uno de los resultados más inesperados en la historia del tenis, la adolescente se convirtió en la primera campeona de un Grand Slam procedente de la fase previa. Dos meses antes había alcanzado la cuarta ronda en Wimbledon, también tras haber superado la fase previa.
En el juicio se reveló que Magar le dijo a la policía que le atrajo Raducanu “debido a su alto perfil tras la victoria en el US Open” y que se llevó el zapato como “souvenir” pensando que le pertenecía a ella.
La orden le prohíbe a Magar tener contacto con Raducanu o sus padres, acercarse a una milla de su calle y asistir a cualquier evento deportivo, estadio, lugar de entrenamiento en el que ella compita, asista o entrene.
