Francia + Comedia Romántica = Garantía de un rato agradable, y la cinta ¡Al abordaje! lo vuelve a demostrar. El espectador logra pasar un momento agradable frente a la pantalla haciendo un viaje a la juventud, a los amores de verano, la amistad, los encuentros y de paso también echando un vistazo por la realidad de los jóvenes de diferentes clases sociales en Francia.
Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).– El verano parece estar hecho para los jóvenes. El sol cae brillante sobre su piel, la brisa de alguna manera los hace más atractivos y el calor regocija sus sentidos causando una explosión de endorfinas. Justo en este tiempo se sitúa ¡Al abordaje! (À l’abordage), la película del director francés Guillaume Brac que forma parte de la selección de My French Film Festival.
En el centro de París, al ritmo de la salsa y el calor de una fiesta, Félix conoce a Alma. Ambos son jóvenes y se ven atraídos el uno del otro de inmediato. Sin pensarlo pasan la noche juntos, pero al otro día los rayos del sol los despierta como puñalada de realidad: Él debe volver a su trabajo como enfermero y ella va tarde para tomar un tren rumbo al sudeste de Francia para pasar unas vacaciones con su familia en su casa de verano. Realidades de dos clases sociales diferentes.
Sin embargo, Félix no puede dejar de pensar en ella, su melena pelirroja y la noche que pasaron juntos; y sin meditarlo un momento, pide a Chérif, su mejor amigo, acompañarlo a emprender un viaje para encontrase con ella y sorprenderla en sus vacaciones de verano.
Ninguno de estos amigos tiene coche, pero se las ingenian para atravesar ciudades al lado de Édouard, un tímido joven que se la vive presionado por su madre.
Las precipitadas decisiones de estos jóvenes los lleva a iniciar un viaje lleno de aventura, pero también de decepciones al no salir nada como lo tenían previsto.
UN ACERCAMIENTO REAL
El director Guillaume Brac define ¡Al abordaje! como una ficción que tiene muchos destellos del documental, pues aunque la cinta es una comedia romántica, está narrada a partir de muchos elementos reales que parten desde los mismos actores.
Durante una entrevista con Unifrance, organización de promoción de películas francesas fuera de su país y creadora del My French Film Festival, el director explicó la manera en que conformó el elenco de su cuarto largometraje:
«La cinta nació de una propuesta de la directora del Conservatorio Nacional de Arte Dramático de Paris, que es una gran escuela que entrena actores tanto de teatro como de cine. Me propuso hacer una película de ficción para los estudiantes, una docena de ellos. Nunca había hecho una película en la que realmente el reparto no tuviera experiencia frente a la cámara, pero tenía un año enfrente para tratarlos y elegir a una decena de actores entre 30 estudiantes. Realmente escribimos la película para ellos en un camino entre la ficción y el documental porque estaba muy alimentado por las reuniones que tuvimos. Cada uno ellos me dijo muchas cosas sobre su vida, sus viajes, sus amigos, su relación con la política», explica Brac.
Todos los actores aportaron para que sus personajes pudieran desarrollar su trama en medio del campamento donde transcurre toda la acción, un lugar conocido a la perfección por el director que nunca elige en sus cintas un lugar que no le sea familiar o que represente algo su vida, como en este caso, el lugar donde vacacionó algunas veces.
Guillaume Brac pone como protagonistas de su filme a Eric Nantchouang (Felix) y a Salif Cissé (Chérif), dos jóvenes de raza negra que hacen su debut en el cine, algo poco común en el cine francés que en su mayoría tiene a blancos protagonizando las historias, algo que también le interesaba poner en foco al director.
Los actores estuvieron en la película incluso antes del guión, Guillaume Brac escribió la cinta para ellos, pensado en ellos y en sus diferentes personalidades después del trabajo que hicieron en equipo para conocerse y en las que pudo escuchar sus inquietudes, una de ellas, las clases bajas en Francia que antes no tenían cabida en una escuela de prestigio como el Conservatorio Nacional de Arte Dramático y en la que a través de los años se ha vuelto más incluyente.
Esta marcada lucha de clases es reflejada en ¡Al abordaje! de una manera sutil, sin ser el centro de la trama, pero que sí termina por definir varias cuestiones dentro del guión:
«Primero, están los que trabajan, Félix y Chérif, uno es una especie de enfermero a domicilio y el otro es trabajador en un supermercado. Quería sumergirme en una Francia de vacaciones y estos dos jóvenes no suelen irse de vacaciones puesto que no tienen esa cultura. Además, intento meter a estos dos jóvenes negros en el universo de un cine que no los acoge tan fácilmente. La cuestión racial no es el tema central de la historia, pero influye en las relaciones entre los personajes. Intenté encontrar este equilibrio sutil con los actores, teniendo en cuenta que no escribí los papeles antes del casting, sino al revés», destaca el director en una entrevista para Cineuropa.
¡Al abordaje! es más que sólo una comedia romántica donde el espectador pasará un rato agradable frente a la pantalla con buenos momentos de humor y haciendo un viaje a la juventud, a los amores de verano, la amistad, los encuentros, sino también es un filme que acerca a la realidad de los jóvenes de diferentes clases sociales de Francia, que es olvidada en este tipo de cintas.
La película está disponible de forma gratuita en la página de My French Film Festival hasta le próximo 14 de febrero.