El FMI espera que el PIB global crezca un 5.5 por ciento este año, mientras que en la UE lo hará un 4.2 por ciento.
Bruselas, 22 de febrero (EFE).- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, destacó este lunes que en 2021 la política de vacunas es «la política económica más importante», y recalcó que las medidas de apoyo a empresas y hogares sólo se deben retirar después de que la pandemia haya concluido.
«Este año, la política de vacunas es la política económica más importante en Europa y en todo el mundo. Todos sabemos que hasta que no derrotemos a la pandemia en todas partes, corremos el riesgo de que surjan nuevas mutaciones que amenacen nuestro progreso», declaró la política búlgara durante la Semana Parlamentaria Europea, un evento organizado por la Eurocámara y el Parlamento portugués.
Así, aseguró que aumentar la producción y distribución de las inyecciones es una cuestión «crítica» y añadió que también lo es la financiación adicional para asegurar dosis y pagar la logística, y llevar a cabo la reasignación del exceso de suministro.
COOPERACIÓN Y APOYO
«Todo esto requiere cooperación», constató.
Resaltó que, hasta derrotar la pandemia, se deben mantener las medidas de apoyo económico a las empresas y los hogares.
«La retirada gradual debe seguir, no preceder, a una salida duradera de la crisis sanitaria», indicó, para después apuntar que un «endurecimiento prematuro de la política cuando las economías más afectadas aún son profundamente frágiles podría exacerbar las divergencias entre países».
Sí consideró que es el momento de «determinar la fortaleza de los regímenes de insolvencia», ya que con las iniciativas de apoyo en 2020 el número de bancarrotas se situó por debajo de la media el año pasado, pero cuando se retiren «aumentará el riesgo de una mayor tasa de incumplimiento de la deuda».
«Los acuerdos de insolvencia y un mayor énfasis en el apoyo de capital son tan necesarios para ayudar a evitar el sobreendeudamiento y las quiebras aceleradas», dijo.
Georgieva recordó que en la actualidad el FMI espera que el PIB global crezca un 5.5 por ciento este año, mientras que en la UE lo hará un 4.2 por ciento.
ATENCIÓN A LAS DESIGUALDADES
«Pero el camino hacia la recuperación es altamente incierto y, más importante, desigual. Incierto por la carrera en marcha entre el virus y las vacunas. Desigual por la diferencia en las posiciones de partida, la estructura económica y la capacidad de respuesta, que causa un crecimiento de las desigualdades entre y dentro de los países», asumió.
De hecho, dijo que su «preocupación más profunda» es que el «gran confinamiento» de 2020 se transforme en una «gran divergencia» en 2021.
Subrayó que dentro del club comunitario, los destinos turísticos tradicionales como España, Grecia e Italia, experimentaron contracciones del PIB más acusadas, superiores al nueve por ciento, que la media de los Veintisiete, donde la caída en conjunto fue del 6.4 por ciento.
La directora gerente del FMI quiso «rendir tributo» a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, por las medidas adoptadas ante la pandemia y a todos los gobiernos de la Unión por aprobar un apoyo fiscal de «en torno a 3 billones de euros» para las empresas y los hogares, incluidos los mecanismos de reducción de la jornada laboral.
EL «LOGRO EXTRAORDINARIO» DEL FONDO DE RECUPERACIÓN EUROPEA
Añadió que el fondo de recuperación comunitario es «un logro extraordinario en la movilización conjunta de fondos» y opinó que puede ser «más que un catalizador para la transformación económica».
«Es un precursor de nuevas herramientas fiscales compartidas para complementar la política monetaria única del BCE», dijo.
Admitió que el mensaje del FMI durante la crisis del coronavirus de decir «gaste, pero conserve los recibos» fue «inusual» para la institución, pero el «adecuado» ante la pandemia.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, también reconoció que el coronavirus ha aumentado las desigualdades entre países y dentro de ellos, y pidió no volver a la «vieja normalidad», sino que abogó por «recuperarse mejor».
Igualmente, consideró «inaceptable» que sólo diez países representen el 75 por ciento de las vacunas puestas en todo el mundo.
«No sólo es injusto. También es peligroso», sentenció.