El congresista, quien presidió el año pasado la Comisión de Migrantes del Parlamento, explicó que la conclusión a la que llegó se dio después de haber conversado con familiares de migrantes desaparecidos.
Guatemala, 25 enero (EFE).- El Diputado guatemalteco Mario Ernesto Gálvez consideró este lunes que, de acuerdo con la información que ha recabado, 18 de los 19 cuerpos calcinados hallados en el estado mexicano de Tamaulipas eran migrantes guatemaltecos.
Gálvez, integrante de la bancada del partido opositor socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), aseguró a Efe que los 18 supuestos migrantes calcinados son oriundos del departamento que representa en el Organismo Legislativo, San Marcos, ubicado 250 kilómetros al oeste de Ciudad de Guatemala.
El congresista, quien presidió el año pasado la Comisión de Migrantes del Parlamento, explicó que la conclusión a la que llegó se dio después de haber conversado con familiares de migrantes desaparecidos.
«Los familiares recibieron el sábado por la tarde noche comunicación de personas involucradas en redes de ‘coyotaje’ (tráfico de migrantes), quienes les expresaron que los cuerpos calcinados en Tamaulipas corresponden al grupo de paisanos ‘marquenses’ que se desplazaban por territorio mexicano», mencionó a Efe.
ORIGINARIOS DE SAN MARCOS
Según Gálvez, once de los migrantes son originarios del municipio de Comitancillo, una mujer es de Catarina y otra más de Sipacapa, siempre en San Marcos. Las 13 víctimas fueron identificadas por los familiares con el diputado, quien indicó que las otras cinco personas «podrían ser también de Sipacapa».
El Legislador agregó que uno de los familiares le comentó que los «coyotes» dijeron en la llamada «que se había tratado de un accidente» automovilístico, aunque en México la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas informó preliminarmente que las muertes fueron provocadas por arma de fuego y después se les prendió fuego.
Los familiares de los migrantes se reunieron este lunes con la Dirección General de Asuntos Migratorios y Consulares de la Cancillería y fueron recibidos por el vicecanciller Eduardo Hernández, según indicó a Efe una fuente de la dirección de Comunicación Social del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.
«La Cancillería se está poniendo a las órdenes de estas personas, para que ellos puedan ser requeridos por las autoridades mexicanas. (Los familiares) están en el procedimiento de toma de muestra de ADN, en caso tuvieran un familiar desaparecido. Esta información nos ayuda en el momento que se encuentre información de ellos», agregó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Hasta el momento México no ha oficializado la identidad de los fallecidos y por tanto tampoco la Cancillería guatemalteca.
El sábado, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, estado mexicano fronterizo con Estados Unidos, informó sobre la localización de los 19 cuerpos, presuntamente personas de origen centroamericano, calcinados dentro de vehículos.
De acuerdo con el organismo, en el lugar no fueron localizados casquillos, por lo que una de las líneas a seguir es que los hechos pudieron haberse desarrollado en un sitio distinto al del hallazgo, en el poblado de Santa Anita, municipio de Camargo, en la fronteriza ciudad de Reynosa, Tamaulipas.
Por el momento, los hechos no han sido esclarecidos y se desconoce la identidad de las víctimas.
Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México inició una investigación de oficio de los hechos, «en virtud de tratarse de presuntas violaciones a derechos humanos en agravio de personas en contexto de migración», indicó este lunes la entidad en un comunicado de prensa.
El Cartel del Noreste (CDN), los antiguos Zetas, y el Cartel del Golfo (CDG) mantienen una disputa por el control de los estados del noreste de México desde marzo del 2010, conflicto que ha provocado desde esa fecha más de 15 mil desaparecidos y miles de muertes.
Cada año más de 200 mil guatemaltecos intenta emigrar ilegalmente a Estados Unidos, donde radican tres millones de sus compatriotas, en busca de mejores condiciones de vida y para huir de la violencia y la pobreza en su país natal.