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El pronóstico podría complicar las ya tensas negociaciones entre Arizona, California, Colorado, Nuevo México, Nevada, Utah, Wyoming y México sobre la futura repartición del agua que abastece a sus granjas y ciudades. Esas pláticas culminarán con un nuevo pacto en 2026 sobre el uso del río, que se encuentra en aprietos debido al cambio climático y una prolongada sequía.

Por Sam Metz

CARSON CITY, Nevada, EU (AP).— Existe una posibilidad de que los niveles de agua en los dos embalses más grandes de Estados Unidos caigan a niveles peligrosamente bajos antes de 2025, poniendo el riesgo el flujo de agua constante desde el río Colorado, del que dependen más de 40 millones de habitantes en el oeste del país.

Después de un verano relativamente seco, la Oficina de Recuperación difundió el martes modelos que dejan entrever que existe mayor probabilidad de escasez en el lago Powell y el lago Meade — las reservas en las que se almacena el agua del Río Colorado — en comparación con las proyecciones previas.

En comparación con un año promedio, únicamente el 55 por ciento del agua del Río Colorado fluye desde las Montañas Rocallosas hacia el lago Powell, en los límites entre Utah y Arizona. Debido al flujo por debajo del promedio, científicos del Gobierno afirman que hay un 12 por ciento más de probabilidades de alcanzar niveles peligrosamente bajos para el año 2025 respecto a lo que habían previsto a principios de año.

“Se trata de un incremento bastante importante respecto a las proyecciones de abril debido a la reducción de flujo este año”, declaró la hidróloga Carly Jerla.

El pronóstico podría complicar las ya tensas negociaciones entre Arizona, California, Colorado, Nuevo México, Nevada, Utah, Wyoming y México sobre la futura repartición del agua que abastece a sus granjas y ciudades. Esas pláticas culminarán con un nuevo pacto en 2026 sobre el uso del río, que se encuentra en aprietos debido al cambio climático y una prolongada sequía.

Algunos de los usuarios urbanos y agrícolas se han visto obligados a conservar agua a fin de proteger el río a largo plazo, pero sigue estando sobreexplotado. A medida que ciudades como Phoenix y Las Vegas siguen expandiéndose, la región consume más y más agua.

“Sabemos que las temperaturas más cálidas han contribuido a la sequía de los últimos 21 años, y sabemos que la han exacerbado”, declaró la comisionada de la Oficina Recuperación, Brenda Bruman.

A diferencia de las proyecciones a 24 meses que utiliza la agencia para repartir el agua a los siete estados y a México, los modelos dados a conocer el martes simulan varios patrones climáticos y de uso para ayudar a los usuarios a prepararse para distintos escenarios.

Los científicos usan lo que llaman el Sistema de Simulación del Río Colorado para proyectar los futuros niveles de los dos embalses. Usaron técnicas de “pruebas de estrés” basadas en los flujos del río desde 1988 para determinar la posible escasez en caso de que persistan las condiciones de sequía.

Arizona, Nevada y México han acordado recortes por primera vez de acuerdo a un plan de contingencia contra sequías que firmaron el año pasado. El nivel del agua en el lago Mead se encuentra en 330 metros (mil 083 pies). El plan indica que una vez que las proyecciones desciendan por debajo de los 328 metros (mil 075 pies), Nevada y Arizona enfrentarán cortes adicionales.

Las pruebas de estrés dejan entrever un 32 por ciento de probabilidades de que los niveles del lago Mead caigan por debajo de los 328 metros para el año 2022 y un 77 por ciento de que suceda para el 2025. La mediana de las previsiones del modelo indica que el lago Mead perderá 11 metros (35 pies) para el 2026.

Actualmente, el nivel del agua en el lago Powell es de mil 097 metros (tres mil 598 pies) y los cálculos indican que podría perder 15 metros (50 pies) para el 2026.

Burman señaló que los modelos proveen información valiosa para ciudades y granjas que se preparan para el futuro en medio de una sequía persistente y mientras el promedio de temperatura mantiene su tendencia ascendente. La funcionaria dijo que los planes de contingencia contra sequías son un mecanismo efectivo para combatir la escasez proyectada… por ahora.

“Creo que lo que las proyecciones nos muestran es una mayor incertidumbre que la del año pasado”, subrayó.