La matanza, perpetrada por un sargento del ejército, de 32 años, que había robado varias armas y un vehículo militar de la base donde se encontraba destinado y se prolongó hasta que fue abatido en el centro comercial en el que se atrincheró durante más de 15 horas, ha conmocionado profundamente al país, tanto por su violencia como por la novedad que supone.
Por Carlos Sardiña
Bangkok, 10 feb (EFE).- Tailandia llora a los muertos de una matanza sin precedentes en el país, en la que este fin de semana un militar asesinó a 29 personas antes de ser abatido, mientras surgen debates sobre la seguridad en las bases del ejército o el papel de los medios y las redes sociales.
A lo largo de este lunes, cientos de tailandeses han dejado ramos de flores y notas de condolencia frente al centro comercial Terminal 21, en la ciudad Nakhon Ratchasima, donde murieron la mayoría de las víctimas de la tragedia, mientras dos policías caídos en el tiroteo recibían honores en una ceremonia celebrada en Bangkok.
Por su parte, el Primer Ministro Prayut Chan-cha, que se desplazó la víspera a Nakhon Ratchasima, pronunció hoy un breve mensaje televisado en el que señaló que «sus majestades el rey y la reina expresaron su profunda tristeza» ante el incidente.
Además anunció que el rey Vajiralongkorn organizará ceremonias en homenaje a los muertos y había dado órdenes de que los funcionarios de palacio visitaran a las víctimas y que se abriera una «cocina real» para apoyar a forenses y el personal a cargo de limpiar el centro comercial, lo que Prayut calificó como la «gracia real más generosa que (sus majestades) han concedido al pueblo tailandés».
#TAILANDIA‼️Doce muertos y posible toma de rehenes en un centro comercial de Nakhon Ratchasima. El autor del ataque publica en redes actualizaciones sobre la situación y sus reivindicaciones.
? Momentos de pánico en el interior del edificio:pic.twitter.com/givMZvcQ1R
— eSPAINews (@eSPAINews) February 8, 2020
CONMOCIÓN ANTE UNA MATANZA SIN PRECEDENTES
La matanza, perpetrada por un sargento del ejército, de 32 años, que había robado varias armas y un vehículo militar de la base donde se encontraba destinado y se prolongó hasta que fue abatido en el centro comercial en el que se atrincheró durante más de 15 horas, ha conmocionado profundamente al país, tanto por su violencia como por la novedad que supone.
Según la organización Gun Policy, Tailandia es uno de los países con más armas de fuego del mundo, con una media de unas quince por cada cien habitantes, pero este tipo de tiroteos, tristemente comunes en otros países con un elevado número de armas como Estados Unidos, no son habituales y el de este fin de semana es el que se ha cobrado más víctimas en la historia reciente del país.
SEGURIDAD LAXA
Mientras muchos tailandeses se preguntan cómo pudo ocurrir algo así, una de las cuestiones más polémicas del suceso es la laxa seguridad en las bases militares, dada la facilidad con la que el asesino llevó a cabo el robo de las armas, en el que además asesinó al soldado a cargo de vigilar el arsenal.
Como respuesta, el jefe del ejército tailandés, Apirat Kongsompong, difundió hoy una orden de emergencia para reforzar la seguridad de puestos de vigilancia y arsenales en las bases militares de todo el país.
Entre las nuevas medidas, el sargento mayor a cargo de los arsenales estará obligado a partir de ahora a registrar toda la información sobre las armas que se retiren de los arsenales.
EL TEMOR A LOS IMITADORES
A lo largo de este lunes, cientos de tailandeses han dejado ramos de flores y notas de condolencia frente al centro comercial Terminal 21, en la ciudad Nakhon Ratchasima, donde murieron la mayoría de las víctimas de la tragedia, mientras dos policías caídos en el tiroteo recibían honores en una ceremonia celebrada en Bangkok.
La matanza también ha suscitado temores de que pueda servir de ejemplo a imitadores que decidan cometer actos parecidos.
Un ex militar fue detenido este lunes por publicar un mensaje en su página de Facebook en el que amenazaba con perpetrar una matanza en un centro comercial en la provincia de Chaiyaphum, según informó la prensa local.
El acusado, que ha pedido perdón y explicado que escribió el mensaje bajo los efectos del alcohol, se enfrenta a tres cargos por violar la ley de delitos informáticos, provocar el pánico entre la población y vestir un uniforme del ejército sin el debido permiso.
EL PAPEL DE REDES SOCIALES Y MEDIOS
La matanza también ha suscitado un debate sobre el papel de las redes sociales y los medios de comunicación en este tipo de sucesos, en primer lugar porque el militar retransmitió el ataque con fotografías y vídeos colgadas en su perfil de Facebook, que no fue desactivado hasta bien avanzado el tiroteo.
La cobertura sensacionalista de varias cadenas de televisión ha sido también duramente criticada, sobre todo por mostrar imágenes de cadáveres y los movimientos de las fuerzas de seguridad en torno al centro comercial donde se había atrincherado el sargento que perpetró la matanza, lo que podría haberle ayudado a combatirlas al seguir las retransmisiones en su teléfono móvil.
La Comisión Nacional de Radiodifusión y Telecomunicaciones emitió un comunicado el domingo en el que avisaba que podría «tomar medidas» contra las cadenas televisivas que hayan mostrado las imágenes que pusieron en peligro el operativo policial.