Alejandro Calvillo
29/01/2019 - 12:03 am
La Sindemia Global
El concepto de Sindemia Global ha sido presentado esta semana en el reporte de la Comisión de Obesidad de Lancet en la que me ha tocado participar. El reporte elaborado durante tres años “La Sindemia Global de obesidad, desnutrición y cambio climático: el reporte de la Comisión Lancet”, agrupó a 25 especialistas de diversas especialidades y experiencias.
La Sindemia es una expresión que se refiere a la interacción que existe entre diversas epidemias, es una visión sistémica en la que se distinguen como hay factores causantes de diversas epidemias al mismo tiempo y de cómo una epidemia puede agudizar otras, en un proceso de retroalimentación. La ciencia occidental se ha visto incapacitada para responder a esta Sindemia ya que se ha caracterizado para una visión miope frente a una realidad compleja. Lo anterior se debe a que ha estado basada en ciencias altamente especializadas que tienen una visión segmentada de la realidad.
Esta visión de la realidad por la ciencia dominante ha determinado las políticas públicas de tal manera que se han creado entidades que actúan de manera totalmente desligadas. Por una parte las políticas agrícolas, por otra parte, las políticas de salud; por otra más, las de educación, las fiscales, etcétera. A las limitaciones que provoca la visión segmentada de las políticas, se ha sumado la interferencia de los poderes económicos de las grandes corporaciones. Como lo han reconocido diversos organismos internacionales y los reportes de diversos relatores especiales de Naciones Unidas, estos intereses económicos se han convertido en los principales obstáculos para llevar adelante las políticas recomendadas para enfrentar estas epidemias, políticas que afectan sus ganancias. En los hechos, estas corporaciones han venido capturando a las instancias reguladoras, como ocurrió en México en las administraciones anteriores.
El concepto de Sindemia Global ha sido presentado esta semana en el reporte de la Comisión de Obesidad de Lancet en la que me ha tocado participar. El reporte elaborado durante tres años “La Sindemia Global de obesidad, desnutrición y cambio climático: el reporte de la Comisión Lancet”, agrupó a 25 especialistas de diversas especialidades y experiencias.
• La interacción global entre la obesidad, la desnutrición y el cambio climático representa “La Sindemia Global” y es la mayor amenaza para la salud humana y el planeta, pues afecta a la mayoría de las personas en todos los países y regiones.
• La poderosa oposición que representan los intereses comerciales, la falta de liderazgo político y una insuficiente demanda de cambio por parte de la sociedad impiden que se tome acción en contra de La Sindemia Global, con tasas crecientes de obesidad y emisiones de gases de efecto invernadero, así como tasas de desnutrición en estancamiento.
• Se necesita urgentemente de un nuevo movimiento social que exija un cambio y un replanteamiento radical de la relación entre los que toman las decisiones políticas, las empresas, los gobiernos y la sociedad civil.
• La Comisión exige un tratado global que limite la influencia política de la Gran Industria de Alimentos y Bebidas (un proyecto de Convenio Marco sobre Sistemas Alimentarios inspirado en los convenios mundiales sobre el tabaco y el cambio climático), así como redirigir 5 billones de dólares en subsidios gubernamentales lejos de productos dañinos, y la incidencia de la sociedad civil para romper con décadas de inercia política.
• Obesidad
-Afecta a más de 2 mil millones de personas en todo el mundo.
-Causa 4 millones de muertes al año.
-Sus costos estimados son de 2.8 por ciento del PIB mundial.
• Desnutrición
-Dos mil millones de personas padecen deficiencias de micronutrientes, y 815 millones de personas padecen desnutrición crónica.
• Cambio climático
-Rápido aumento y su extenso daño en la salud del planeta.
-Costos económicos futuros van del 5 al 10 por ciento del PIB mundial, y en los países de bajos ingresos los costos pueden exceder el 10 por ciento de su PIB.
-Las causas de estas pandemias interactúan y se retroalimentan, por ejemplo:
1. Los sistemas alimentarios basados en agroindustrias altamente intensivas para la producción de granos en un alto porcentaje se dirigen a alimentar animales y a convertirse en ingrediente principales de los alimentos altamente procesados. Son sistemas agrícolas con un alto uso de combustibles fósiles, agroquímicos tóxicos y son la principal causa de perdida de masa forestal por la expansión de la frontera agrícola, en gran medida para producir granos para el ganado.
2. El diseño de las ciudades y las políticas de transporte que dan prioridad al automóvil representan una mayor emisión de gases de efecto invernadero por pasajero transportado. Un automovilista puede emitir hasta 50 veces más GEI que un usuario del transporte público. Las ciudades que le dan prioridad al automóvil destruyen las áreas verdes, dificultando el traslado en transporte público y los medios no motorizados como el caminar o la bicicleta. Generan poblaciones sedentarias y vuelven las ciudades más inhóspitas.
3. Los sistemas de gobierno se debilitan y el interés público queda relegado por el servicio a los intereses privados de los poderes económicos.
En la Comisión Lancet plateamos diversas acciones de doble y triple función para enfrentar la obesidad, la desnutrición y el cambio climático, como ejemplo:
A. Guías alimentarias: lineamientos para la salud y la sustentabilidad. Promoción calar de los que se recomienda comer y de lo que no. Promoción efectiva de la lactancia materna, acceso a alimentos saludables en programas de asistencia, en las escuelas.
B. Restringir las influencias comerciales, evitar el conflicto de Interés en las políticas de salud pública y medioambientales. No participación de los intereses económicos en las definiciones de las políticas, menor corrupción, reducción de la pobreza, menor oposición a las políticas dirigidas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y redirigir el financiamiento, los subsidios, a las energías limpias.
Los incentivos económicos deben ser rediseñados, y los 5 billones de dólares en subsidios gubernamentales destinados a combustibles fósiles y a grandes empresas agrícolas mundiales deben redirigirse hacia actividades sostenibles, saludables y respetuosas con el medio ambiente. La Comisión plantea que se debe establecer un fondo filantrópico global de mil millones de dólares para apoyar a la sociedad civil en su búsqueda de cambio.
Frente a la obesidad plantea el impulso de políticas comerciales para reducir el consumo de alimentos y bebidas no saludables, como los etiquetados frontales en los productos, la prohibición de la publicidad de estos productos dirigida a la infancia y la necesidad que los ambientes escolares también estén libres de alimentos y bebidas no saludables, además de establecer impuestos a estos productos, reconociendo la importancia de México en haber sido un ejemplo internacional al establecer un impuesto a las bebidas azucaradas que ahora se ha replicado en varias naciones, regiones y ciudades.
Las recomendaciones subrayan la necesidad para nuestro país de rediseñar el etiquetado frontal para que sea un etiquetado que claramente advierta a los consumidores la presencia de altos contenidos de azúcar, grasas. sodio y calorías, que tengamos una verdadera prohibición de la publicidad de estos productos dirigida a la infancia y que se apliquen los lineamientos que no permiten la presencia de alimentos y bebidas no saludables en las escuelas. La advertencia de la Comisión Lancet de evitar la interferencia de la industria parte de las experiencias, como la mexicana, en que la Secretaría de Salud y COFEPRIS, responsables de estas políticas, entraron en total contubernio con las grandes corporaciones refresqueras y de comida chatarra para hacer estas regulaciones a modo y que no tuvieran ningún efecto en la reducción del consumo de estos productos.
Entre las acciones recomendadas, la Comisión solicita el establecimiento de un Convenio Marco sobre Sistemas Alimentarios (FCFS, por sus siglas en inglés), similar a los convenios globales sobre el control del tabaco y el cambio climático, para restringir la influencia de la industria alimentaria en la formulación de políticas y movilizar la acción nacional para crear sistemas alimentarios saludables, equitativos y sostenibles.
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá