Videos en redes sociales muestran cómo personas encapuchadas, motociclistas, y hombres con banderas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), atacan con piedras a los manifestantes, entre ellos algunos niños.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) responsabilizó al Gobierno por las muertes, ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
Managua, 16 de septiembre (EFE).- Al menos dos personas resultaron heridas hoy al norte de Nicaragua durante un «ataque» de supuestos grupos oficialistas a una protesta contra el Presidente Daniel Ortega al norte de Nicaragua, denunciaron los manifestantes autoconvocados.
El suceso ocurrió en la ciudad de Somoto, cerca de la frontera con Honduras, cuando al parecer los oficialistas rodearon a los manifestantes y los atacaron con «piedras y fusiles AK-47», de acuerdo con la denuncia.
«No nos dejaron ni siquiera iniciar la marcha», dijo un manifestante en un grupo de Whatsapp que, al igual que los demás, prefirió no hacer pública su identidad por temor a represalias.
Videos colgados en redes sociales muestran cómo personas encapuchadas, motociclistas, y hombres con banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), golpean o atacan con piedras a los manifestantes, entre ellos algunos niños.
Algunas viviendas que sirvieron de refugio para los manifestantes fueron atacadas a «tiros y pedradas», según los denunciantes.
La escena de violencia de dio en medio de una crisis sociopolítica que vive Nicaragua, y que según organismos humanitarios han dejado entre 322 y 481 muertos, más de 2.000 heridos y decenas de miles de desplazados, desde abril pasado.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
Ortega niega los señalamientos de todos los organismos y sostiene que se trata de un intento de «golpe de Estado», del cual es víctima.
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la Vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.