A través de cúbiculos que acumulan gotas de agua en centrales eléctricas se puede generar agua potable ya sea para reusarse dentro de las fábricas o para uso ciudadano. Este nuevo sistema puede ser una solución para enfrentar la crisis del agua en el mundo.
Washington/Ciudad de México, 8 de junio (EFE).- Un grupo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un nuevo sistema capaz de proporcionar una fuente de agua potable de bajo costo, según un estudio publicado hoy en la revista Science Advances.
Este mecanismo captura el agua que se evapora de las torres de refrigeración de las centrales eléctricas y tiene el objetivo de convertirse en una «fuente limpia y segura» de agua potable para las ciudades costeras, señalaron los autores.
Alrededor del 39 % del agua dulce extraída de ríos, lagos y embalses de EU se destina a las necesidades de refrigeración de las centrales eléctricas que utilizan combustibles fósiles o energía nuclear, y gran parte de esa agua termina convirtiéndose en nubes de vapor.
Para tratar de recuperar esta gran cantidad de agua, los ingenieros del MIT idearon un sistema que aprovecha la conductividad eléctrica de los iones de las partículas de agua para atraer el vapor a una especie de malla que las recoge.
A partir de ahí, esas partículas se escurren hacia un tipo de cubículo, que acumula las gotas de agua.
Esta agua, según los investigadores, puede ser reutilizada en la propia planta de energía o enviarse al sistema de potabilización y suministro de agua de ciudades.
El proyecto comenzó como parte de la tesis doctoral de Maher Damak, cuyo objetivo era mejorar la eficiencia de los sistemas de recolección de niebla que se utilizan en muchas regiones costeras con escasez de agua como fuente de agua potable.
Esos sistemas, que generalmente consisten en algún tipo de malla de plástico o metal que recoge la niebla, son «extremadamente ineficientes», capturando solo alrededor del 1 al 3 por ciento de las gotas de agua que pasan a través de ellos.
Los expertos detectaron que el principal problema de estos mecanismos ya existentes es su aerodinámica.
Así, Damak y sus colegas se preguntaron si había alguna manera de hacer que la malla atrapara más gotas, y encontraron una forma «muy simple y efectiva de hacerlo», reconocieron.
«Es agua destilada, que es de mayor calidad, que ahora se desperdicia. Eso es lo que intentamos capturar», dijo Kripa Varanasi, coautor de esta investigación y sistema.
Entre sus utilidades, el agua recuperada podría ser llevada al sistema de agua potable de una ciudad, o usarse en procesos que requieren agua pura, como en las calderas de una central eléctrica, en lugar de usarse en su sistema de enfriamiento donde la calidad del agua no importa demasiado.
«Esta puede ser una gran solución para abordar la crisis mundial del agua. Podría compensar la necesidad de aproximadamente el 70 por ciento de las nuevas instalaciones de plantas de desalinización en la próxima década», concluyó Varanasi.