Los gobiernos de la Ciudad de México, Guadalajara y Tlaxcala coincidieron en la urgencia de aumentar el salario mínimo a por los menos 89 pesos diarios. Aseguraron que las condiciones están, pese a la negativa del Gobierno federal, expresada a través de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos. La Conferencia Internacional que tuvo lugar esta semana en la Ciudad de México, puso en debate el tema de por qué México es el único país que aún no emprende una política de recuperación del salario. Esta situación coloca al país entre los peores del mundo y de la región en materia, a pesar de estar entre las 15 economías más importantes.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).- En el segundo día de la Conferencia Internacional sobre el Estado del Arte del Salario Mínimo. Hablemos de un salario suficiente, los titulares de los gobiernos de la Ciudad de México, Guadalajara y Tlaxcala, precisaron en la urgencia de aumentar el salario mínimo a por los menos 89 pesos diarios. Precisaron que las condiciones están, pese a la negativa del Gobierno federal, expresada a través de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
«El cambio se va a dar porque México ya no aguanta estos salarios. Es una necesidad apremiante», dijo Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad. El aumento, dijo, ya no se puede quedar en los 70 pesos, sino pasar a 80, casi 90.
La Conferencia Internacional que tuvo lugar el día de ayer y hoy en la Ciudad de México, puso en debate el tema de por qué México es el único país que aún no emprende una política de recuperación del salario. Esta situación coloca al país entre los peores del mundo y de la región en materia, a pesar de estar entre las 15 economías más importantes.
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Enrique Alfaro Ramírez, Presidente Municipal de Guadalajara, criticó la noción centralista que se tiene sobre la toma de decisiones cuando desde lo local se están impulsando los cambios y la muestra es que ya se debate el tema de los salarios, cuando se le rehuía.
En su opinión, el aumento al salario traerá una disminución de la pobreza y de la desigualdad, además de que reactivará la economía del país, incentivando el consumo interno.
«Hay evidencia para derrumbar la idea del Banco de México sobre el aumento salarial. El sistema genera pobreza, inequidad, exclusión y enojo social. El salario no debe depender de elementos macroeconómicos, es ya un tema de justicia, de ética», dijo.
Su propuesta de salario es de 89.25 pesos, lo suficiente para comprar la canasta básica alimentaria. Con el salario actual, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un trabajador puede comprar sólo el 73 por ciento de esa canasta.
Al respecto del silencio de la Secretaria del Trabajo, consideró que es una señal de que no entiende la urgencia del tema y una señal de que a nivel federal no se tome en serio este debate, dijo, es el maquillaje de las cifras de pobreza de Inegi, que con cambios estadísticos descartó el uso de los datos de pobreza de los 10 últimos años.
Y recalcó: «aumentar el salario mínimo no llevará a una catástrofe económica».
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Mancera ahondó durante su participación en que los argumentos que las autoridades salariales dan año con año en contra del aumento, como el control de la inflación y la competitividad, siempre afectan a la población con menos recursos, lo que ha creado sólo un control económico superficial, que tiene su debilidad en las bases, que son las más empobrecidas.
«El salario actual es antiético, es una constante de desigualdad, una violación flagrante a la Constitución, a la Ley Federal del Trabajo y a los Derechos Humanos elementales […] después las autoridades dicen que nadie gana el mínimo, pero entonces ¿qué son esos 7 millones que perciben 73.04 pesos?».
Mancera también ha propuesto la creación de un instituto que analice al salario, para que deje de ser un tema propio de una «reunión de intereses preestablecidos», ya que si están las condiciones para aumentar el salario, esto debe hacerse con un organismo moderno.
«La Consami es algo obsoleto, es como entrar en un túnel del tiempo. Como ver una película de Mauricio Garcés», agregó.
Marco Mena, Gobernador electo de Tlaxcala, habló sobre lo oportuno del debate sobre el tema, justo cuando hay un consenso en que el salario debe aumentar. Pidió dejar la discusión de los que quieren aumentarlo y los que no, para cuidar las consecuencias que un aumento pudiera traer, como una disminución en las prestaciones o en el número de plazas.
«Esas circunstancias son las que puedan dar el momento […] En Tlaxcala los planteamientos son claros: necesitamos empleos y el Gobierno ya no los está dando».