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Gene Wilder no sólo fue Willy Wonka; aquí otras de sus películas

02/09/2016 - 7:32 pm

Wilder salió de la fábrica de chocolate y dejó muchos otros papeles que no han encontrado un hueco en los obituarios.

Salimos De La Fábrica De Chocolate Y Repasamos Los Cinco Roles Menos Conocidos De Esta Sonrisa Eterna De Hollywood Foto Eldiarioes
Salimos De La Fábrica De Chocolate Y Repasamos Los Cinco Roles Menos Conocidos De Esta Sonrisa Eterna De Hollywood Foto Eldiarioes

Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo/eldiario.es).– Gene Wilder todavía no había cogido una cámara cuando se enfundó la chaqueta morada de Willy Wonka. El actor, cuyos millones de fans lloran hoy su pérdida, ya destacaba en el panorama cómico de 1971. Tal era su estatus, que se permitió dirigir una carta a Mel Stuart en la que detallaba al milímetro la entrada circense de Wonka frente a la multitud. Quería marcar desde los primeros fotogramas el carácter inestable del mago del chocolate y no pasó por alto ni una puntada de su vestimenta. «El sombrero es fantástico, pero dos pulgadas más corto lo hará más especial. Y combinar los zapatos con la chaqueta está bien, pero combinarlos con el sombrero es puro sabor».

Wilder supo cortejar a su futuro director con halagos y a la vez dejar su impronta en el papel más importante de su carrera. En apenas unas líneas, el actor demostró que sus dotes para el cine funcionaban a ambos lados del objetivo. Y aunque se movía como pez en el agua en solitario, sus papeles más queridos nacen de tándems, como veremos a continuación.

El primero y crucial fue el director Mel Brooks, que ha trascendido como su colaboración más mítica con apenas tres títulos. Los productores, Sillas de montar caliente y El jovencito Frankenstein marcaron la comedia de los 70 porque eran dos figuras en pura simbiosis. En un documental sobre la trayectoria del director, el periodista le pidió a Wilder que definiera su primer encuentro con Brooks. «Cuando Dios habló por primera vez a Moisés, ¿le habrías preguntado si fue relevante para él?».

El otro hombre de su vida fue el humorista Richard Pryor, con el que protagonizó cuatro películas. Una pareja puede ser solvente en la pantalla, pero la química entre ambos se demostraba a fuerza de improvisación. Curiosamente, su amistad ficticia terminaba en cuanto se apagaban los focos del plató. La personalidad amable y tranquila de uno colisionaba con el descaro del otro. Pero adoraban hacerse reír mutuamente y cada uno reconocía sin dificultad el genio del otro. Para la posteridad quedan su fusión en la minúscula celda de Stir Crazy y la fantástica No me chilles, que no te veo, a secas.

Podríamos continuar desgranando los grandes papeles de Gene Wilder que el imaginario popular tiene muy frescos, pero el objetivo es precisamente el contrario. Salimos de la fábrica de chocolate y repasamos los cinco roles menos conocidos de esta sonrisa eterna de Hollywood.

1. Bonnie and Clyde (1967)

Con la cara tan redonda como sus enormes ojos, Wilder apareció fugazmente entre los dos gánsters más famosos de la gran pantalla. Si bien fue Arthur Penn el que le regaló sus primeros minutos en las salas, sería otro el que se colgó la medalla de su descubrimiento.

El actor representaba Madre Coraje y sus hijos, de Bertolt Brecht, en un teatro independiente de Nueva York en 1964. Su compañera de reparto quedó fascinada con su talento y se lo comentó a su novio, un guionista de televisión poco conocido: Mel Brooks. Cuatro años después, ambos debutarían en Los productores, y el resto es historia.

2. El Principito (1975)

Casi todos los que hayan crecido con el libro de Saint Exupéry coincidirán en que la adaptación de Stanley Donen es una calamidad. Pero entre críticos desorientados y lamentos por un clásico fallido, destacaba un solo nombre en las reseñas. Gene Wilder, como el zorro del cuento, hizo la adaptación un poco más significativa gracias a una sobria interpretación y varias frases melosas. “Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”.

3. Hanky Panky (1982)

Hemos hablado de sus dos colaboradores fetiche, pero no olvidamos a la única que marcó su vida sentimental y su conciencia activista. En el rodaje de Hanky Panky, Wilder conoció a la cómica del Saturday Night Live, Gilda Radner, de la que se enamoró perdidamente. Se casaron en 1984 y colaboraron en dos películas más, La mujer de rojo y Terrorífica luna de miel.

«Sentí que mi vida pasaba de blanco y negro a Technicolor. Gene era divertido, atlético y guapo…y olía bien. Me picó el amor», escribió ella en su autobiografía, poco después de que se divorciasen. Radner murió demasiado joven por un cáncer de ovarios, por lo que Gene Wilder empezó a colaborar con distintas asociaciones en apoyo a esta enfermedad. «Hubo una rueda que empezó a girar en mi conciencia en ese mismo instante. Y Gilda era su principal potencia», confesaría más tarde.

4. El hermano más listo de Sherlock Holmes (1975)

Con las notas de Mel Brooks apuntadas en una libreta, Gene Wilder se lanzó a dirigir con esta lunática versión del personaje de Arthur Conan Doyle. No es la película mejor valorada de su filmografía, sobre todo comparada con La mujer de rojo, pero siempre tendrá ese encanto de la primera vez.

5. Something Wilder (1994)

Menos conocido es el perfil televisivo de Gene Wilder, donde desarrolló parte de su carrera final. Después de participar en la premiada serie de gags cómicos de la NBC, The DuPont Show of the Week, el actor se aventuró a presentar su propio proyecto años después. La NBC no se lo puso fácil y, tras superar embotellamientos en el cásting y amenazas de cancelación, se estrenó Something Wilder. Las audiencias fueron desastrosas y esta sitcom de familia terminó un año más tarde con solo 18 capítulos de media hora. Después solo se dejaría caer por la pequeña pantalla un par de veces en la serie Will y Grace.

Redacción/SinEmbargo
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