De un larguísima lista de artistas brasileños, sólo escogimos siete. Todos vivos y que han hecho arte dentro y fuera de su país, y llevan la bandera con orgullo. Hay ilustradores, artistas conceptuales, visuales, aquellos que hacen retratos con chocolate o que encuentran belleza en la basura, ¿cuántos nos faltaron?
CILDO MEIRELES – ARTISTA CONCEPTUAL
Ninguna lista podría dejar pasar a Meireles, parte fundamental de la vanguardia artística brasileña de la posguerra. Se le ha definido como un enlace entre el neoconcretismo de los años 50 y el arte conceptual de finales de los 60.
«Rechaza el racionalismo extremo de la abstracción geométrica para crear obras más sensoriales y participativas, que apelan no sólo a la mente, sino también al cuerpo. El optimismo utópico de este movimiento se vino abajo tras el golpe de Estado de 1964, que abrió paso a un régimen militar dictatorial, y que marcó a una nueva generación de artistas: la de Cildo Meireles, cuyas obras tienen un mayor compromiso político como reflejo del contexto histórico», se puede leer en el sitio del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), de donde el artista, nacido en Río de Janeiro en 1948, fue la muestra inaugural en 2009.
CÁSSIO VASCONCELLOS – FOTÓGRAFO
Famoso por sus tomas aéreas, el nacido en São Paulo se dedica a la fotografía desde 1981, tiempo en el cual ha exhibido su trabajo en 20 diferentes países.
En sus imágenes critica el consumismo, el predominio de los vehículos automotores y el caos en el mundo globalizado.
Ha publicado varios libros con su obra, tal como Panorâmicas del 2012, Aéreas en 2010 y Noturnos São Paulo, en 2002.
ADRIANA VAREJÃO
Una de las más principales representantes del arte contemporáneo es esta mujer nacia en Río de Janeiro, que se dedica principalmente a la pintura, escultura, fotografía y a las instalaciones.
Su trabajo ha sido mostrado en importantes recintos internacionales como el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), la Fundación Cartier, de París y el Museo Hara de Arte Contemporáneo, en Tokio.
ERNESTO NETO
Tal vez lo recuerden por llenar el Antiguo Colegio de San Ildefonso con los que parecían sacos de harina multiformes. Era su exhibición retrospectiva e interactiva «La lengua de Ernesto», en donde mostró obras de 1987 hasta 2011, en donde el artista oscilaba entre la escultura y la instalación.
«La obra de Ernesto Neto se puede oler, sentir, tocar, usar, atravesar, penetrar. Todos los sentidos del espectador se magnifican y afloran a través de las grandes instalaciones, volviéndose una experiencia irrepetible», escribían sobre el en el sitio del Museo de San Ildefonso.
EDUARDO KOBRA – ARTISTA URBANO
No se puede dejar fuera al arte urbano, aquel que hace de cualquier pared un óleo para plasmar sus creaciones. El más reconocido de ellos, que por supuesto no es el único, es Kobra, con sus grandes murales, pinturas 3D en el suelo que han hecho caer a más de uno y colores y geometría por todos lados.
Kobra buscaba desde sus primeros proyectos, transformar el paisaje urbano de su ciudad natal São Paulo y también dar una crítica social y un posicionamiento ante el maltrato animal, deterioro ambiental y en contra de las corridas de toros.
BUTCHER BILLY – ILUSTRADOR
El «carnicero» Billy o Billy Mariano da Luz es un ilustrador de nueva generación que inmerso en la cultura popular, mezcla el mundo de los cómics con el de la música y el cine, y en ocasiones hasta con la política.
Es un diseñador que actualmente reside en Brasil, en donde lleva una doble vida muy parecida a los personajes que retrata, de día es un ser humano común y corriente que se desempeña como director creativo de la agencia creativa Pontocom Comunicação Interativa y por la noches, se convierte en Butcher Billy, el artista que osó convertir a Morrissey en el nuevo Superman y encarnar al Duende Verde en Osama Bin Laden.
VIK MUNIZ – ARTISTA VISUAL
Muniz nació en São Paulo pero actualmente reparte su vida y trabajo entre la ciudad de nueva York y Río de Janeiro. Es un artista visual bien conocido por sus «pinturas» hechas con chocolate y los retratos realizados con pequeños trozos de papel.
Además, toma como base las piezas de otros artistas para recrearlas con otros materiales, como la mermelada, frijoles o sopa de fideos.