Tate subió primero a la báscula en ropa deportiva pero se encontró con la sorpresa de que sencillamente estaba un poco por encima del peso pactado para el combate frente a Amanda Nune.
Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo/LaOpinión).- Miesha Tate se robó la ceremonia de pesaje de la UFC 200, ya que la peleadora tuvo que despojarse de sus prendas en frente de todos.
Tate subió primero a la báscula en ropa deportiva pero se encontró con la sorpresa de que sencillamente estaba un poco por encima del peso pactado para el combate frente a Amanda Nune.
Entonces, Miesha pidió ayuda del staff técnico para que con la toalla que llevaba le ayudaran a taparse, mientras se quitaba la ropa y volver a subir a la báscula, en donde finalmente registró 134.5 libras.