A los 17 años, Hugh Herr perdió las dos piernas, luego de quedar atrapado tres días en una tormenta de nieve. Este accidente dio origen a su vocación como ingeniero, en especial con el desarrollo de órganos biónicos. Las piernas y manos que fabrica de Herr son lo más parecido a unas extremidades naturales que se hayan diseñado jamás. Éstas sienten y se mueven a través de órdenes cerebrales, imitan movimientos y son capaces de adaptarse a la persona que las usa.
Por Ana Muñoz
Ciudad de México, 2 de junio (SinEmbargo/Ticbeat).-Hugh Herr, más conocido como el hombre biónico, ha sido galardonado con el premio el Princesa de Asturias de Investigación Científica.
El jurado ha premiado en esta edición al responsable del departamento de Investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), por una carrera científica brillante en el desarrollo de órganos biónicos.
La vida de Hugh Herr no siempre ha sido fácil. Con 17 años, el científico se quedó atrapado durante tres días en una tormenta de nieve. Este accidente hizo que perdiera sus dos piernas, y eso fue lo que le motivó a desarrollar su carrera profesional.
Herr se formó como ingeniero para poder diseñar sus propias prótesis inteligentes y fundó BioM, una división del Media Lab del MIT que, a día de hoy, es un referente en el campo de las prótesis y los exoesqueletos. Concretamente, esta compañía desarrolla sistemas electromecánicos que se colocan en el cuerpo o se implantan en el interior del organismo para potenciar las capacidades perdidas.
Estos diseños son un ingenio de la tecnología que le permiten mantener el mismo nivel de escalada de antes del accidente. Herr emprendió una revolución en el campo de la biónica, cosa que le ha llevado a ser galardonado con el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica.
Y es que las piernas y manos que fabrica de Hug Herr son lo más parecido a unas extremidades naturales que se hayan diseñado jamás. Éstas sienten y se mueven a través de órdenes cerebrales, imitan movimientos y son capaces de adaptarse a la persona.
De hecho, en el caso de las piernas, aumentan la capacidad de correr y son capaces hasta de controlar la fatiga.
Tras conocer que había ganado el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica, Herr afirma sentirse “profundamente conmovido”, ya que, desde la amputación de sus piernas, ha dedicado su “vida al progreso de la ciencia y la tecnología básica para permitir la reparación biónica de los seres humanos”.
Así, espera que este reconocimiento arroje “luz sobre la misión global para acabar con la discapacidad humana en el siglo XXI”.