Centro América es la región más violenta del mundo; y ahí estamos nosotros. El Informe de la ONU contra la Droga y el Delito, elaborado con datos del 2012 deja claro que México está mal, muy mal, pero estamos lejos de ser el peor. Tenemos una tasa espeluznante de homicidios de 21.5 por cada cien mil habitantes, a años luz de los 90.4 de Honduras, los 53.7 de Venezuela, o los 44.7 de Belice, pero el problema es que mientras en países como Colombia la violencia tiene una clara tendencia a la baja, pues pasaron de un índice de más de 80 en los años noventa a poco más de 30 en el 2012, en México teníamos una tasa de 19 en los noventa, llegamos a 9 a principios del siglo XXI y brincamos a los 21 en el 2012 y no hemos podido bajar sustancialmente esa cifra en los últimos meses (un dato interesante es que, contrario a lo que creemos esta no ha sido ni de lejos le época más violenta del país; a finales de lo cincuenta, cuando se comenzó a medir este índice por parte de la ONU, México superaba la tasa de 30 muertes violentas por cada cien mil habitantes).
El tamaño sí importa. En números absolutos México es el tercer país número de muertes violentas al año, solo debajo de la India y de Brasil, y más que toda Europa junta, donde todos los países tienen una clara tendencia a la baja desde el año 2000.
¿Quién mata a quién? En América el crimen organizado es responsable de una de cada tres muertes violentas, y en países como Jamaica o Costa Rica, uno de cada dos. Por el contrario, los asesinatos que tienen que ver con problemas familiares son más frecuentes en Europa, donde 28 por cientos de los crímenes son en el seno de la familia, mientras que en América son solo 8.7 por ciento de los casos. A nivel global las víctimas de la violencia familiar criminal son, desgraciadamente, las mujeres, casi ocho a uno.
El asesinato de periodista es un mal común en muchas regiones del mundo. América es también la región del mundo donde más periodista mueren a manos del crimen organizado. Pero, a nivel mundial, hay otros temas que resultan de alto riesgo. La protección de los Derechos Humanos sigue siendo el más peligroso, más aún que cubrir una guerra, pues 42 por ciento de los periodistas asesinados en la última década trabajaban en esos temas, mientras que por en guerra fueron 36 por ciento seguido por temas relacionados con corrupción, 20 por ciento.
El crimen organizado sigue siendo el principal factor de violencia en México y en el mundo. No es consuelo, son datos que nos ayudan a entender lo que nos está pasando.