Por más que le damos vueltas al atentado que un iraní presuntamente iba a llevar a efecto en EU, con ayuda de los “zetas”, como que nomás las cosas no cuadran. Parece una historia muy ligera para algo de las dimensiones que nos dijeron que podía ser. Un iraní entra y sale del país como se le antoja, se asegura que ya se le había deportado hasta en 3 ocasiones. En una de sus “visitas” al país, “alguien” lo acercó a quien creía que era un “zeta” de alto nivel en Reynosa. Lo que quería presumiblemente el iraní era que le ayudaran a pasar armas a EU para llevar a cabo varios atentados, entre los que se encontraba asesinar al embajador de Arabia Saudita.
Por lo que se informa no era sólo un asunto de armas, al parecer, los “zetas” iban a “colaborar con otro tipo de acciones”. Resulta que el “zeta” no era “zeta”. Era un agente encubierto estadounidense. El iraní fue detenido de inmediato y “enviado” a EU, en medio del club de elogios mutuos de las autoridades de ambos países sin ofrecer más información que la que se dio a conocer a través de boletines y una conferencia de prensa en Washington. Mientras esto pasaba del otro lado, en nuestro país se ofreció una conferencia de prensa en Relaciones Exteriores que no aportó casi nada.
No se dijo nada sobre qué es lo que hacía el agente encubierto. No se sabe que relación guarda con las autoridades nacionales, no se sabe si anda armado, por lo que se ve el agente se movía a su antojo. Es inevitable interpretar que las autoridades nacionales dejaban pasar todo optando por no preguntar nada, porque muy probablemente si lo hacían no les iban a decir nada; por aquello de la “desconfianza”.
Hemos consultado a tres especialistas en temas de seguridad nacional y para los 3 el asunto es una farsa. La senadora Rosario Green, ex canciller y durante un tiempo subsecretaria general de la ONU, califica la “supuesta operación” como algo “vergonzoso”. “¿Qué habrá negociado el gobierno de Calderón?, les van a dar seguramente la zanahoria”, remata la legisladora.
¿Realmente pasó lo que nos dicen que pasó? ¿Realmente estaba incubándose una operación de este calibre en el país? ¿Realmente el iraní entraba y salía y nadie se dio cuenta? ¿Se le puede creer a un gobierno que ha llevado a cabo en nuestro país dos fallidísimas operaciones como fue “Rápido y Furioso” y “Receptor Ala Abierta”, las cuales por cierto tienen al procurador Holder al borde del nocaut? ¿Se le puede creer al gobierno mexicano, cuando ofrece una tímida explicación donde no se ofrece nada nuevo, sino más bien se asume la información de Washington como la oficial?
¿Realmente qué fue lo que pasó si es que pasó? En caso de que estemos ante un asunto creado, ¿de a cómo fue el aval del gobierno mexicano? ¿Entenderán en el gobierno el gran riesgo que se esta corriendo al aceptar que hay “terroristas” en el país, los cuales además son perseguidos por la libre por agentes encubiertos de Estados Unidos? ¿A qué se debe la vehemencia con la que el Presidente de Irán ha negado todo de cabo a rabo?
Alguien debe explicar qué pasó a detalle. Si bien estamos ante una situación que bien podría ser la base de una película de Hollywood, también estamos ante un escenario que de no ser cierto es una auténtica tomadura de pelo que nadie, ni aquí ni allá, se merece.
