En 2018, el FBI y la DEA capturaron al presidente y a otros cuatro ejecutivos de la firma Phantom Secure, con sede principal en Canadá y sucursal en Dubai.
Los Ángeles, 29 de junio (La Opinión).- La ciudad de Dubai es conocida por sus espectaculares rascacielos y los lujos que desafían la imaginación, sin embargo, también se está convirtiendo en todo un paraíso para los narcotraficantes.
Y es que, de acuerdo con diversas agencias de seguridad del mundo, ese territorio resulta atractivo como puerta de entrada de la droga para los mercados del norte de África, Medio Oriente, Asia Central y Europa.
Así lo han revelado varios decomisos de cocaína en las rutas que salen de Sudamérica hacia el Mediterráneo, en donde Dubai aparece involucrado.
Como ejemplo, el pasado 5 de mayo fue desmantelada una organización transnacional que exportó a Europa 2.5 toneladas de cocaína desde el puerto colombiano de Buenaventura. La droga estaba escondida en un cargamento de azúcar. En la llamada “Operación Sugar” capturaron a 18 personas: diez franceses, siete colombianos y un francoárabe que dirigía la red desde Dubai.
Otro caso es el del exdirigente deportivo paraguayo Diego Isaac Benítez, quien fue detenido en Dubai tras ser acusado por el envío de varias toneladas de cocaína a Europa.
María Vélez de Berliner, asesora del Pentágono en Estados Unidos y profesora de George Washington University, declaró en entrevista para el diario El Colombiano, que en Dubai estos grupos tienen conexiones de alto nivel que cobran una tarifa por su protección, el cual ronda el 40 por ciento del precio final total del envío.
“Si el envío es confiscado, el traficante pierde el dinero, pero al protector siempre se le paga pase lo que pase”, señaló María.
Asimismo, se descubrió que los narcos de Dubai invierten en empresas de telecomunicaciones y startups de tecnología para encubrir sus coordinaciones a distancia.
En 2018, el FBI y la DEA capturaron al presidente y a otros cuatro ejecutivos de la firma Phantom Secure, con sede principal en Canadá y sucursal en Dubai. Esta compañía ofrecía a sus clientes dispositivos móviles con encriptación de grado militar para chats y datos, cuya información era indetectable y se podía autodestruir a distancia. Según la investigación, los aparatos fueron usados para coordinar el tráfico de miles de toneladas de cocaína.