Además del Movimiento “Yo soy 132” han surgido muchas organizaciones, como México Evalúa o Fundar, que se consideran instituciones sin filiaciones partidistas. Y tenemos tres candidatos, uno para la Presidencia y dos para jefa de gobierno del Distrito Federal que se proclaman como parte de la sociedad civil, (aunque hacen proselitismo político). ¿Qué ocurre en México? ¿Estaremos viviendo un auge nunca antes visto de la sociedad civil?
José Fernández Santillán, doctor en Historia de las ideas por la Universidad de Turín, doctor en Ciencia Política por la UNAM y actual profesor investigador del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, publicó recientemente su ensayo El despertar de la sociedad civil. Una perspectiva histórica (Océano 2012) donde da cuenta de este fenómeno desde la Roma antigua hasta el mundo globalizado
-¿Qué opina del Movimiento “Yo soy 132”, que ha tomado, no sólo la plaza pública, sino el centro del debate político?
-Hay que diferenciar a la social civil de los movimientos sociales; el estudio de la sociedad civil, parte de la liberación de los Países del Este en 1989; y de la sorpresa mayúscula, de que la sociedad civil había terminado con un gobierno autoritario y represivo, y sólo después de pasados los eventos, se pudo medir la densidad histórica y las dimensiones laberínticas de lo que llamamos sociedad civil. El pionero en observar estos problemas fue Jürgen Habermas, quien ya había escrito en los 60s: The Structural Transformation of the Public Sphere.
A partir de 1989, se ha formado algo que ahora conocemos como sociedad civil global; pero el movimiento de los 132, se parece más al movimiento 68 que se quedó allí, aunque dio lugar a partidos políticos. Lo que caracteriza a este movimiento es que va en contra de un candidato lo cual nunca se había visto, aún hace falta tiempo para poder definir sus perfiles, porque no puedes definir sus perfiles si sólo van en contra de… y no proponen algo. Es muy curioso que el movimiento de los 132 no haya mencionado ni al neoliberalismo ni a la violencia que son dos de los problemas más graves a los que se enfrenta el país. Al punto en que Felipe Calderón pudo jactarse de que el movimiento no lo había tocado, ni señalado, para desdoro del propio movimiento. Es muy pronto para saber a dónde se dirige, aún está desarrollándose.
-¿Se trata de una expresión de la sociedad civil?
-No, porque no son en sí una organización sino una explosión, pero causan mucha atracción mediática. El movimiento del 68, por ejemplo, no derivó en organizaciones civiles sino en partidos políticos. Ese mensaje social fue absorbido en la época de López Portillo y se transformó en partidos políticos, el gran artífice fue Jesús Reyes Heroles, dando paso a movimientos, que incluso eran clandestinos, y allí están ahora el Partido Mexicano de los Trabajadores, el Partido Socialista de los Trabajadores, el Revolucionario de los Trabajadores, todo era de trabajadores por la hegemonía cultural marxista; y también surgió un partido de derecha como el Partido Demócrata Mexicano.
La inquietud social del 68 se transformó en organizaciones políticas estables que luego dieron paso al Frente Democrático Nacional que en 1988 apoyó la candidatura presidencial del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
-¿Qué es la sociedad civil?
-La sociedad civil no es ni donde votamos ni donde compramos, sino donde nos organizamos con nuestros semejantes para tratar temas de interés común: como las mejoras en las escuelas de nuestros hijos, que son asociaciones de padres, la ayuda a los menesterosos que son sociedades de apoyo, grupos para cuidar el medio ambiente o para luchar por los derechos humanos. Junto con el Estado, compartimos el interés por el bien común, pero a diferencia del Estado no buscamos el poder.
Con las empresas, la sociedad civil comparte el mundo de la libertad, pero a diferencia de las empresas no buscamos la ganancia, por eso algunas de las asociaciones civiles se llaman asociaciones no lucrativas. En la sociedad civil se encuentran instituciones tan importantes como las iglesias, las universidades, las fundaciones, los clubes deportivos, las organizaciones vecinales, las organizaciones profesionales… También los medios de comunicación, como Sin Embargo, forman parte de la sociedad civil, siempre y cuando como dice Benjamin Barber en su libro Jihad versus McWorld, antepongan sus responsabilidades sociales a sus intereses comerciales. Hay medios de comunicación que legítimamente son empresas, pero hay otros medios de comunicación que han decidido ser sociedad civil.