Los automovilistas no son los únicos afectados por la publicidad exterior: los peatones también sufren las consecuencias, ya que al estar expuestos a estos anuncios reportan daños en el sistema nervioso, además de las amenazas físicas que suponen las violaciones a las leyes de protección civil.
Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo).- La proliferación de los anuncios publicitarios en todo México, afecta más allá de la apariencia de las zonas donde se instalan, ya que de acuerdo con la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), gran parte de los accidentes viales por distracción, así como estrés, irritabilidad e incluso violencia son otras consecuencias negativas también provocadas por la publicidad exterior.
La ONG presidida por Jorge Carlos Negrete Vázquez compartió datos obtenidos del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) donde se revela que el 44 por ciento de los accidentes viales provocados al año a nivel nacional se adjudican a la publicidad móvil, en vallas y espectaculares, lo que equivale a 1.2 millones de percances. Las ciudades que resultan más afectadas son Monterrey, Guadalajara y el Estado de México.
Negrete advierte constantemente sobre el peligro que representa para los habitantes expuestos a la publicidad la falta de regulación en la materia, destacó que el 90 por ciento de los anuncios en vallas y el 60 por ciento en espectaculares están fuera de la ley.
Por si fuera poco, los automovilistas no son los únicos afectados: los transeúntes sufren también las consecuencias, ya que al estar expuestos sufren daños en el sistema nervioso, además de las amenazas físicas que suponen las violaciones a las leyes de protección civil. De acuerdo con la fundación, sólo en la Ciudad de México, hasta 14 anuncios caen anualmente al colocarlos de manera incorrecta o simplemente por falta de mantenimiento, lo que sin duda representa un riesgo para la población. En marzo pasado, derivado de los fuertes vientos, en la capital cayeron 98 espectaculares.
El excesivo número de anuncios espectaculares, vallas, lonas o pantallas luminosas a los que cada día nos exponemos son causantes de estrés, debido a que el cerebro humano tiene una capacidad limitada de retención y asimilación de datos, explicó Negrete.
A diario, la gente que habita las metrópolis como la capital mexicana o el Edomex está expuesta a saturación constante de publicidad, los más afectados son quienes transitan cotidianamente las calles y avenidas principales, pueden presentar cansancio mental y alteración en el sistema nervioso central, ya que al recibir un exceso de estímulos (elementos, colores, figuras, entre otros) el cerebro deja de registrar y procesar a un ritmo normal la información.
“La exposición cotidiana a entornos contaminados visualmente es perjudicial para la salud mental de los receptores, puede provocar sensación de angustia, estrés, irritabilidad, frialdad e incluso violencia, lo que deriva en una falta de sensibilidad hacia las necesidades de quienes los rodean”, explicó Negrete.
De acuerdo con el estudio Contaminación Ambiental Visual y Publicidad: Afección en la Salud del Individuo, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la frustración, desorganización, falta de concentración y estrés son algunos problemas que causa la publicidad, además se le suma la distorsión del ambiente urbano, así como la creación de estereotipos “ideales” que generan a su vez, males fisiológicos y mentales entre los receptores, por lo que resulta un elemento dañino para las personas.
Según la Ley de Publicidad Exterior de la Ciudad de México, los espectaculares deben tener una distancia de 250 metros entre uno y otro y su tamaño no debe exceder los 12.90 metros por 7.20 metros, las pantallas electrónicas deben cumplir con un nivel de luminosidad que permita a los peatones y conductores transitar sin riesgo, no obstante, aún falta mucho por hacer en materia de contaminación visual, por lo que la FRRPU trabaja para que se implemente una ley a nivel nacional que regule en dicha materia, ya que únicamente la Ciudad de México, Yucatán y Chiapas cuentan con normas.
Apenas el miércoles, Negrete advirtió nuevamente sobre la urgencia de regular la situación, pues además de los problemas mencionados, de igual manera se promueve la corrupción: “también tiene que ver con la utilización del espacio por parte de los partidos políticos y el beneficio económico para aquel que otorga las licencias: si no hay regulación y yo te digo si la puedes poner o no, de acuerdo a lo que a mí me interesa, abres la puerta a actos de corrupción”, dijo a SinEmbargo.
En el caso de la Ciudad de México, la entrega de permisos para colocar anuncios en vías primarias le corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y en vías secundarias a las delegaciones. Quien tiene la obligación de revisar es el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y si es el caso, tiene la facultad para imponer multas; a menos de que exista una denuncia penal, entonces interviene la Procuraduría General de Justicia local para aplicar las sanciones, consignar la averiguación previa y un juez determina si es necesario aplicar castigos con cárcel, explicó.
