Tania Hernández Velasco

Titixe o cómo volver a nuestras raíces tras la pérdida de un ser querido

Tania Hernández Velasco

Titixe o cómo volver a nuestras raíces tras la pérdida de un ser querido

Tania Hernández Velasco

Titixe o cómo volver a nuestras raíces tras la pérdida de un ser querido

23/07/2021 - 12:00 am

Titixe es un homenaje  y un poema visual a su abuelo y al amor que dio al campo a través de años de trabajo. Es volver a las raíces a partir de la pérdida. El filme estrena este viernes en el circuito de salas independientes de 11 estados.

Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).– Entre el sentimiento pérdida, la nostalgia y la esperanza puesta en semillas se desenvuelve Titixe, ópera primera de Tania Hernández Velasco que nace a partir de una promesa, y que este viernes arriba a salas de cine.

Titixe es “lo que queda. Es un término usado en el centro de México que refiere a los restos de una cosecha que puede recogerse por gente sin tierras propias”, de esta definición parte el documental.

Antes de que su abuelo muriera, la joven cineasta le prometió hacer una película sobre el trabajo de campo al que había entregado toda su vida, pero el tiempo se adelantó y se llevó al padre de su madre antes de que pudiera grabar algo.

“Se lo dije una vez que él me develó que se le hacía triste que su descendencia no hubiera abrazado este trabajo”, relata la directora Tania Hernández en entrevista con SinEmbargo.

En el luto, la promesa hecha a su abuelo pesó más. Motivada por su madre y en complicidad con su abuela, Tania volvió a la tierra de Guadalupe Victoria, en el estado de Puebla. Ahí, al lado de ellas, decidieron hacer una última siembra de frijol negro.

“Esta siembra en realidad era una espacie de despedida al terreno porque mi abuela tenía este deseo de venderlo porque al no haber nadie más de la familia que lo quisiera cultivar, que lo pudiera cultivar, pues a ella le partía el corazón verlo tirado. Le pedimos permiso a la abuela para hacer esta ultima siembra de frijol negro y ahí nace Titixe“.

El anhelo por la siembra caía en la idea de grabar el trabajo realizado en el campo pero también de dar con el vínculo que su familia tenía con la tierra. Una forma llevar el luto acompañadas.

Titixe es documental muy íntimo que hace un acercamiento hasta el más mínimo detalle de las tierras que fueron labradas por un hombre que les dedicó la vida entera, y que deseaba que su hijos siguieran con el oficio, algo que no se logró. Tanto la madre de la directora como sus tíos, emigraron a la Ciudad de México desde jóvenes y no dieron vuelta atrás.

“Se habla mucho como en un tono de que a las personas jóvenes ya no les interesa el campo, pero no es culpa de ellos ni de ellas, en realidad hay un todo un desplazamiento cultural, económico, y social muy fuerte que sucede con esta idea de ‘progreso’. Es esta narrativa que nos cuenta que el ‘éxito’ está solo en la ciudad”.

La ópera prima Tania Hernández Velasco. de Foto: Cortesía para SinEmbargo
La madre de Tania. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Titixe es una historia íntima de la familia de la cineasta que el espectador termina sintiendo tan propia. No es el campo ni sus desplazamientos, es el volver a la raíz. Retroceder un poco  y ver mejor. Observar la raíces que nos han formado.

“Definitivamente esta película no intenta juzgar, sino mas bien justo se pregunta cómo podemos reconectar, cómo podemos volver, cómo podemos aprender a mirar eso que está inmediatamente al lado de nosotras, que son la historias, los anhelos y los dolores de nuestra madres, de nuestras abuelas y de nuestros abuelos”.

No es el fin de la película mostrar la carencias y el abandono que sufren el campo en México, pero esa última siembra de frijol dedicada al abuelo es la viva muestra de qué tan descuidado está si la gente que sabe cómo crear vida en él está muriendo llena de anécdotas de cosechas mal pagadas o que no se dieron por el cambio climático.

“Creo que ese es el telón de fondo de la película, esta violencia sistémica al mundo rural, a las personas que su manera de ver el mundo, su sabiduría y conocimientos no encajan en la visión de industrial moderna de progreso que también busca homogeneizarlos y borra los lugares y las narrativas de origen que tenemos”.

La última siembra de frijol negro. Foto: Cortesía para SinEmbargo
Las tierras que su abuelo labró por años. Foto: Cortesía para SinEmbargo

La cinta, de pocos rostros y tomas cerradas, es una un poema a una persona que ya se fue y que deja en lo que amaba en tierra gran parte de él. La pérdida es uno de sus elementos principales del filme, pero también como el mismo nombre lo dice, es recoger los restos de una siembra da cuenta que hay más que sólo vestigios, son semillas que vuelven a dar vida.

“En la filmación fuimos de manera muy intuitiva, en la edición creo que hubo una madurez de la búsquedas, y uno de los principales aprendizajes, creo que fue girar un poco la manera en la que yo estaba viendo el resultado de la cosecha. No sólo se puede contar o tocar lo que se obtiene de una cosecha, sino que hay una serie de sentires de preguntas y de reconexiones que a mí me suceden y que no tienen precio, y que no se contabilizan en los costales de frijol que pudieron haber salido. Creo que lo principal es haber cambiado el lugar desde el cual yo miro el mundo, y en ese sentido nombrar con orgullo y dignidad que vengo de una familia de campesinos y campesinas, y por otro lado también transformar esta pérdida. Transformar lo que perdimos por lo que ganamos”.

“Estando cerca de mi madre y de mi abuela, la verdad es que también aprendí a encontrar a mi abuelo en otros lugares, aprendí a sentirlo con el viento, aprendí a verlo en un árbol, aprendí a escuchar el canto de los pájaros, y creo que eso es lo que gané”.

Titixe estrena este viernes a través del circuito de salas independientes de los estados de Colima, Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Puebla, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Yucatán y Nayarit.

Salas de cine que la proyectarán. Foto: Cortesía para SinEmbargo
Foto: Cortesía para SinEmbargo